Boletín UNAM-DGCS-0278
Ciudad Universitaria
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AFECTAN AL PULQUE LA MALEDICENCIA Y RACISMO
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A partir de 1940
fue considerada bebida inmunda, propia de albañiles y de pobres del campo y la
ciudad, explicó Mario Ramírez Rancaño, del Instituto de Investigaciones
Sociales
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El barón de
Humboldt sostuvo en el siglo XIX que la combinación del pulque con otros
alimentos permitió a los indígenas mexicanos mantener un perfecto estado de
salud
Mientras que el pulque fue erradicado del gusto
de los consumidores por la maledicencia y el racismo, se aumentó la
predilección por el tequila sin que se incrementara la producción de magueyes
tequileros, la cual permaneció igual de 1900 a 1999, señaló Mario Ramírez
Rancaño, del Instituto de investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.
Recordó que en una época, el pulque
fue considerado la bebida de los dioses, y en otra fue “más amada que la patria
misma”.
El universitario, autor del texto Ignacio
Torres Adalid y la Industria Pulquera, señaló que en la década de los 40 del
siglo pasado, debido a que en la percepción de la sociedad se consideró como
una bebida inmunda, propia de los albañiles y de los sectores más empobrecidos
tanto del campo como de la ciudad, el pulque fue satanizado y vilipendiado.
Indicó que a partir de la Segunda Guerra
Mundial, el pulque empezó a ser sustituido y superado por el tequila, debido a
las campañas racistas que hicieron estragos en el consumo de la bebida, que
formó parte de la dieta de los mexicanos por mucho tiempo.
“Es una pena –dijo– que el pulque, el néctar
que alguna vez alimentó a los vencidos, se haya extinguido de la dieta típica
de los mexicanos, basada en tortilla, frijol, picante y pulque”.
Indicó que desde la época del Porfiriato
–cuando las haciendas pulqueras se convirtieron en prósperas fincas– hubo
fuertes campañas racistas contra la
bebida.
Durante esa época, el consumo del pulque se
generalizó: campesinos, obreros, clases medias e incluso clases altas, lo
bebían. El esplendor de la bebida surgió con la presencia de los ferrocarriles
y el líquido pudo llegar en cuestión de horas a muchos puntos de la República.
Destacó que en ese periodo, el 40% de la carga
diaria de los ferrocarriles era pulque, producido en una veintena de entidades
federativas, pero el 80% de la producción provenía, principalmente, de Hidalgo
y el Estado de México.
El establecimiento de pulquerías se reglamentó,
lo que permitió que en la ciudad hubiera un establecimiento de ese tipo cada 60
metros. La bebida se convirtió así en el gran negocio para muchos hacendados
del México central, comentó Mario Ramírez.
Explicó que, en cierta medida, el pulque
contiene sustancias alimenticias. En el siglo XIX, Humboldt sostuvo que ese
producto extraído del maguey, en combinación con los otros alimentos, permitió
a los indígenas mexicanos mantenerse en perfecto estado de salud.
Ramírez Rancaño refirió que en la década de los
70 el pulque desapareció como industria. “La leyenda negra, el estigma sobre la
bebida ancestral, hizo grandes estragos en ella, hasta quedar casi en el
olvido”, añadió.
Apuntó que los expendedores del pulque
contribuyeron también a su declive, pues la adulteración de éste para hacerlo
rendir y sacarle mayores ganancias, favoreció su “desgracia”.
Por otra parte, comentó que el pulque no es el
único producto que se obtienen del maguey, de esa planta se produce, desde
antaño, papel, azúcar, así como productos medicinales, entre otros.
Recordó que durante el porfiriato, debido a las
intensas campañas antialcohólicas, los hacendados se percataron de que el
pulque estaba en peligro y buscaron mecanismos alternos para que la industria
no se desmoronara.
De esa manera, dijo, se produjeron medicamentos
extraídos del maguey para tratar enfermos de próstata, vejiga y uretra, mismos
que se vendían en las principales farmacias de la ciudad de México, Nueva York
y San Antonio, Texas.
Con el reparto agrario, las haciendas quedaron
fragmentadas, los campesinos recibieron la tierra en ejidos y ello acabó con
una buena parte de la producción de magueyes y, por ende, fue un aspecto
negativo más que afectó a la industria del pulque, concluyó.
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El pulque fue erradicado del gusto de los consumidores por la maledicencia y el racismo, señaló Mario Ramírez Rancaño, del Instituto de investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM