Boletín UNAM-DGCS-0111
Ciudad
Universitaria
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El Director de la Facultad de Derecho
aseguró que ésta siempre ha dado sentido y claridad al Estado mexicano
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Existe el riesgo de modificarla en un
sentido retardatario: Miguel Covián Andrade, catedrático de la División de
Estudios de Posgrado
La Constitución de
1917 ha dado sentido y claridad al Estado mexicano y sus preceptos siguen
siendo válidos pese a las voces permanentes que claman por su derogación,
afirmó Fernando Serrano Migallón, director de la Facultad de Derecho (FD).
Al participar en la
mesa redonda para conmemorar el 85 aniversario de la Carta Magna, el
funcionario universitario sostuvo que la estructura central del Gobierno
Federal está dada por esta Constitución, que no es solamente un documento
jurídico, sino un pacto social entre los mexicanos, que enaltece los valores
que quiere preservar la nación mexicana, indicó Serrano Migallón.
El catedrático de la División de Estudios
de Posgrado de esa facultad, Miguel Covián Andrade, aseguró que la Constitución
del 17 tiene muchos elementos sustantivos que deben conservarse y que deben
protegerse ante el riesgo inminente de modificarla en un sentido retardatario.
“Muchos de los que plantean esta posible
modificación de la Constitución mexicana del 17, o la creación de una nueva, lo
que pretenden es regresar a un modelo de Estado correspondiente al siglo XIX, a
un Estado liberal de derecho en el que se pierda por completo la parte social y
económica de nuestra Constitución”, indicó.
En el
auditorio Eduardo García Máynez de la FD, señaló que la Carta Magna ha tenido
una vigencia fructífera porque la democracia social -que por primera vez quedó
establecida en ella- sigue siendo la vía que permite hacer compatibles los
derechos de las personas y de la sociedad.
Si se comparara el
trabajo de los constituyentes del 17 con el estado actual de nuestra
Constitución, afirmó, era mucho mejor que el realizado por distintos cuerpos
legislativos que la han modificado en términos generales, afirmó.
Quienes plantean un
cambio sin explicar cuál podría ser su contenido “nos están invitando a caer en
la trampa de abrir una discusión sobre una posible nueva Constitución
aparentemente genérica y democrática, pero cuyo objetivo real es eliminar la
parte social de nuestro constitucionalismo”, subrayó Covián Andrade .
En este momento,
agregó, hay más riesgos de que el constitucionalismo social mexicano resulte
debilitado mediante esa discusión, que las posibles ventajas que se podrían
alcanzar a través de una redefinición estructural de la Constitución.
Por ello, lo mejor
que podemos hacer es respetar y acatar la Carta Magna en su esencia porque
todavía en México hay fallas estructurales que impiden que la democracia política
sea real.
En su oportunidad,
el director del Seminario de Sociología de la Facultad de Derecho, Jorge Islas
López, afirmó que más que una nueva constitución México requiere de una cultura
en donde se vea a la Carta Magna no como un libro de recetas mágicas para que
todo se pueda solucionar, sino como un documento que permite gobiernos
estables.
Las leyes hacen
posible que un Estado busque sus ideales cumplidos como la soberanía, el
bienestar popular, y permiten la creación y generación de oportunidades. “Si la
Constitución mexicana del 17 nos está dando esa oportunidad no la
desaprovechemos”, señaló el catedrático universitario.
Islas López indicó
que no se puede aspirar a tener buenos gobiernos sin contar con buenos instrumentos
de gobierno, y el instrumento matriz de cualquier Estado es su Constitución.
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Los preceptos de
la Constitución de 1917 siguen siendo válidos, pese a las voces que claman su
derogación, afirmó Fernando Serrano Migallón, director de la Facultad de
Derecho