Boletín UNAM-DGCS-0324
Ciudad Universitaria
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SISTEMA LEGAL DE
EU JUSTIFICA LA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS DE MIGRANTES MEXICANOS
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Desde el 11 de septiembre
las autoridades de ese país han recrudecido sus acciones contra “ilegales”, con
el pretexto de impedir el ingreso de terroristas y narcotraficantes
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Alex Munguía Salazar,
profesor de la ENEP Aragón, dijo que el trabajador indocumentado no existe de
manera formal, pero activa la economía norteamericana y paga impuestos vía el
consumo de productos y el uso de servicios
Los migrantes mexicanos en Estados Unidos enfrentan un
sistema legal que justifica la violación masiva de sus garantías fundamentales
reconocidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, afirmó Alex
Munguía Salazar, profesor de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales
(ENEP) Aragón.
Además, a partir del 11 de
septiembre, las autoridades de Estados Unidos han recrudecido sus acciones en
contra de las personas que califican como “ilegales” con el pretexto de impedir
el ingreso de personas vinculadas al crimen transnacional, en especial,
relacionados con el narcotráfico y el terrorismo.
Recordó que hace unos días se difundió la resolución de
la Suprema Corte de Justicia estadounidense en la que, de manera tajante, se
establece que los trabajadores migrantes indocumentados no tienen derechos
laborales.
El trabajador indocumentado en EU no existe de manera
“formal”, pero activa la economía norteamericana y paga impuestos vía el
consumo de productos y el uso de servicios.
El catedrático mencionó que en
Estados Unidos existen cerca de 25 millones de personas de origen mexicano, de
los cuales, alrededor de 8 millones nacieron en México. De éstos, un poco más
de la tercera parte, tres millones, son identificados por migración de EU como
ilegales.
Al respecto, explicó que el
término “ilegal” es incorrecto porque Naciones Unidas reconoce y establece,
como una prioridad, el carácter de trabajador de la persona que busca un mejor
nivel de vida más allá de sus fronteras, y nunca un aspecto delincuencial.
Por ello, el organismo
internacional señala que las personas no pueden ser ilegales en ninguna parte
del mundo; se trata de individuos que tienen documentos falsos o no los tienen
y son, por lo tanto, indocumentados.
Munguía Salazar agregó que la
migración, que en muchos de los casos se da por vínculos familiares, es
imparable y se seguirá presentando.
Existen datos sobre el incremento
de la población migrante y su diversidad; ya no sólo se van los hombres, sino
las mujeres, y desde la década de 1980, cada vez con mayor fuerza, los
indígenas, por ejemplo, los oaxaqueños tienen redes en California y Nueva York.
Los mexicanos en Estados Unidos envían cada año, vía
remesas, casi 10 mil millones de dólares, la tercera entrada de divisas para
México después del petróleo y las exportaciones. Tan sólo en el año 2000
generaron más de 87 mil millones de dólares y sólo enviaron siete mil millones,
eso muestra lo que aportan a la economía norteamericana, precisó.
Sin embargo, tres leyes que se
aplican desde 1997 establecen la criminalización de la migración de México a
Estados Unidos. Mediante ellas, se fomenta un régimen de expulsión y exclusión
de todo lo migrante.
Dichos ordenamientos son las
leyes de Inmigración y Responsabilidad del Inmigrante; Antiterrorismo y Pena de
Muerte Efectiva, y Federal de Reformas al Bienestar Social, que restringen todo
apoyo y servicio en los ámbitos federal, estatal y en condados, por
considerarlos una pérdida de dinero que pagan los contribuyentes de ese país.
El profesor de la ENEP Aragón
opinó que los migrantes sufren agresiones sin importar si son documentados o
no. Por características físicas, todo aquel que parezca mexicano, “pasará un
mal rato en retenes o garitas establecidos por el sistema de migración”.
Los trabajadores migrantes mexicanos son quienes reciben
el peor sueldo dentro de la estructura salarial; laboran por 5 o 6 dólares la
jornada, cuando el salario mínimo federal es de 8 dólares por hora. Además,
hacen los trabajos inseguros, sucios y peligrosos, como limpieza y actividades
agrícolas, hasta por 18 horas.
A pesar de la violación de los derechos fundamentales de
los connacionales, la protección consular del gobierno mexicano es inexistente.
Por ello, el sustento de la lucha en defensa de los trabajadores se encuentra
en las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil.
Advirtió que el gobierno de Vicente Fox intenta establecer
con Estados Unidos un acuerdo migratorio semejante al que tiene con Canadá, en
el que México se compromete a regular a los trabajadores y las fechas de su
permanencia en aquella nación.
No obstante, las características no son las mismas. La
migración al vecino país del norte tiene vínculos muy fuertes, e incluso,
familiares, por lo que establecer un acuerdo de ese tipo significaría cortar la
posibilidad de que los mexicanos migrantes regularicen su permanencia del otro
lado de la frontera y coartaría cualquiera de sus derechos. Eso, además,
justificaría la violencia contra ellos.
“Así como existe una liberalización de los flujos
comerciales, debe haber una de la fuerza de trabajo y de la población. En el
marco del Tratado de Libre Comercio es necesario que puedan trasladarse,
conseguir un empleo y mejorar su nivel salarial. Somos socios de EU, pero la
ley migratoria dice otra cosa, establece de manera tajante que somos enemigos”.
Alex Munguía sostuvo que con motivo de los
acontecimientos del 11 de septiembre la migración disminuyó de manera
momentánea, pero restableció su dinámica en meses posteriores. Esos sucesos
fueron el pretexto para que las autoridades norteamericanas ejercieran un mayor
control de la frontera, que cada año registra 300 millones de cruces.
Antes, la política del gobierno mexicano en este rubro
era una “no política” por temor a violentar las relaciones con EU, pero ahora
es de subordinación, sin un cuestionamiento real sobre la instrumentación de
acciones que afectan, no a los ricos, sino a quienes se ven obligados a dejar
sus lugares de origen para buscar un mejor nivel de vida, concluyó.
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PIE DE FOTO
La migración de México a Estados
Unidos, que en muchos casos se da por vínculos familiares, es imparable,
aseguró Alex Munguía, de la ENEP Aragón.