06:00 hrs. Marzo 29 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0287

Ciudad Universitaria

 

 

Pie de foto al final del boletín

DESARROLLAN EN LA UNAM APARATO QUE AYUDARÁ A NIÑOS CON PROBLEMAS DE SORDERA

 

·        Costaría no más de mil pesos; un modelo comercial semejante tiene un precio de cinco mil pesos

·        Ayudaría a los infantes con dichos padecimientos  en su proceso de aprendizaje

·        Miguel Angel Bañuelos, jefe del Laboratorio de Electrónica del Centro de Instrumentos, es el responsable de este proyecto

 

Investigadores del Centro de Instrumentos de la UNAM desarrollaron un aparato para niños con deficiencias auditivas que, además de facilitar el aprendizaje, sería muy económico, informó Miguel Angel Bañuelos Saucedo, jefe del laboratorio de Electrónica del Centro de Instrumentos.

 

Destacó que el aparato ayudará a resolver un problema económico familiar, ya que los equipos utilizados actualmente son las denominadas ayudas auditivas de curveta (un “cuernito” que se monta arriba del oído), los cuales valen alrededor de 15 mil pesos, y muchas familias no tienen los recursos suficientes para adquirirlos.

 

El aparato desarrollado en el CI es una ayuda auditiva de caja, que se diferencia de las de curveta en que incluye una caja que se coloca en el cinturón o el bolsillo de la camisa. “Comercialmente los equipos equivalentes cuestan cinco mil pesos y éste vale alrededor de 400 pesos, y la idea es que su precio no supere los mil pesos”.

En el mercado, dijo,  hay alrededor de 10 marcas comerciales; los  más económicos son los de ayuda de caja, y conforme se reduce su tamaño aumenta su precio. Los de caja son de cinco mil pesos, los de curveta de 15 mil, después están los que se usan en el canal, y hay otros que se llevan completamente dentro de éste, los cuales no son visibles desde el exterior, cuyo costo llega hasta los 25 mil pesos.

 

El aparato diseñado en la UNAM, además de ser un equipo muy económico, indicó, todos sus componentes se consiguen en el mercado nacional, lo cual significa que es fácil darle mantenimiento.

 

Quien en agosto de 1999 fue nombrado responsable de este proyecto, recordó que en el año 2000 se pusieron en contacto con gente del Departamento de Audiología del Instituto Nacional de Pediatría que hizo aportaciones importantes, y luego establecieron una colaboración con el Laboratorio de Acústica del CI.

 

La dificultad que había era de respuesta en frecuencia, es decir, “esperábamos –dijo– que la amplificación del sonido fuera constante en todo el intervalo de tonos (graves y agudos). Sin embargo, por alguna razón que determinaron después los tonos agudos tenían muy poca”.

 

Una vez corregido el error, realizaron pruebas de caracterización del equipo con base en normas internacionales. Para ello consiguieron información de la International Electrotechnical Commission. Probaron básicamente el control automático de ganancia, esto es, el circuito que impide que el paciente sea lesionado cuando se recibe un sonido muy fuerte.

 

Al explicar en qué consiste el equipo contra problemas de sordera realizado en la UNAM, resaltó que consta de circuitos integrados, los cuales se seleccionaron de manera especial para reducir el consumo de energía. “Puede operar día y noche durante tres semanas con el mismo juego de pilas, y esperamos que esto todavía se pueda mejorar”.

 

Del último punto, sostuvo, el diseño emplea baterías comerciales tamaño doble A, las cuales son mucho más fáciles de conseguir que las pilas tipo reloj.

Asimismo, comentó que el equipo tiene resistencias fijas y variables, control del volumen, micrófono tipo electreto y un audífono de ayuda auditiva. Además, tiene un ecualizador de cuatro bandas que permite adecuar la respuesta de frecuencia a las necesidades específicas de cada paciente. “Todo el circuito electrónico está probado, caracterizado”.

 

Asimismo, recalcó que ya determinaron que este equipo tiene una ganancia de 50 decibeles de presión sonora, lo cual lo hace útil para resolver problemas de hipoacusia de bajas a moderadas.

 

Aunque en México no hay estadísticas sobre cuántas personas tienen deficiencia auditiva, se calcula que puede ascender al 10 por ciento de la población.

 

Lo único que nos hace falta es desarrollar una caja funcional desde los puntos de vista técnico y estético –para guardar la parte electrónica–, la cual podría quedar lista en la primera quincena de abril.

 

Dentro de este mismo proyecto, en el cual está interesada una empresa, se tiene contemplado realizar un equipo para calibración de la ayuda auditiva -a la fecha no existe uno en el país-, pero todavía está en fase de prueba.

 

 

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PIE DE FOTO

 

Miguel Angel Bañuelos Saucedo, jefe del laboratorio de Electrónica del Centro de Instrumentos de la UNAM, enseña el aparato que puede representar una solución económica a las deficiencias auditivas, particularmente de los niños. Sólo falta tener lista la caja funcional para guardar la parte electrónica.