07:00 hrs. Marzo 2 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0191

Ciudad Universitaria 

 

CADA VEZ DESTINAN MENOS RECURSOS AL SECTOR AGRÍCOLA

 

·       Carlos Javier Cabrera Adame, de la Facultad de Economía de la UNAM, señaló también que las actividades productivas del campo no son prioridad para la política nacional

·       Por su parte, Ramiro Arroyo Sepúlveda, también de la FE, consideró que la agricultura ha disminuido su participación en la generación del producto interno bruto

·       Participaron en la mesa redonda "La producción de alimentos y el campo mexicano"

 

Falta interés del gobierno federal para impulsar las actividades productivas del campo, lo cual demuestra que el sector agrícola no es una de las prioridades de la política nacional, afirmó Carlos Javier Cabrera Adame, de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.

 

El académico universitario apuntó que debido a la política de contracción aplicada en las dos últimas décadas, el gasto público que se destina al sector agropecuario ha disminuido de manera permanente.

 

Señaló que para el presente año se destinaron al fomento de la producción agropecuaria 91 mil 507 millones de pesos, es decir, 6.3% del gasto público, cuando en años anteriores la asignación en ese rubro representó hasta el 20%.

 

En la mesa redonda "La producción de alimentos y el campo mexicano", organizada por la FE, destacó que únicamente el 20% de la superficie del país es susceptible de ser cultivada, 84% de la cual tiene extensiones inferiores a las cinco hectáreas, lo que imposibilita la introducción de tecnología moderna, impidiendo la competitividad y la generación de excedentes o un mejor nivel de vida para los campesinos.

 

Por su parte, Ramiro Arroyo Sepúlveda, también de la FE, consideró que la agricultura ha disminuido su participación en la generación del Producto Interno Bruto. En la última década del siglo XX, su contribución fue del 5% aproximadamente.

 

Comentó que en México, dado que la geografía no es muy adecuada para el desarrollo agrícola, y la disminución del gasto público destinado al sector, se han modificado los patrones de cultivo, donde los granos no son prioritarios, menos aún con la inserción de México al mundo globalizado y a los tratados comerciales firmados en los años recientes.

 

De esa manera, la agricultura tradicional, dirigida a la alimentación, tiende a una disminución drástica, mientras que otros cultivos, fundamentalmente de exportación, son los que tienden a la alza. "Tenemos una polaridad en el sector agrícola tremenda: esa gran cultura milenaria de producir para la autosuficiencia y con excedentes alimentarios, no interesa en este momento", puntualizó.

 

El nuevo concepto de autosuficiencia alimentaria no radica en la necesidad de producir lo que comemos, sino en la prioridad de contar con recursos económicos para comprar lo que consumimos, indicó.

 

Por último, hizo referencia a la actual Reforma Fiscal en la cual se impuso un impuesto de 20% a las bebidas que utilizan alta fructuosa para su producción. No obstante, por presiones internacionales se tendrá que congelar esta iniciativa.

 

Ya no se aplicará el impuesto "porque pega fuertemente a las importaciones de alta fructuosa y de maíz amarillo. Es una cadena: no sólo estamos perdiendo autosuficiencia alimentaria, sino también la capacidad de autodeterminación".

 

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