Boletín UNAM-DGCS-0047
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final del boletín
LAS EMPRESAS REFRESQUERAS OBTENDRÁN GRANDES GANANCIAS AÚN CON LA
UTILIZACIÓN DE AZÚCAR
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Se debe “desdramatizar” este asunto, pues no se trata de un conflicto de
fondo: académicos de la Facultad de Economía de la UNAM
·
México necesita preocuparse menos por los asuntos externos y buscar
mercados para colocar el endulzante nacional
·
Debemos apoyar a los productores de caña para fortalecer la economía
nacional
La inconformidad por el impuesto a los refrescos
que utilizan en su elaboración la alta fructuosa no es un conflicto de fondo.
Debe “desdramatizarse” porque los productores de bebidas gaseosas no dejarán un
negocio que les aporta grandes ganancias, afirmaron académicos de la Facultad
de Economía de la UNAM.
Advirtieron que México necesita invertir más
para apoyar a los productores internos y preocuparse menos por los asuntos
externos, así como buscar mercados para colocar el azúcar nacional.
En conferencia de prensa, realizada en la Sala
Octaviano Campos Salas de la FE, el catedrático Javier de Jesús Aguilar aseguró
que es un “chantaje” la presión de los importadores de maíz, almidones y alta
fructuosa, porque junto con el trigo y la leche descremada en polvo, durante años
gozaron de la exención del pago del arancel previsto en el Tratado de Libre
Comercio con América del Norte (TLCAN).
En tanto que el catedrático Carlos Quevedo Procel destacó la necesidad de
defender a México, pero no a través del proteccionismo a la industria de
importación ni con trabas, sino mediante nichos de mercado para la exportación
del azúcar, porque se tienen 500 mil toneladas excedentes del dulce que deben
venderse.
Entonces, dijo, nunca se preocuparon de que
esta medida disminuyera los empleos en el campo, de manera que “no estamos de
acuerdo en que estos señores presionen al gobierno, el cual ha cedido para que
no se pague el arancel respectivo”.
Además de ser una situación incongruente con
los gobiernos que se dicen preocupados por eliminar el déficit de las finanzas
públicas, los importadores de maíz, trigo y leche descremada en polvo, tienen
que pagar el impuesto que se establece en el TLCAN.
Subrayó que en términos absolutos utilizar alta
fructuosa en la elaboración de refrescos reduce los costos de producción se
reducen a una cuarta parte en comparación con los del azúcar.
Explicó que una tonelada de alta fructuosa vale 250 dólares, mientras
una de azúcar 500, además de que la primera tiene el poder endulzante de casi
el doble.
Agregó que se producen alrededor de cinco millones de toneladas de azúcar, de
los cuales el 55% se utiliza en las más de 200 plantas embotelladoras de
refrescos en México.
Informó el especialista, se producen 600 mil
hectáreas de caña de azúcar en 60 ingenios, ubicados en 15 estados de la
República y se generan 385 mil empleos. Guerrero, Oaxaca y Chiapas, son las
entidades que aportan la mayor cantidad de mano de obra dedicada a labores
pesadas.
Al señalar que México es uno de los más
importantes consumidores de refresco en el mundo, dijo que se ingieren 100
millones de botellas de refresco de 333 mililitros diarios, es decir, una por
persona. Esto muestra que es uno de los negocios más fructíferos en el país,
por lo que no dejarán de invertir.
Estados Unidos, apuntó, consume nueve millones
de toneladas de azúcar cerca de 12 millones de edulcorante derivados del
almidón del maíz.
Tanto el país del norte como la Unión Europea
establecieron un precio mínimo de garantía para el periodo 1996-2001 arriba de
18 centavos de dólar por libra para el azúcar morena y más de 22.9 centavos de
dólar para el refinado de remolacha. En el primero, hay un elemento de
distorsión al libre encuentro de la oferta y la demanda.
Añadió que el programa azucarero en Estados
Unidos significa 472 dólares por acre, lo que representa más de 11 mil 300
pesos mexicanos por hectárea.
El gobierno estadounidense, abundó, sólo le
acepta a México una cuota de 25 mil toneladas de azúcar, comparada con los dos
millones de toneladas que requiere muestra que es un TLCAN de mucha injusticia
para los mismos acuerdos.
Por su parte, el también académico de la FE,
José Antonio Romero Sánchez, puntualizó que si se cobrara el arancel a las
importaciones de alta fructuosa, el gobierno debería percibir cerca de 28
millones de dólares.
Por ello, coincidió en que mientras los
productores norteamericanos realizan un “chantaje” al gobierno mexicano, éste ha mostrado falta de interés a pesar de
que la medida sometió al campo mexicano a una crisis sistemática cada vez más
alarmante.
Prueba de esto, argumentó, es que además de los
más de 350 mil empleos directos generados en la producción de caña de azúcar,
de manera indirecta se crean 650 mil, traducido a nivel familiar son 2.5
millones de habitantes que se benefician.
Este es un sector que debió ser protegido por
el gobierno, lo que demuestra su falta de voluntad, de visión económica, ante
una situación que se traduce en problema social.
A su vez, el catedrático Carlos Quevedo Procel
indicó que otro inconveniente es que México tienen deficiencias en la
localización de mercados, pues los 15 países que conforman la Unión Europea
(UE) son grandes consumidores de azúcar, al igual que Estados Unidos, y no
llega a ninguno de ellos.
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PIES DE FOTO
FOTO 1
Carlos Quevedo Procel, académico de
la Facultad de Economía de la UNAM, dijo que México necesita defenderse
mediante nichos de mercado para la exportación del azúcar
FOTO 2
Javier de Jesús Aguilar, catedrático
de la Facultad de Economía de la UNAM, señaló que es un “chantaje” la presión
de los importadores del maíz y alta fructuosa porque durante años gozaron de la
exención del pago del arancel previsto en el TLCAN
FOTO 3
José Antonio Romero Sánchez,
profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, habló en conferencia de prensa
sobre la alta fructuosa y las consecuencias del impuesto especial a este
edulcorante utilizado en la elaboración de refrescos