Boletín UNAM-DGCS-961
DONA JAPÓN EQUIPO
SATELITAL Y ESTACIONES TERRENAS AL SISMOLÓGICO NACIONAL
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Con esto se mejoran y amplían las estaciones
Central, en Ciudad Universitaria, y las de Baja California Sur, Quintana Roo y
Oaxaca
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El costo del instrumental, que estará a cargo
del Instituto de Geofísica de la UNAM, asciende a 240 mil dólares
La Agencia de Cooperación Internacional del
gobierno de Japón (JICA) donó equipos satelitales y estaciones terrenas remotas
al Servicio Sismológico Nacional, adscrito al Instituto de Geofísica (IGF) de
la UNAM.
Esta donación de equipo, con costo aproximado
de 240 mil dólares, mejora y amplía las estaciones Central, en Ciudad
Universitaria, así como las foráneas, ubicadas en La Paz, Baja California Sur;
Tepich, Quintana Roo, y Colonia Cuauhtémoc, en Matías Romero, Oaxaca.
Los equipos entregados incluyen módems
satelitales y mutliplexores para la estación sísmica del campus universitario
en el Distrito Federal, así como antenas y módems para dichas estaciones
remotas de banda ancha.
De esa forma mejorará el intercambio de datos e
información, los cuales se podrán transmitir vía satélite desde las tres
estaciones a la ciudad de México.
En la ceremonia formal de entrega de equipo y
firma del acuerdo, el director del IGF, Jaime Urrutia Fucugauchi, mencionó que
la donación “es ya una componente importante de la Red Sismológica Nacional”.
Esa entrega, añadió, representa la culminación
de actividades de cooperación emprendidas desde hace muchos años entre el IGF y
la JICA.
Con Japón, recordó, México comparte una serie
de similitudes, como una intensa actividad sísmica y volcánica, y en este
sentido, el gobierno de ese país ha apoyado al nuestro no sólo con donación de
equipo, sino, incluso, con la creación de nuevos centros de investigación, como
el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), el cual nació a raíz
de los sismos de 1985.
Además, añadió, se ha mantenido un intercambio
fructífero de profesores, investigadores y estudiantes, ya que “una de las
tareas más importantes de JICA es la formación de recursos humanos a través de
una gran variedad de cursos, de lo cual, por supuesto, el IGF se ha
beneficiado”.
En opinión del doctor Urrutia, la donación y el
acuerdo -suscrito por JICA, la UNAM y la Secretaría de Relaciones Exteriores,
en el marco de la Cooperación Técnica y Científica que mantienen ambos
gobiernos desde el 2 de diciembre de 1986- es una oportunidad para éste y otros
institutos para intensificar las labores de investigación y ampliarlas a otros
campos relacionados con fenómenos naturales.
En su oportunidad, el ingeniero Hidemitsu
Sakurai, director de JICA en México, dijo que “aún cuando el monto de los
equipos pudiera ser mínimo, el impacto será muy positivo para desarrollar la
prevención de desastres naturales”.
La donación, gestionada por el doctor
Raúl Valenzuela, investigador del Departamento de Sismología y Vulcanología del
IGF, “servirá de apoyo para la adquisición y procesamiento de datos de los
servicios geofísicos” de esa dependencia universitaria.
Informó que como parte de los programas de
apoyo ejecutados por la Agencia, más de cuatro mil becarios mexicanos han
tenido la oportunidad de capacitarse en aquel país.
El ingeniero Jorge Gil Mendieta,
secretario académico de la Coordinación de la Investigación Científica, en
representación de René Drucker Colín, destacó que México y Japón tienen una
relación de más de 100 años.
“Durante este tiempo se ha fortalecido la
relación por medio de proyectos de intercambio científico, tecnológico y
cultural. Con la UNAM también hay una largo y fructífero intercambio, como el
que tiene que ver con el estudio de la sismología de las regiones donde se
localizan ambos países”.
Luego de reconocer la participación de JICA en
proyectos de importancia nacional, mencionó que los datos de las estaciones
sísmicas foráneas donde se colocó el nuevo equipo, contribuirán a la
organización del Tratado para la Prohibición Completa de Ensayos Nucleares.
El doctor Raúl Valenzuela recordó que
este año se celebra el 91 aniversario del Servicio Sismológico Nacional (SSN),
el cual ha funcionado desde el 5 de septiembre de 1910.
Explicó que México es un país de alta
sismicidad debido a que se ubica sobre cinco placas tectónicas: la de América
del Norte, del Pacífico, del Caribe y dos más de carácter oceánico, la de
Rivera y la de Cocos que se hunden por debajo de la primera. La mayor parte de
la sismicidad destructiva, como el caso del sismo de Michoacán en 1985, se
origina en las costas del Pacífico.
El SSN cuenta con tres redes sísmicas
principales, la llamada convencional (con instrumentos de período corto), la
del Valle de México (con estaciones en esta ciudad y sus alrededores), y la Red
de Banda Ancha, con 22 estaciones distribuidas en el centro y sur del país.
Su objetivo es proporcionar información
oportuna a las autoridades, a los medios de comunicación y al público en
general sobre los sismos ocurridos en el territorio nacional, su ubicación o
epicentro y magnitud. También brinda datos para evaluar riesgos sísmicos y
volcánicos, y mejorar la prevención de ellos a escala nacional.
Además de las estaciones existentes, en la
parte noroeste del país, en Baja California, Chihuahua y Sonora, entre otras
zonas, están en proceso de construcción otras más con apoyo de la Secretaría de
Gobernación y el Cenapred, y una adicional en la Isla Socorro, en el Pacífico,
la cual también contribuirá a la organización del Tratado para la Prohibición
Completa de Ensayos Nucleares, con sede en Viena.
A la ceremonia asistió el licenciado Efraín del
Ángel, represente de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
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