Boletín UNAM-DGCS-0211
Ciudad Universitaria
Pie de foto al final del boletín
INDISPENSABLE
CONVENCER A LA SOCIEDAD DE LA RELEVANCIA DE LA CIENCIA PARA EL PAÍS
·
Carlos Gay García, director del Centro de Ciencias de la Atmósfera, dijo
que mientras eso no suceda la ciencia estará sujeta a los vaivenes económicos
·
Los gobiernos necesitarán mucho más apoyo de los científicos para tomar
decisiones correctas y no afectar la economía o el bienestar de los países
Mientras no se convenza a la sociedad de que la
ciencia es relevante para el desarrollo del país, estará sujeta a los vaivenes
de los económicos, advirtió Carlos Gay García, director del Centro de Ciencias
de la Atmósfera (CCA).
En la conferencia XXV años del CCA: el futuro, el funcionario señaló que no se
hacen planes a largo plazo y hay fluctuaciones continuas en políticas y
presupuestos, porque en México no hay ni memoria ni cultura científica.
Los gobiernos de México y otros países no han
comprendido que el desarrollo científico y tecnológico se relaciona
estrechamente con el bienestar de la población; "creen que pueden importar
todo".
Consideró que las interrelaciones cada vez más
complejas entre la naturaleza y la sociedad requieren maneras sistemáticas de
acercamiento; sin embargo, en México se hace muy poco al respecto. El CCA,
subrayó, contribuye con una visión más integrada de la sociedad.
La información científica es indispensable para
la toma de decisiones, añadió. Por ejemplo, muchos de los tratados
internacionales en los que participa México, son cada vez más complejos de
entender. Tal es el caso de la Convención Marco de Cambio Climático y el
Protocolo de Kyoto.
Gay García explicó que son acuerdos que no
pueden ser entendidos por un abogado, economista, sociólogo o físico
atmosférico por sí solos, porque tratan asuntos complicados relacionados con
desarrollo energético y social, cambio climático, efectos de las nubes sobre el
clima, conservación de energía en los océanos, etcétera.
La reducción de emisiones contaminantes a la
atmósfera implica problemas sociales y económicos muy serios. Otros países,
como China, India y Brasil, tienen equipos de negociadores compuestos en 50%
por científicos; México "a veces lleva uno", puntualizó.
Agregó que la ciencia de este siglo parece
evolucionar hacia la investigación interdisciplinaria con cooperación
internacional. Eso "lo hemos hecho en el CCA, donde realizamos trabajos
con trascendencia social; eso hay que aprovecharlo y demostrar que somos
relevantes".
Los gobiernos necesitarán mucho más apoyo de
los científicos para tomar decisiones correctas, para no afectar la economía o
el bienestar de los países. El compromiso de los universitarios es encajar en
asuntos complejos que el gobierno negocia, lo cual no se logrará desde la
oficina de un funcionario.
La meteorología también enfrenta retos. Los
agricultores piden pronósticos climáticos operativos cada dos semanas, tiempo
necesario para cambiar su estrategia de cultivo. Se espera que las predicciones
del tiempo de uno o dos días sean "casi perfectas", y las de una
semana, tan precisas como las que se hacen en la actualidad para uno o dos
días. Para lograrlo, empero, se requieren más investigadores.
Para llegar a la meteorología que se requiere
se han incorporado los avances de la ciencia y la tecnología a los servicios meteorológicos
de manera continua, y se ha dialogado con los usuarios de esa información.
Sin embargo, añadió, hay que corregir los
problemas como el apoyo financiero a la investigación científica, e incrementar
el número de especialistas en el área.
La ciencia futura debe tener metas, solucionar
problemas de principio a fin; ser más pragmática e interdisciplinaria; de
colaboración y distribuida en todo el territorio nacional y mundial, tolerante
a mayores incertidumbres, y que incluya educación y entrenamiento de
estudiantes de todas las edades y del público en general.
También debe buscar una mayor transferencia de
tecnología, considerar en mayor medida los valores y la ética, e interactuar con los políticos,
"porque uno vive determinado por su voluntad, incluso los apoyos del
Conacyt provienen de ese ámbito", opinó Gay.
En la Declaración sobre el Uso del Conocimiento
Científico en la Conferencia Mundial sobre Ciencia de la UNESCO (Hungría, 1999)
se estableció la urgencia de utilizar el conocimiento científico para
satisfacer las necesidades humanas y no contra la población.
La ciencia del siglo XXI debe estar al servicio
de la sociedad y debe contribuir a lograr una mejor calidad de vida para todos,
así como un ambiente productivo y saludable para las generaciones presentes y
futuras. El CCA trabaja en ese sentido, concluyó.
--o0o—
PIE DE FOTO
En México no se
hacen planes a largo plazo porque no hay ni memoria, ni cultura científica:
Carlos Gay, director del CCA