Boletín UNAM-DGCS-994
![]() |
LA POBREZA, SERIA LIMITACIÓN PARA UN SANO
CRECIMIENTO DEL MERCADO INTERNO: EDUARDO PASCUAL
·
El académico de la Facultad de Economía dijo
que en el origen de nuestro atraso están la desigualdad y la pobreza
·
Sin embargo, dijo, éste no es un estilo de
desarrollo privativo de nuestro país
El esquema de
pobreza actual de México es una seria limitación al crecimiento sano de un
mercado interno y, en ese sentido, forma un contrapeso al desarrollo social y
económico de los mexicanos, afirmó Eduardo Pascual Moncayo, de la Facultad de
Economía (FE).
Aunque desigualdad
y pobreza, consideró, están en el origen de nuestro atraso, éste no es un
estilo de desarrollo privativo de nuestro país.
En efecto, indicó,
en México como en otros países de América Latina el desarrollo económico ha
sido impulsado por sus procesos de urbanización, los cuales sólo se han
concentrado en algunas zonas urbanas.
Esta concentración,
reflejada en las metrópolis más importantes del país, se puede ver en la
aportación de ciertos estados de la República al Producto Interno Bruto (PIB),
explicó.
Así, sucede en
regiones como el Distrito Federal, Nuevo León, Jalisco y la parte
industrializada del Estado de México, donde se concentra alrededor del 50% del
PIB.
Al dictar la
ponencia Desigualdad regional y pobreza, el economista destacó que la amplia
desigualdad entre las entidades se debe no tanto a la diferente dotación de
recursos naturales o humanos sino al tipo de relaciones establecidas entre
ellas, "de tal manera que las más atrasadas subsidian a las más avanzadas
en términos de recursos humanos, físicos y económicos, en general, así como de
beneficios sociales".
En el aula de
videoconferencias "Ricardo Torres Gaytán" de la FE, el académico
enfatizó en la necesidad de contar con una política de desarrollo regional que
se sitúe muy estrechamente con los criterios de desarrollo sustentable.
Aunque en ocasiones
suele considerarse el descenso relativo de la población rural como una muestra
de desarrollo, en México ha sucedido lo contrario, pues si bien es cierto este
sector ha presentado un decrecimiento,
esto no se ha visto reflejado en un incremento en los niveles de vida,
manifestó.
En este sentido,
refirió, es evidente que la urbanización también repercute en los costos
ambientales y la presión sobre recursos finitos como el agua y los energéticos,
lo cual ya se hizo presente en nuestro país.
Así, cualquier
criterio, dimensión o política que se lleve a cabo, debe conducir necesariamente
a la posibilidad de sobrevivir con los niveles necesarios de recursos como el
agua y los energéticos, indicó.
Ello implica
voluntad política y capacidad de buscar un consenso social para emprender la
tarea de atender los problemas de la pobreza, las desigualdades regionales, la
protección al medio ambiente y el uso racional de los recursos.
Sin embargo, dadas
las condiciones internas y externas, estas metas resultan difíciles de
alcanzar, aunque podría empezarse por buscar el consenso político entre quienes
gobiernan, porque ellos tienen la posibilidad de tomar las decisiones sobre el
futuro, aún incierto, del nuestras regiones y el medio ambiente, concluyó.
-0o0-
Píe de foto 1
Eduardo Pascual
Moncayo, de la Facultad de Economía, dijo que en el origen de nuestro atraso
están la desigualdad y la pobreza
Pie de foto 2
Al dictar la conferencia Desigualdad regional y pobreza, el académico de la FE, dijo que el esquema de pobreza actual de México es una seria limitación al crecimiento sano de un mercado interno.