06:00 hrs. Marzo 14 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0235

Ciudad Universitaria  

 

Pie de foto al final del boletin

MÉXICO SE INSERTA EN LA GLOBALIZACIÓN BAJO LA HEGEMONÍA DE NACIONES PODEROSAS

 

·        Aunque dinamiza la economía, podría exacerbar fenómenos de desintegración productiva y acentuar la desigualdad: Adolfo Sánchez Almanza, del IIEc

·        Alejandro Dabat, del CRIM, señaló que en el proceso de integración a la economía internacional, México se caracteriza por una intervención exitosa

·        Participaron en el XII Seminario de Economía Urbana y Regional 2002, organizado por el IIEc

 

Las naciones atrasadas, como México, enfrentan hoy nuevas formas de inserción al proceso de globalización bajo la hegemonía de algunas naciones que condicionan y reorietan su desarrollo sectorial y regional, aseguró Adolfo Sánchez Almanza, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc).

 

Aunque esa dinámica tiende a generar empleo y dinamizar las economías nacionales y regionales, podría exacerbar fenómenos de desintegración productiva, acentuar la desigualdad, transferir recursos hacia el exterior o incrementar costos sociales.

 

Asimismo, acentuaría algunos problemas económicos, sociales, demográficos, ambientales, territoriales, políticos, culturales y étnicos, añadió Sánchez Almanza durante la inauguración del XII Seminario de Economía Urbana y Regional 2002, organizado por el IIEc.

 

Indicó que las grandes metrópolis enfrentan el reto de elevar su competitividad y mejorar su forma de inserción mundial, al tiempo que deben atender las necesidades sociales y elevar las condiciones de vida de sus habitantes, así como preservar el medio ambiente.

 

Dichos desafíos, añadió, representan obstáculos como una fuerte presión migratoria asociada a modelos económicos urbanos exitosos, pero que presionan sobre sus recursos naturales y fiscales escasos.

 

Manuel Perló Cohen, director del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, destacó que actualmente el desarrollo regional ha desaparecido en los planteamientos de la administración federal y de las políticas estatales.

 

Por ello, resaltó la necesidad de elaborar una política urbano-regional más amplia, ya que a la fecha no existe en la administración pública federal.

 

Señaló que es importante que en la Secretaría de Desarrollo Social sigan dictándose lineamientos y políticas, sobre temas de desarrollo regional.

 

Por su parte, Alejandro Dabat, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, indicó que uno de los principales problemas de los países en su inserción en la globalización es que hay naciones integradas y no integradas en ese proceso global.

 

Las primeras, agregó, integradas de forma directa o en bloque, son aquellas que han crecido más rápidamente, a diferencia de las segundas que tienden ha quedar marginadas del desarrollo económico.

 

Un caso típico de integración directa es México en torno al Tratado de Libre Comercio. Por la misma naturaleza de la integración de su economía en bloque, pasa al proceso de globalización. “Es un hecho que México se ha convertido en una parte estructuralmente integrada a la economía de América del Norte bajo la dirección de Estados Unidos”.

 

Sin embargo, puntualizó, hay países que se integran de otra manera, por ejemplo Chile y Perú los cuales antes de la crisis asiática de 1997 tuvieron un rápido crecimiento, sobre todo el primero que se integró a una área asiática.

 

Por otra parte, comentó que la revolución en la informática modificó el dinamismo de las ramas industriales de los países desarrollados. Por ejemplo, dijo, en 1980 el principal sector industrial fue el automotriz, hoy día lo son el eléctrico y el electrónico, mismos que en su conjunto duplican al automotriz.

 

Alejandro Dabat consideró que las naciones que se integran en ramas dinámicas modernas tienen ventajas sobre aquellos que se mantienen integrados en productos sin crecimiento en el mercado mundial.

 

Existen nuevas ramas dinámicas que –con los cambios industriales existentes- pueden integrarse en la nueva economía del conocimiento. En el caso de los países asiáticos, empezaron integrándose de forma activa, al igual que México inició con la industria maquiladora.

 

Así gracias a políticas industriales activas, estos países lograron remontar su producción desde niveles bajos a planos más avanzados relacionados con el desarrollo del diseño de la investigación, hasta convertirse en importantes empresas internacionales como las de cómputo, indicó.

 

Ello es importante porque define otro tipo de jerarquías tecno-económico-culturales de integración de países, relacionadas con la calificación del trabajo y con el papel de la ciencia y la tecnología.

 

En el proceso de integración a la economía internacional, México se caracteriza por una intervención exitosa. Sus importaciones han disminuido, de ahí que en la actual crisis mundial las repercusiones son secundarias en comparación con lo que aconteció en Argentina.

 

Sin embargo, añadió, el principal problema del país es que ha concentrado su inserción totalmente sobre Estados Unidos y lo ha hecho en una escala subalterna de baja calificación de la fuerza de trabajo, lo cual lo obliga a remontar esas dos cuestiones para posibilitar que México se integre “hacia arriba en los nuevos escenarios mundiales”, finalizó.

 

El seminario fue inaugurado por Enrique Buzo, en representación de la coordinadora de Humanidades, Olga Hansberg, y presidido por la directora del IIEc, Alicia Girón y Alfonso Iracheta, presidente de El Colegio Mexiquense, A.C.

 

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Adolfo Sánchez Almanza, del Instituto de Investigaciones Económicas, Enrique Buzo, de la Coordinación de Humanidades, Alicia Girón, directora del IIEc, y Manuel Perló Cohen, titular del Programa Universitario de Estudios Sobre la Ciudad, momentos antes de la inauguración del XII Seminario de Economía Urbana y Regional 2002