Boletín
UNAM-DGCS-0067
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Pies de fotos al final del boletín
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El gobierno debe ofrecerles acceso a salud, educación, cultura y mejores
niveles de vida: Mónica Cervantes, coordinadora del proyecto Ednica
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Participó en la mesa redonda Factores de riesgo que expulsan al niño a
vivir en la calle, realizada en la Escuela Nacional de Trabajo Social
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Un niño en riesgo es menor de 17 años, tiene problemas de alimentación,
salud, educación y sus derechos son violados
Debemos adoptar un
papel más activo y contribuir en la solución y prevención de la problemática de
los niños de la calle, ya que todos tenemos algún grado de responsabilidad como
sociedad, afirmó Mónica Cervantes, coordinadora del proyecto Familias de la
Asociación Educación con el Niño Callejero (Ednica).
Al participar en la
mesa redonda Factores de riesgo que expulsan al niño a vivir en la calle,
realizada en el auditorio “Antonio Sánchez Rosado” de la Escuela Nacional de
Trabajo Social (ENTS), la psicóloga señaló que dicho fenómeno no sólo está
relacionado con los menores en sí, sino con sus espacios, como la escuela, la
familia y la comunidad.
Además, consideró, el
gobierno debe realizar una revisión de las políticas públicas y de distribución
del ingreso, para ofrecerles acceso a salud, educación, cultura y mejores
niveles de vida.
Aclaró que aunque
estos pequeños provienen de sectores pobres, no necesariamente todos optan por
esta forma de vida, pues eso está más relacionado con la historia de cada uno.
En su oportunidad,
Iliana Díaz Vallejo, coordinadora del proyecto Niños en riesgo, de Ednica,
destacó la importancia de la prevención de este problema que conlleva menores
costos psicológicos y sociales, así como de impacto económico, institucional y
social.
Un niño en riesgo,
dijo, es menor de 17 años, realiza la mayoría de sus actividades en la calle y
tiene serios rezagos en salud y educación; por lo regular, vive en un hogar
caótico, presenta deficiencias de aprendizaje y, con frecuencia, no se le
respetan sus derechos humanos.
Además, abundó, estos
niños pasan pocos tiempos de recreación y convivencia con sus padres, sufren
maltrato psicológico, principalmente, y el nivel de confianza con su familia es
muy bajo.
Por su parte, Rocío
Saldaña, de la ENTS, señaló que este tipo de niños no siempre salen a trabajar
para contribuir al ingreso familiar, y se consideran la causa de los conflictos
en sus hogares.
A éstos se deben sumar
los que huyen de sus casas como “niños valientes”, quienes comúnmente se ven
envueltos en circunstancias lamentables como la drogadicción, el abuso y la
prostitución.
Finalmente, Carlos
Ávila, también de la ENTS, sostuvo que la expresión “niños de la calle” es
menos un concepto y más un calificativo, es decir, deberíamos hablar de niños
en condiciones de abandono porque en realidad no fue la calle quien los generó.
Por ello, manifestó,
dicho término debe referirse a la pobreza extrema, relacionada con la falta de
oportunidades de trabajo y no con un modo de vida.
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Pie de foto 1
Mónica Cervantes, coordinadora del proyecto
“Familias” de la asociación Ednica, participó en la mesa redonda Factores de
riesgo que expulsan al niño a vivir en la calle, realizada en la Escuela
Nacional de Trabajo Social de la UNAM
Pie de foto 2
Iliana Díaz
Vallejo, coordinadora del proyecto Niños en riesgo, destacó la importancia de
la prevención de este problema, y la reducción en los costos que eso
significaría