Boletín UNAM-DGCS-0196
Ciudad
Universitaria
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Afecta y viola la esencia misma de la dignidad humana y lo que la
persona es y debe ser
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La regulación es todavía hoy una asignatura pendiente: Héctor Gros
Espiell, embajador de Uruguay ante la UNESCO
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La ciencia es un elemento dominante en nuestras vidas: Olga Hansberg,
coordinadora de Humanidades en la UNAM
La clonación humana con fines reproductivos es
éticamente inadmisible; afecta y viola la esencia misma de la dignidad humana y
lo que las personas son y deben ser, afirmó el embajador de Uruguay ante la
UNESCO, Héctor Gros Espiell.
“Desde el punto de vista del Derecho –señaló–
está prohibida y condenada: ante el Derecho Internacional, en virtud de la Declaración
Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos de la UNESCO de 1997, y
de otros textos emanados de organismos especializados de la Organización de las
Naciones Unidas, como la Organización Mundial de la Salud”.
También, está sancionada por múltiples normas
internas de cada país, algunas de carácter constitucional, como la que se
encuentra en la nueva Constitución de Suiza, por ejemplo.
Sin embargo, admitió, la prohibición precisa de
la clonación humana con fines reproductivos y de su consideración penal es una
asignatura pendiente, aunque hay que señalar que algunos códigos penales, como
el de España, prevén y tipifican un delito relativo a las manipulaciones
genéticas.
En el Seminario Regional de Bioética, organizado
por la Coordinación de Humanidades de la UNAM y la representación de la UNESCO
en México, comentó que hay otros temas no resueltos o apenas esbozados en la
Declaración de 1997 que requerirán posteriores desarrollos normativos
internacionales, los cuales podrán mantener el carácter declarativo o adoptar
fórmulas convencionales, de carácter universal o regional. Esta última
posibilidad es difícil y compleja en términos políticos, pero no debe
descartarse conceptualmente a priori.
Sin duda, indicó, uno de los más importantes es
el de la patentabilidad de las aplicaciones tecnológicas respecto del genoma en
sus aspectos terapéuticos y medicinales, pues las diferencias de criterios
entre algunos juristas, filósofos y ciertos burócratas e integrantes de los
consorcios farmacéuticos y la confrontación económica y política entre países
desarrollados y países en desarrollo, son hondas y profundas, aseguró.
Uno más es la clonación humana con fines no
reproductivos, es decir, para la creación de tejidos y, eventualmente, en un
mañana que ya es posible avizorar, para crear órganos humanos. “La cuestión de
la eventual utilización de células embrionarias incide en el debate, aportando
efectos filosóficos y temas vinculados al origen de la vida y al inicio del ser
que hacen mucho más difícil la respuesta”.
Al dictar la conferencia Más allá de la
Declaración de la UNESCO sobre el genoma humano y los derechos de la persona
humana, sesión moderada por Alya Saada, de la representación de ese organismo
en México, agregó que la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los
Derechos Humanos no debe ser sustituida o reemplazada, ni a corto ni a mediano
plazos, por otro texto de igual naturaleza.
Ésta, apuntó, podrá ser completada y
actualizada, debido a las enseñanzas de la experiencia cumplida en su
aplicación y a los adelantos vertiginosos de la ciencia y la tecnología, pero
sus principios deben permanecer inalterables. Representan hoy la conciencia
ética y jurídica de la humanidad en la materia.
Por su parte, Olga Hansberg, coordinadora de
Humanidades de la UNAM, al inaugurar el Seminario destacó que hoy ahora más que
nunca la ciencia es un elemento dominante en nuestras vidas: nos ha traído
reformas, en ocasiones espectaculares, que han influido en nuestra conducta
cotidiana, calidad de vida, salud, y ha abierto posibilidades y riesgos antes
insospechados.
En el auditorio José Gaos, del Instituto de
Investigaciones Filosóficas de la UNAM, enfatizó que hechos como los
descubrimientos en materia genómica, las nuevas tecnologías reproductivas, los
avances en la informática, la aparición de nuevas pandemias, la devastación de
la naturaleza, entre muchos otros, obligan a tomar decisiones que
cotidianamente implican juicios éticos.
Pero formar juicios correctos, recalcó, no es
tarea fácil, y para poder hacerlo es necesario pensar con rigor analítico tanto
los problemas como sus consecuencias. Por ello, es imprescindible reflexionar
con mayor claridad acerca de las implicaciones sociales que tienen la ciencia y
la tecnología para encauzarlas de manera tal que produzcan mayores beneficios a
la humanidad y que los riesgos que supone su aplicación puedan mantener dentro
de los rangos aceptables.
La cuestión, sostuvo la funcionaria, es que
“tenemos que tomar decisiones acerca de las medidas adecuadas en la relación
con las políticas científicas, de salud pública y de asignación de recursos
para prevenir los riesgos, hasta donde sea posible, y tener una idea más clara
de las consecuencias previsibles para las futuras generaciones.
Además, explicó, lo anterior no sólo concierne
a los especialistas; “idealmente toda la sociedad debería ser capaz de alcanzar
un pensamiento bien informado y crítico acerca de las cuestiones que le atañen,
de formarse una conciencia ética y social más clara sobre las ventajas y los
problemas que generan la ciencia y la tecnología”.
“Cuando pensamos en problemas concretos como,
por ejemplo, la nueva medicina genómica, las nuevas tecnologías reproductivas,
los organismos genéticamente modificados, los transplantes de órganos, nos
damos cuenta del enorme impacto que tiene sobre los valores humanos”, manifestó
Olga Hansberg.
Es, pues, imprescindible pensar en la educación
de la sociedad, en la formación de especialistas en bioética, en las maneras adecuadas
de establecer políticas públicas, en la ética de la investigación biomédica y
en los problemas que surgen de la propiedad intelectual al respecto.
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FOTO 1
La clonación
humana con fines reproductivos es éticamente inadmisible; afecta y viola la
esencia misma de la dignidad humana, afirmó el embajador de Uruguay ante la
UNESCO, Héctor Gros Espiell, en el Instituto de Investigaciones Filosóficas de
la UNAM
FOTO 2
Olga Hansberg,
coordinadora de Humanidades de la UNAM, inauguró el Seminario Regional de
Bioética, que inició hoy en el Instituto de Investigaciones Filosóficas de esta
casa de estudios