Boletín UNAM-DGCS-001
Pie de foto al final del boletín
LA DEFORESTACIÓN
EN MÉXICO, ENTRE LAS MÁS ALTAS DEL MUNDO
·
La pérdida de área vegetal es de aproximadamente 600 mil hectáreas
anuales: Julia Carabias Lillo.
· El problema deriva en la puntual aplicación de la ley, opinó la investigadora del IE.
En México, la
deforestación anual es de aproximadamente 600 mil hectáreas, lo cual la sitúa
como una de las más altas del mundo, destacó
Julia Carabias Lillo, investigadora del Instituto de Ecología, al tiempo
de señalar que la superficie de área
vegetal que se ha eliminado por completo en el país es casi de 70 millones de
hectáreas.
En entrevista,
Julia Carabias comentó que el territorio nacional tiene 200 millones de
hectáreas, de las cuales
aproximadamente 130 millones tienen todavía cobertura vegetal (aunque
muchas se utilizan para ganadería) y 70 millones están transformadas para la
agricultura, ganadería o zonas urbanas.
Aclaró que se trata
de cifras aproximadas, toda vez que en el pasado el levantamiento de estos
datos se llevó a cabo con distintas metodologías, pero las estimaciones
permiten establecer un cierto indicador.
Subrayó que los
esfuerzos se han acrecentado durante los últimos años, pero aún son
insuficientes, por lo que es necesario
mayor personal y más recursos económicos para que las instituciones
responsables tengan la capacidad de hacer las inspecciones y seguimientos
necesarios.
Señaló que, en
general, la legislación mexicana tiene ya suficientes elementos para la
protección adecuada de las áreas verdes como son: programas de manejo,
decretos, participación pública y mecanismos de financiamiento, etcétera.
No se trata,
enfatizó, de un problema de normatividad sino
de cumplimiento de la ley, aunque reconoció que las instituciones como la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) o sus equivalentes en
los estados todavía necesitan consolidar
y realizar cabalmente todas sus funciones.
Apuntó que el
problema de la protección, en materia ambiental, abarca en gran medida a los
ministerios públicos, ya que es necesario trabajar en conjunción con los
jueces para que exista criterios
similares y entendimiento sobre la gravedad de los daños.
Julia Carabias
explicó que en muchas ocasiones las resoluciones judiciales obtenidas, después
de que la Profepa ha planteado las denuncias respectivas, no son las esperadas
ya que en los ministerios públicos predomina el enfoque de tipo social, por lo
que la parte ambiental no queda suficientemente valorada, de forma tal que son
resoluciones cuyas sanciones no reflejan el daño real cometido en los
ecosistemas.
Por lo anterior,
destacó la investigadora, resulta
impostergable el fortalecimiento de la legislación y las normas a través de los
procesos siguientes a la
inspección-vigilancia y aplicación estricta de la ley.
Dijo que dentro de
los principales factores del cambio de uso de suelo que ha deteriorado la
cobertura vegetal, se encuentra el establecimiento de áreas agrícolas y
ganaderas así como las urbanas.
De igual manera, se
refirió a la presión de grupos que carecen de tierras y vivienda, promovida por
instituciones políticas convertidas en líderes de invasores, esto aunado a que
las autoridades han permitido esas acciones a causa de presiones políticas o
por corrupción.
Reconoció que
existen situaciones en las que no se actúa con mala intención, sino que, con el
propósito de resolver un problema social, se genera otro al disminuir las áreas
protegidas, lo cual es un grave error.
Afortunadamente,
comentó la investigadora, existen suficientes programas y políticas que, de
ponerse en práctica, permitirán revertir los procesos de afectación a la
cobertura vegetal sin cambiarla, toda vez que el único incentivo que había
predominado en el ramo se enfocaba a la agricultura y la ganadería, pero ahora
el sector forestal y de vida silvestre también serán contemplados.
-o0o-
PIES DE FOTO
México, entre los
países con mayor índice de deforestación: Julia Carabias Lillo, investigadora
del Instituto de Biología de la UNAM.
La investigadora universitaria Julia Carabias Lillo
señaló que al año México pierde aproximadamente 600 mil hectáreas de área
vegetal.