Boletín
UNAM-DGCS-0028
SIGNO DE
DEMOCRACIA, EL QUE PRI, PAN Y PRD INSCRIBAN A DOS CANDIDATOS A SUS RESPECTIVAS DIRIGENCIAS
·
Significaría que en México hay suficiente liderazgo partidista
·
Ramón Martínez Escamilla, del Instituto de Investigaciones Económicas,
opinó sobre las seis principales candidaturas
Si en las próximas
elecciones de los dirigentes nacionales de los tres mayores partidos políticos
de México, cada uno inscribe a dos candidatos, significará que la democracia se
establece lenta pero irreversiblemente, señaló Ramón Martínez Escamilla, del
Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.
El coordinador del
Área de Estado y Economía del Sector Público del IIEc agregó que lo anterior
indicaría que dentro de cada partido los intereses se han polarizado
positivamente, o bien, se han conciliado, de manera que puede haber fórmulas
binominales –dos planillas en cada partido–, lo cual indicaría que en México
hay suficiente liderazgo partidista.
En el caso del PRD,
sostuvo que las candidaturas más o menos bien pronunciadas son las de Rosario
Robles y Jesús Ortega, quienes “representan dos modalidades de una misma gran
vertiente de pensamiento y acción política”: la de la primera, abiertamente
institucional, y la del segundo, popular, gremialista y sindicalista. Ambas,
indicó, son perfectamente conciliables y juntas haría un gran liderazgo dentro
del partido. Sin embargo, dijo, la situación dentro de ese partido es más dispar
que en el PRI y el PAN.
El PRI, señaló, tiene
dos contendientes claros: Roberto Madrazo, ex gobernador de Tabasco, y Beatriz
Paredes, ex gobernadora de Tlaxcala, y actual lideresa del Congreso de la
Unión. Aquí, comentó Martínez Escamilla, están jugando dos corrientes
importantes: la del primero, muy beligerante, fuerte y altamente contestataria,
incluso dentro del propio partido, frente a la de la segunda, “una candidatura
muy atemperada, reposada, de una gran experiencia en la administración pública
y de un conocimiento extenso y profundo de la vida política nacional”, justo a
la medida de lo que requiere el PRI para recuperar los liderazgos mayoritarios
que tuvo en el pasado.
La fórmula ideal para
hacer el trabajo de reestructuración interna que el PRI requiere, afirmó,
“sería que la señora Paredes fuera a la presidencia y Madrazo a la Secretaría
General”. Este partido, dijo, “puede volver a posicionarse fuertemente sobre
todo si se hace de un liderazgo reflexivo, culto, bien intencionado”.
El PAN, partido que
ocupa la presidencia de nuestro país, ha expresado dos candidaturas: la de
Felipe Bravo Mena, de grandes alcances y capacidades políticas, así como de una
gran trayectoria, por el trabajo ideológico, político y práctico que ha hecho
dentro del partido; y la de Carlos Medina Plascencia, ex gobernador de
Guanajuato, quien es un operador político eficiente, resaltó Martínez
Escamilla.
En su opinión, Medina
Plascencia lleva ventaja sobre Bravo Mena, porque, además de su experiencia
política, es un hombre de partido probado y un gran concertador de voluntades,
lo que lo llevaría a tomar mejores decisiones. “Son tan buenos ambos para los
efectos internos del partido, que debiera conciliarse también una fórmula en la
que ambos se acompañaran, lo cual reflejaría madurez y disciplina política”.
Martínez Escamilla
comentó que en las próximas elecciones de sus dirigentes, a realizarse en
febrero y marzo, los tres principales partidos de México deben hacer caso a las
juventudes, “porque en ellas está el voto mayoritario”.
Aseguró que dichos
procesos deben ser transparentes, confiables y eficientes “para efectos de
lograr la renovación partidista que se espera”. Si alguno incurriera en lo
contrario, insistió, “estaría perdido para siempre jamás en la vida política
del país”.
México, explicó, necesita
consolidar una nueva plataforma política, económica, social, cultural, ética y
moral, a través de la presidencia de los partidos políticos, para que se
recupere la credibilidad en ellos y sean vistos como organismos capaces de
formular nuevas esperanzas a los mexicanos.
La nación es muy
compleja, en ella conviven muchas culturas y puntos de vista “que hay que saber
conjugar, hilvanar en una sola visión profundamente humana con apego a los
derechos humanos. Hay grandes tesoros que todavía podemos rescatar y encuadrar
de mejor manera en el sistema político nacional”.
-oOo-
PIE DE FOTO
Ramón Martínez
Escamilla, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, aseguró que
si en las próximas elecciones de los dirigentes del PAN, PRD y PRI hubiera dos
planillas en cada uno, significaría que en México la democracia va lenta, pero
es irreversible