Boletín UNAM-DGCS-0445
|
FOTO 1
|
Pie de foto al final del boletín
EL GASTO EN INFRAESTRUCTURA EN MÉXICO, INADECUADO,
INEFICIENTE Y COSTOSO
·
No da respuesta a los retos actuales que requiere el desarrollo del
país, indicó Norman Eduardo Asuad Sanen, profesor de la Facultad de Economía de
la UNAM
·
Una planeación estratégica regional a nivel nacional garantizaría un
desarrollo más equilibrado
·
Ofreció la videoconferencia Infraestructura,
desarrollo regional y corredores industriales
La política económica
orientada al gasto en infraestructura es inadecuada, ineficiente y costosa,
pues no responde a los retos actuales requeridos por el desarrollo de México,
afirmó Norman Eduardo Asuad Sanen, profesor de la Facultad de Economía de la
UNAM.
El problema
fundamental, dijo, no es la falta de financiamiento, sino de asignación de
recursos y gasto. “No se ha definido adecuadamente cómo y en dónde se invierte,
ni cuál será la función que tendrá dicha infraestructura; se han buscado
crecimientos lineales que solamente llevan a seguir reproduciendo el
conflicto”.
“El desarrollo urbano
o la formación del territorio es inconcebible sin la infraestructura (que
incluye puentes, carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos, presas,
entre otros). Y en el mismo caso se encuentra la conformación de los mercados”.
Si bien es cierto que
en 1954 había en México sólo un parque industrial, y que a la fecha existen 254
en todo el país, la mayoría de ellos han sido instalados en los estados
fronterizos con Estados Unidos: Baja California, Coahuila, Chihuahua, Sonora y
Tamaulipas.
Lo anterior, precisó
Asuad Sanen, demuestra la necesidad de incorporar a la política de provisión de
infraestructura, un enfoque regional y territorial del desarrollo.
Durante la
videoconferencia Infraestructura, desarrollo
regional y corredores industriales, realizada en la Sala Ricardo Torres Gaitán de la FE añadió
que dicho enfoque contempla determinar cuál es el papel y las funciones que
desempeña la infraestructura en el espacio económico y en la conformación de
regiones y territorios.
La formulación de una
política regional, aseguró, también tiene que tomar en cuenta elementos que
surjan “de abajo hacia arriba”, es decir, involucrando en las decisiones a los
agentes locales. “Es necesario buscar la concertación de los sectores
directamente involucrados en ese proceso”, en el cual el Estado juegue un papel
fundamental.
Incorporar el sistema
de planeación estratégica regional a nivel nacional y establecer un enfoque
territorial del desarrollo, agregó, permite garantizar un avance más
equilibrado, sustentable, eficiente y menos costoso.
Las acciones a corto
plazo que pueden hacerse al respecto, consideró Asuad Sanen, incluyen mejorar
la calidad de los recursos humanos, sistemas de información y aspectos jurídicos,
así como adecuar el concepto de nuevo federalismo; a mediano y largo plazos,
reorganizar el sistema institucional de planeación y el enfoque territorial.
Hoy en día, recalcó,
hay dos problemas urgentes en relación con la infraestructura: conservar y mantener
la existente, atender la demanda de la sociedad, y construir la necesaria para
eliminar los rezagos económicos y sociales regionales.
“Obviamente que en un
contexto de restricción financiera –comentó–estos requerimientos necesitan una
política de asignación racional de la inversión”.
México, añadió, ha
crecido en los últimos 50 años en forma explosiva. En 1970 contaba con 52
millones de habitantes, para el 2000 hay cien millones, es decir, prácticamente
la población se ha duplicado, lo que implica un crecimiento en la demanda de
bienes y servicios. Para el año 2020 se calcula que seremos alrededor de 122
millones de habitantes, e implicará una mayor demanda de infraestructura.
Otro factor a tomar en
cuenta es que se ha agudizado la disparidad en nuestro país, lo cual afecta la
economía y el desarrollo. Y éste no es sólo un problema de equidad, sino
también de eficiencia para el comportamiento de la economía nacional.
-o0o-
PIE DE FOTO
En nuestro país,
la política económica orientada al gasto en infraestructura es inadecuada,
ineficiente y costosa, indicó Eduardo Asuad Sanen, profesor de la Facultad de
Economía