Boletín UNAM-DGCS-0448
Ciudad Universitaria
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MÉXICO NO DEBE “EMBARCARSE” EN UNA POLÍTICA DE FUERZA
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“Los tambores de guerra ya suenan en el
Norte y las posiciones intolerantes ya se expresan”, agregó Manuel Becerra Ramírez,
del IIJ
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La primera potencia del mundo desdeña el
derecho internacional que integraron sus pares
México debe ser
cuidadoso para “no embarcarse” en una política de fuerza que en nada lo
favorece, independientemente de su natural sentido de solidaridad ante una
tragedia; el país debe mantener una posición pacifista y de cooperación en el
marco del derecho internacional, señaló Manuel Becerra Ramírez, del Instituto
de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.
Sostuvo que “los
tambores de guerra ya suenan en el Norte y las posiciones intolerantes ya se
expresan”. En el aspecto de las relaciones políticas internacionales es
evidente que después del fin de la guerra fría se fortaleció Estados Unidos. El
gran vencedor de esta conflagración participa ahora intensamente con su fuerza
militar y con diplomacia agresiva en los conflictos internacionales.
Es dramático cómo la
principal potencia del mundo desdeña el derecho internacional, en el que
participaron para su redacción los que se entiende son sus pares, señaló el
también coordinador del programa de Posgrado en Derecho de la UNAM.
Estados Unidos se
niega a aprobar los acuerdos de Kioto sobre cambio climático, la convención de
Cartagena sobre bioseguridad, la convención de Río sobre biodiversidad, y recientemente
negó la convención de Roma. Sin embargo, la gran potencia mundial se dice
modelo de derechos humanos.
Todos estos son ejemplos de la displicencia de
los Estados Unidos, de sus posiciones unilaterales de fuerza en las relaciones
internacionales, aun en contra de la oposición critica mundial, precisó Manuel
Barrera Ramírez.
Al participar en el
Seminario de derecho internacional y los acontecimientos del 11 de septiembre,
organizado por el Programa de Posgrado de Derecho y el IIJ de la UNAM, el investigador
universitario aseguró que la acción de Estados Unidos en Afganistán, posterior
al 11 de septiembre, fortaleció a este país como la hegemonía mundial sobre un
barril de pólvora.
El 11 de septiembre es un parteaguas en el
derecho internacional. La acción salvaje del terrorismo internacional en contra
de objetivos civiles estadounidenses y la reacción desmesurada de nuestro
vecino del norte con la invasión de un país que se supone apoyó a los
terroristas, ponen en el cesto de la basura la legalidad internacional.
En el auditorio
Guillermo Floris Margadant del IIJ, el investigador universitario señaló que
los atentados a las torres gemelas de Nueva York crearon un peligroso
precedente; es decir, la posibilidad de que un país con el supuesto de buscar a
terroristas realice acciones punitivas como la invasión a Afganistán.
Becerra Ramírez
aseguró que estos momentos de crisis deben motivar la reflexión de los
gobernantes de todo el mundo en torno al derecho internacional, toda vez que,
dijo, es el único elemento que puede hacer posible la convivencia pacífica de
los Estados.
El también profesor de
derecho internacional en las facultades de Derecho y Ciencias Políticas y
Sociales, comentó que los atentados del 11 de septiembre dejan al descubierto
la vulnerabilidad de la máxima potencia.
“Por primera vez en la
historia contemporánea los estadounidenses sufrieron un conflicto y un ataque
en su terreno. Esta vulnerabilidad debería impulsar y dejar a un lado su falta de
apego a la normatividad internacional y crear un sistema de derecho en donde
ellos sean los principales impulsores”, subrayó el catedrático universitario.
Por otra parte, agregó, Estados Unidos debe
detenerse y analizar las consecuencias de una desigualdad creciente que está
produciendo la globalización y enfocar los esfuerzos para resolver los
conflictos añejos que verdaderamente son un foco de tensión universal, como el
caso de Israel y Palestina.
Los acontecimientos
del fatídico martes negro fueron también un punto de arranque para que se
reactivara el conflicto bajo la estructura de los conceptos de terrorismo. Los
conflictos internacionales no se han resuelto; al contrario, están causando una
gran frustración y tensión en Medio Oriente e inquietud en los pueblos de Iraq,
Irán y Corea del Norte, a los cuales Estados Unidos considera como los nuevos
ejes del mal, concluyó.
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PIE DE FOTO
Manuel Becerra Ramírez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas,
calificó como dramático que la principal potencia del mundo desdeñe el derecho
internacional, al referirse a los acontecimientos del 11 de septiembre.