Boletín UNAM-DGCS-0127
Ciudad
Universitaria
LA JUSTICIA
MUNDIAL DEBE RECONOCER LOS DERECHOS HUMANOS: SERGIO GARCÍA RAMÍREZ
·
El juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y miembro de la
Junta de Gobierno de la UNAM, demandó instrumentar normas con vigencia y
plenitud universal
·
Participó en el VII Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional,
organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas
Para construir una verdadera justicia mundial
es necesario crear instrumentos internacionales en los que se reconozcan los derechos
humanos y se funde su ejercicio, además que ese arsenal normativo tenga
vigencia y plenitud universal o por lo menos regional en América.
Aseguró lo anterior Sergio García Ramírez, juez
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y miembro de la Junta de
Gobierno de la UNAM, durante su participación en el VII Congreso Iberoamericano
de Derecho Constitucional, organizado por el Instituto de Investigaciones
Jurídicas (IIJ) de esta casa de estudios.
Agregó que una asignatura pendiente en este tema
es integrar a toda América en el régimen de la convención Americana de Derechos
Humanos, ya que Estados Unidos y Canadá aún no forman parte de este sistema.
García Ramírez aseguró que también es necesario
crear un sistema de jurisdicción contencioso que resuelva litigios y establezca
derechos y responsabilidades; así como que los individuos acudan ante los
órganos jurídicos con una doble armadura: la de sus derechos sustantivos pero
también sus derechos procesales.
El investigador del IIJ consideró que es
indispensable contar con medios para supervisar y exigir el cumplimiento de las
resoluciones que tome la Corte Interamericana de Desarrollo.
Sostuvo que a nivel mundial "hemos
construido un sistema tutelar y frondoso de protección a los derechos humanos
con sendas declaraciones, normas constitucionales que amparan a los seres
humanos y con un complejo sistema jurisdiccional y no jurisdiccional.
El acceso a la justicia tiene un doble sentido,
por un lado formal, con la posibilidad de llegar a este acceso y, por el otro,
uno material o rea; es decir obtener en realidad la satisfacción de las
pretensiones que esgrimimos ante el tribunal.
"El verdadero acceso a la justicia es la
satisfacción de esas pretensiones. No accede a la justicia quien no la recibe",
acotó el ex procurador general de la República.
Recordó que México tiene una tradición singular
en el escenario internacional ya que ha sido un luchador en ese ámbito, pero al
mismo tiempo ha sido reticente o cauteloso. Por ejemplo, nuestro país llegó a
la conferencia de la Convención Americana sobre Derechos Humanos en 1969 con
dudas acerca de sí debía o no existir una corte sobre derechos humanos.
Por ello, México no suscribió dicha convención,
se adhirió a ella hasta 1982 y aceptó la jurisdicción contenciosa de la CIDH en
1998, concluyó.
-o0o-