Boletín UNAM-DGCS-0235
Ciudad Universitaria
Pie de foto al final del boletin
MÉXICO SE INSERTA
EN LA GLOBALIZACIÓN BAJO LA HEGEMONÍA DE NACIONES PODEROSAS
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Aunque dinamiza la economía, podría exacerbar fenómenos de desintegración
productiva y acentuar la desigualdad: Adolfo Sánchez Almanza, del IIEc
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Alejandro Dabat, del CRIM, señaló que en el proceso de integración a la
economía internacional, México se caracteriza por una intervención exitosa
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Participaron en el XII Seminario de Economía Urbana y Regional 2002,
organizado por el IIEc
Las naciones atrasadas, como México, enfrentan
hoy nuevas formas de inserción al proceso de globalización bajo la hegemonía de
algunas naciones que condicionan y reorietan su desarrollo sectorial y
regional, aseguró Adolfo Sánchez Almanza, del Instituto de Investigaciones
Económicas (IIEc).
Aunque esa dinámica tiende a generar empleo y
dinamizar las economías nacionales y regionales, podría exacerbar fenómenos de
desintegración productiva, acentuar la desigualdad, transferir recursos hacia
el exterior o incrementar costos sociales.
Asimismo, acentuaría algunos problemas
económicos, sociales, demográficos, ambientales, territoriales, políticos,
culturales y étnicos, añadió Sánchez Almanza durante la inauguración del XII
Seminario de Economía Urbana y Regional 2002, organizado por el IIEc.
Indicó que las grandes metrópolis enfrentan el
reto de elevar su competitividad y mejorar su forma de inserción mundial, al
tiempo que deben atender las necesidades sociales y elevar las condiciones de
vida de sus habitantes, así como preservar el medio ambiente.
Dichos desafíos, añadió, representan obstáculos
como una fuerte presión migratoria asociada a modelos económicos urbanos
exitosos, pero que presionan sobre sus recursos naturales y fiscales escasos.
Manuel Perló Cohen, director del Programa
Universitario de Estudios sobre la Ciudad, destacó que actualmente el
desarrollo regional ha desaparecido en los planteamientos de la administración
federal y de las políticas estatales.
Por ello, resaltó la necesidad de elaborar una
política urbano-regional más amplia, ya que a la fecha no existe en la
administración pública federal.
Señaló que es importante que en la Secretaría de
Desarrollo Social sigan dictándose lineamientos y políticas, sobre temas de
desarrollo regional.
Por su parte, Alejandro Dabat, del Centro
Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, indicó que uno de los
principales problemas de los países en su inserción en la globalización es que
hay naciones integradas y no integradas en ese proceso global.
Las primeras, agregó, integradas de forma
directa o en bloque, son aquellas que han crecido más rápidamente, a diferencia
de las segundas que tienden ha quedar marginadas del desarrollo económico.
Un caso típico de integración directa es México en torno al Tratado de
Libre Comercio. Por la misma naturaleza de la integración de su economía en
bloque, pasa al proceso de globalización. “Es un hecho que México se ha
convertido en una parte estructuralmente integrada a la economía de América del
Norte bajo la dirección de Estados Unidos”.
Sin embargo, puntualizó, hay países que se
integran de otra manera, por ejemplo Chile y Perú los cuales antes de la crisis
asiática de 1997 tuvieron un rápido crecimiento, sobre todo el primero que se
integró a una área asiática.
Por otra parte, comentó que la revolución en la
informática modificó el dinamismo de las ramas industriales de los países
desarrollados. Por ejemplo, dijo, en 1980 el principal sector industrial fue el
automotriz, hoy día lo son el eléctrico y el electrónico, mismos que en su
conjunto duplican al automotriz.
Alejandro Dabat consideró que las naciones que
se integran en ramas dinámicas modernas tienen ventajas sobre aquellos que se
mantienen integrados en productos sin crecimiento en el mercado mundial.
Existen nuevas ramas dinámicas que –con los
cambios industriales existentes- pueden integrarse en la nueva economía del
conocimiento. En el caso de los países asiáticos, empezaron integrándose de
forma activa, al igual que México inició con la industria maquiladora.
Así gracias a políticas industriales activas,
estos países lograron remontar su producción desde niveles bajos a planos más
avanzados relacionados con el desarrollo del diseño de la investigación, hasta
convertirse en importantes empresas internacionales como las de cómputo,
indicó.
Ello es importante porque define otro tipo de
jerarquías tecno-económico-culturales de integración de países, relacionadas
con la calificación del trabajo y con el papel de la ciencia y la tecnología.
En el proceso de integración a la economía
internacional, México se caracteriza por una intervención exitosa. Sus
importaciones han disminuido, de ahí que en la actual crisis mundial las
repercusiones son secundarias en comparación con lo que aconteció en Argentina.
Sin embargo, añadió, el principal problema del
país es que ha concentrado su inserción totalmente sobre Estados Unidos y lo ha
hecho en una escala subalterna de baja calificación de la fuerza de trabajo, lo
cual lo obliga a remontar esas dos cuestiones para posibilitar que México se
integre “hacia arriba en los nuevos escenarios mundiales”, finalizó.
El seminario fue inaugurado por Enrique Buzo,
en representación de la coordinadora de Humanidades, Olga Hansberg, y presidido
por la directora del IIEc, Alicia Girón y Alfonso Iracheta, presidente de El
Colegio Mexiquense, A.C.
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Adolfo Sánchez Almanza, del Instituto de Investigaciones
Económicas, Enrique Buzo, de la Coordinación de Humanidades, Alicia Girón,
directora del IIEc, y Manuel Perló Cohen, titular del Programa Universitario de
Estudios Sobre la Ciudad, momentos antes de la inauguración del XII Seminario
de Economía Urbana y Regional 2002