06:00 hrs. Enero 3 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-007

 

 

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POLÍTICAS INADECUADAS DESALIENTAN LA PRODUCCIÓN DE  CALZADO PARA EL MERCADO INTERNO

 

·        Con ello se ha dañado a la pequeña empresa, afirmó María Elena Jarquín Sánchez, del CEIICH

·        A esta problemática se unen la pérdida del poder adquisitivo y el descenso de los niveles de calidad de vida

·        México exporta el 95 por ciento de su calzado a Estados Unidos

 

En México, las políticas gubernamentales han desalentado la producción de calzado para el mercado interno, al estar basadas, principalmente, en la idea de que si se pone todo el peso en las exportaciones el país podría mejorar, afirmó María Elena Jarquín Sánchez, del Centro de Investigaciones Interdisciplinaria en Ciencias y Humanidades.

 

Asimismo, indicó que se ha dañado de manera importante a la pequeña empresa, ya que buena parte de este sector industrial está conformado por artesanos, y a esta política se unen varios fenómenos, como la pérdida del poder adquisitivo de los mexicanos y un descenso en su calidad de vida.

 

A principios de los ochenta, ejemplificó, en el país consumíamos alrededor de tres pares de zapatos por persona al año, mientras que  en la actualidad adquirimos un poco más de un par, esto es, nuestros niveles de consumo han caído y los de vida también, si consideramos que los zapatos de ahora son de menor calidad, mencionó la profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

 

En Tepito, ejemplificó, es posible apreciar cómo la venta de la fayuca ha desplazado a la producción de calzado, porque mientras en el pasado se caracterizó por ser un barrio que comercializaba zapato a bajo costo y de buena calidad, ahora los jóvenes abandonan esta actividad, porque son quienes ven la venta ambulante o el lavado y cuidado de carros como un medio más fácil y rápido de obtener ingresos.

 

En la actualidad, México exporta casi 95% de su calzado a Estados Unidos; sin embargo, esta producción está siendo desplazada por zapatos de buena calidad y bajo precio como los de Checoslovaquia, Rusia y Polonia.

 

Por otro lado, la industria del ramo se ha visto afectada con la introducción al mercado de zapatos elaborados en China, India, Pakistán y Taiwán, los cuales son sintéticos, de menor calidad y más baratos, agregó.

 

Entonces, señaló, el país se encuentra atrapado entre estas dos formas de competencia, lo cual ha provocado el cierre de muchas fábricas y talleres, y demuestra que la política gubernamental de abaratar la fuerza de trabajo para elevar la competitividad no funciona.

 

En ese sentido, sostuvo, la apertura comercial y el libre mercado, ahora tan idealizados, tienen sus bemoles, porque mientras países como Estados Unidos cuidan sus fronteras y tratan de no desalentar la producción nacional, así como proteger a sus productores más desvalidos o menos afortunados, México, al contrario, abre sus fronteras tras el engaño de que al exportar más obtendrá mayores divisas y reactivará la economía.

 

De este modo, el riesgo radica en que como salen mercancías,  entran más sin pagar impuestos y se crea la competencia desleal, porque muchos de los países mencionados subsidian los precios de sus artículos de exportación.

 

En ese contexto, dijo, una posible solución sería que antes de abrir las fronteras se le diera capacitación a los zapateros y estén en posibilidad de defenderse de sus competidores, al producir calzado novedoso, de buena calidad y a un precio accesible, con ello no se reproducirían copias de modelos extranjeros.


 

En efecto, aunque México es el octavo productor mundial de calzado, aún no tiene buenos diseñadores ni una industria que elabore máquinas para elaborar el calzado, incluso mucha de la materia prima se curte con materiales de importación. Asimismo, se debe fomentar el crédito micro empresarial, pero no de tipo prendario.

 

A pesar de todo, la industria del calzado ha resistido muchas pruebas porque los talleres sobreviven con poco y si cierran vuelven a abrir. Tal vez ahora van a comenzar a hacerlo de una nueva manera y ya no será tanto mediante la producción, sino haciendo reparaciones.

 

Otro segmento de esta industria se mantiene de producir calzado para el mercado local, compuesto por gente de ingreso medio que consume calzado de mediana calidad a bajo precio.

 

Finalmente, concluyó, seguirá presente aquel segmento, donde se combinan las tendencias modernas, los mejores diseños y los avances más importantes en confort, lujo y moda.

 

 

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María Elena Jarquín Sánchez, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, afirmó que en México las políticas gubernamentales han desalentado la producción de calzado para el mercado interno.