06:00 hrs. Enero 12 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0035

 

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POSIBLE, MEJORAR LA CALIDAD DE LA ENSEÑANZA

 

·        Los profesores deben capacitarse y aplicar métodos actuales: Laura Zapata Aguilar

·        A pesar de las ventajas que implica, persiste la resistencia de muchos docentes

 

Es posible mejorar la calidad de la enseñanza si se aplican métodos actuales o novedosos en los diversos niveles educativos. Empero, existe resistencia de muchos profesores para asistir a cursos que los pongan al día en teorías e ideas. En el caso de la Universidad Nacional, los catedráticos tienen grandes posibilidades gracias al Programa de Actualización Docente.

 

Así lo aseguró Laura Zapata Aguilar, profesora de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, quien explicó que en esos cursos se incluyen, entre otros temas, el desarrollo de habilidades mentales. "No se trata de enseñar a enseñar a los profesores, sino de intercambiar y aportar experiencias, así como de promover el intercambio académico para mejorar su actividad".

 

A pesar de que la escuela activa presenta ventajas sobre la tradicional como la construcción del conocimiento por parte del alumno, y de que este tipo de enseñanza debería ser incorporada en todos los niveles educativos, incluido el superior, los catedráticos no la aplican.


La especialista, creadora de la clasificación de escuela tradicional y activa, refirió que ésta, también llamada "nueva" se caracteriza por tener en el centro del aprendizaje al estudiante y considerarlo como un individuo que trae al aula conocimientos previos. La tradicional lo percibía de manera pasiva, como receptor, como individuo que no sabe y que es un "recipiente vacío".

 

La nueva escuela promueve la actividad de los estudiantes, es decir, prefiere proveer a los alumnos con espacio, material y recursos didácticos para que puedan trabajar, en vez de utilizar sólo la retórica. Emplea para el aprendizaje, además de la memoria, la comprensión y el análisis.

 

En la educación superior se puede lograr esa escuela mediante ejercicios, mapas conceptuales y otras estrategias de enseñanza-aprendizaje para que el estudiante llegue a los niveles de comprensión, análisis, síntesis y evaluación, que debe alcanzar un universitario.

 

En la escuela tradicional, añadió la especialista, el profesor establece cómo son las normas. En la nueva se pretende que el trabajo grupal, el diálogo, la comunicación y la integración generen la disciplina. Asimismo, en esta última los programas de estudios son flexibles y cada estudiante tiene su propio plan de trabajo y compromiso para elaborarlo.

 

Otra diferencia es que cada sujeto es importante en el grupo, el cual no es un adherido de individuos. "Esta es una crítica a la escuela tradicional, donde los grupos son muy numerosos y no se llega a conocer a los alumnos".

 

La escuela tradicional se caracteriza porque el profesor promueve la copia de textos o frases y el principal método de aprendizaje es la memoria. Los programas son rígidos y no susceptibles de cambios; también se establece que el lenguaje o verbalización por sí solo generan el aprendizaje.


En tanto, la escuela nueva provee materiales didácticos y el uso de imágenes, carteles, debates y herramientas novedosas como la multimedia y las videoconferencias.

 

De ahí, la importancia de incorporar la nueva escuela a la educación. En el caso del nivel superior, puede tratarse de conocer a los estudiantes aún cuando sean numerosos, integrarlos, hacer trabajo teórico y práctico en el aula, permitir el establecimiento de la disciplina en conjunto y que los alumnos asuman su propio plan de trabajo.

 

Asimismo, añadió Zapata Aguilar, debe tomarse en cuenta el humanismo y motivar a los alumnos a tener una vida integral independientemente de los contenidos académicos cuyo cumplimiento es necesario en el aula.

 

Advirtió que la masificación de la educación puede propiciar una enseñanza estándar, como ya ocurrió en el nivel primaria. En contraste, en el posgrado, donde se tiene la ventaja de contar con un número mucho menor de estudiantes, las técnicas de seminario contribuyen al análisis, la reflexión y la investigación. Ahí, "trabajan con esta escuela que no es tradicional".

 

Mencionó que hay que seguir trabajando para incorporar estas ideas y otras, como la pedagogía crítica -donde se invita al profesor a reflexionar sobre su quehacer y a los alumnos a opinar si les gusta la actividad dentro del aula y a participar en su propia evaluación- a la enseñanza.

 

Finalmente, señaló que la teoría constructivista, la más novedosa, es la que da más aportes a la educación en la actualidad. "La escuela nueva, iniciada en la década de 1920, fue sólo el primer paso".

 

 

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La enseñanza activa, cuya principal ventaja sobre la tradicional es la construcción del conocimiento por parte de los alumnos, debe ser incorporada en todos los niveles, dijo Laura Zapata Aguilar, de la Escuela Nacional de Trabajo Social