06:00 hrs. Enero 5 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-013

 

 

 

Pie de foto al final del boletín

CREAN NOVEDOSO SISTEMA DETECTOR DEL COLOR DE LA GRASA BOVINA

 

·        El invento evitará pérdidas multimillonarias a los ganaderos productores y exportadores de carne y quizá a los fruticultores

·        La pigmentación amarillenta de la grasa de los animales es la causa de las pérdidas

 

A fin de evitar pérdidas millonarias a ganaderos mexicanos productores y exportadores de carne de bovinos, principalmente a Estados Unidos, investigadores de la UNAM idearon un novedoso sistema de detección del color de la grasa en los animales (en proceso de ser patentado).

 

Ese tipo de animales presenta el problema de tener una pigmentación amarillenta en la grasa que se localiza sobre la carne, sólo detectable cuando son sacrificados. Este hecho, que parecería trivial, causa pérdidas de millones de pesos a los ganaderos, quienes no pueden exportar el producto por esa situación o lo venden a un precio por debajo del real.

 

Domingo Rangel Miranda, integrante del Departamento de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (FATA), del Instituto de Física de la UNAM, ubicado en Juriquilla, Querétaro, señaló que este problema es provocado por el tipo de forraje que consumen, pues contiene un compuesto orgánico beta caroteno, el cual es sintetizado por el animal y llevado al tejido adiposo.

 

De esa manera, se planteó la posibilidad de hacer un instrumento capaz de prever qué color tiene la grasa del animal, antes de ser sacrificado en el rastro.

 

Asimismo, Rangel Miranda señaló que este sistema tiene potenciales aplicaciones en otro tipo de ganado o en la fruticultura, donde la percepción que tiene el consumidor acerca del color es importante.

 

El mecanismo consta, principalmente, de dos partes: la óptica y la electrónica de detección.

 

Explicó que la primera cuenta con una fuente de luz que es introducida al animal mediante fibra óptica y una aguja hipodérmica que llega a la capa de grasa. Por reflexión difusa se obtiene la información del color.

 

Los datos contenidos en la luz difusa señalan las bandas espectrales en las cuales ese compuesto orgánico se ha absorbido o reflejado. Para descifrarla se hace regresar al sistema óptico, donde mediante lentes colimadores se hace converger la luz en un solo punto y  un prisma dispersor la descompone.

 

De esa forma, se obtienen los componentes principales del espectro, es decir, las bandas espectrales de absorción y reflexión del beta caroteno. “Tenemos tres sensores ópticos que detectan la cantidad e intensidad de la luz en cada una de esas bandas”.

 

Una vez que son detectadas, las bandas de interés son metidas en un circuito electrónico generador de la representación de un algoritmo matemático hasta obtener el número que corresponde a cierto color de grasa.

 

“En este caso, añadió el ingeniero, los colores van desde el blanco hasta el amarillo intenso, casi anaranjado-rojo.  Hemos dividido esa gama de tonos en una escala que va de uno a diez”.

 

Todo el sistema se encuentra en una caja que debe estar totalmente sellada porque cualquier paso de luz exterior podría afectar las mediciones, aclaró.


De ese modo, los ganaderos tendrán el control de calidad preciso sobre el color de la grasa de los bovinos, basado en un método reproducible científicamente. El sistema podría tomarse como norma en cualquier rastro y en cualquier condición. Hasta ahora, ese método era sólo visual y, por lo tanto, subjetivo, porque dependía de las condiciones de trabajo y la iluminación con la que se realizara la inspección.

 

Rangel Miranda señaló que este método es único. “Existen otros de uso industrial que miden el color de pinturas, cartón, papel o plásticos, pero para grasa es el primero de su tipo internacionalmente”.

 

Está previsto que el sistema pueda ser llevado a donde es requerido, es decir, al campo, por lo que su diseño es robusto, de forma que soporte el ajetreo del trabajo con ganado. El objetivo es que antes de vender a los animales el propietario pueda clasificarlos de acuerdo con la cantidad de beta caroteno contenida en la grasa.

 

Gracias a este método se podría modificar la dieta del ganado y corregir el color de la grasa, de forma que al exportarlo cumpla con los requerimientos y se pague por él un precio justo.

 

En estos momentos, los integrantes del FATA involucrados en el proyecto buscan hacer más eficiente el sistema en relación con su consumo energético. “No tenemos una fuente de energía portátil, sino que trabaja con pilas, por lo cual es necesario optimizar la parte óptica del método para obtener mayor rendimiento, para más horas”, añadió.

 

Con la potencia actual, el sistema es capaz de hacer mediciones durante ocho horas continuas, luego de las cuales es necesario recargar las baterías. En ese lapso, el número de animales en los cuales se determinaría el color de la grasa dependería de la habilidad de la persona que realice las pruebas.

 

Las mediciones se pueden hacer en pocos minutos, en lo que se acomoda el animal y se le inyecta con el agua hipodérmica para introducirle el haz de luz y obtener el número correspondiente al color de su grasa.

 

También se trabaja con el fin de hacer el sistema lo más pequeño posible, de modo que se transporte con facilidad, en especial, porque tendrá su principal uso en el campo, concluyó.

 

 

– o0o –

PIE DE FOTO

 

La pigmentación amarillenta en la grasa que se localiza sobre la carne origina pérdidas millonarias a ganaderos, puntualizó Domingo Rangel Miranda, del Instituto de física.