06:00 hrs. Enero 17 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0048

 

 

Pies de fotos al final del boletín 

 

INTERÉS POR IMPULSAR EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE: ROGELIO CASTILLO

 

·        Con el aprendizaje significativo los alumnos podrían recuperar, activar o generar mayor cantidad de conocimientos e investigaciones

·        Son importantes los apoyos materiales y audiovisuales que se les proporcionen

 

El interés por darle otra dimensión al proceso de enseñanza-aprendizaje se ha generalizado entre los profesores, afirmó Rogelio Castillo Trápala, de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS).

 

Desde la década pasada, se reimpulsó el aprendizaje significativo, para que los alumnos puedan recuperar, activar o generar mayor cantidad de conocimientos, señaló el pedagogo.

 

Asimismo, dijo, estas técnicas pueden ser una herramienta útil para orientar la atención del alumno y fomentarle el hábito del estudio y de la investigación por iniciativa propia.

 

El aprendizaje significativo, explicó, constituye una forma diferente de concebir el proceso de enseñanza. Por este medio, el alumno relaciona de manera sustancial la nueva información con sus conocimientos y experiencias para que al final sea el responsable de su aprendizaje y no un mero receptor de datos.


La eficacia de este aprendizaje depende de que su aplicación sea permanente, para lo cual se requieren dos condiciones: el material (textos, recursos audiovisuales y anotaciones en el pizarrón), los cuales deben tener relación sustancial, estructural y organizativa con el tema a tratar, y los alumnos, quienes deben ser estimulados por el profesor para que adopten una actitud de disposición y apertura hacia la adquisición de conocimientos.

 

Este proceso, precisó, se desarrolla en tres fases. En la primera, se le expone el material al alumno; aunque el docente debe tomar en cuenta que sus discípulos sólo perciben “cosas” aisladas, algunas de las cuales memorizan.

 

En la intermedia, el estudiante encuentra relaciones y similitudes de esos conocimientos con sus experiencias personales; sin embargo, esta etapa no va más allá del código y los conocimientos que posee.

 

En la fase terminal, abundó, el alumno trasciende dicho código y lo plasma en mapas conceptuales y esquemas de trabajo, es decir, organiza, integra e, incluso, aplica sus nuevos conocimientos.

 

Castillo Trápala mencionó que una de las estrategias de enseñanza para promover el aprendizaje significativo consiste en orientar la atención del alumno y hacerle ver qué se le va a demandar en este proceso.

 

Otra, dijo, está relacionada con activar o generar conocimientos previos. Son estrategias para determinar qué tanto saben los alumnos y de qué manera le puede servir esta información.

 

Al organizar la información, el docente debe desplegar las habilidades del alumno para que pueda manejar los recursos y hacer más eficaz su aprendizaje.

 

Promover el enlace entre conocimientos previos y nuevos, también es una estrategia de enseñanza, la cual busca generar más inquietudes en los estudiantes, y el interés por investigar y adquirir conocimientos de manera independiente.

 

Finalmente destacó la importancia de que al iniciar un curso, asignatura o tema, el profesor plantee claramente sus objetivos, y eche mano de recursos didácticos como las ilustraciones, los resúmenes, las analogías y los cuestionarios, entre otros.

 

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Rogelio Castillo Trápala, de la Escuela Nacional de Trabajo Social, dijo que entre los profesores hay un interés generalizado por darle otra dimensión al proceso de enseñanza-aprendizaje