Boletín UNAM-DGCS-830
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PERSISTE LA SEGREGACIÓN DE LA MUJER PESE AL INCREMENTO
DE OPORTUNIDADES LABORALES
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María de Jesús López
Amador, del IIEc de la UNAM, apuntó que la discriminación hacia este sector de
la población se hace patente en una alta explotación en la industria
maquiladora
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Participó en el
Seminario Perspectiva de Género organizado por la ENTS
Las
mujeres aún son objeto de segregación en el mercado laboral pese a que el
fenómeno de globalización o integración mundial condujo al incremento
significativo de oportunidades para ellas en este ámbito aseveró María de Jesús
López Amador, académica del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de
la UNAM.
El
impacto de la globalización en el ámbito femenino se manifiesta en una mayor
contribución de éstas a la generación de la riqueza mundial, sin embargo la
discriminación de que son objeto es patente: una alta explotación en la
industria maquiladora y la segregación en las áreas productivas de punta.
Las
mujeres, enfatizó López Amador, se incorporan de manera desigual al “tren globalizador”, y si bien
asumen mayores responsabilidades, éstas no sólo cumplen dobles, sino hasta
triples jornadas laborales, añadió la economista universitaria.
Una
de las principales componentes de la segregación laboral es la diferencia de
percepciones salariales entre unas y otros a pesar de desenvolverse en
ocupaciones similares, añadió María de Jesús López. A escala mundial las
mujeres siguen ganando en promedio sólo entre el 50 y 80 por ciento de las
percepciones salariales de los hombres, apuntó.
Históricamente
–añadió- las mujeres se desempeñan en actividades de rango inferior a la
jerarquía ocupacional de los hombres. Éstas, abundó, acceden en desigualdad de
condiciones a los puestos de trabajo. Además, dijo, en lo que corresponde a la
valoración profesional, las mujeres reciben salarios más bajos que los hombres para
puestos similares.
El
sector femenil tiene mayor presencia en los sectores de servicios o producción
de alimentos, no así en aquellos sectores industriales de transporte o de
servicios modernos, exclusivos para los varones. Es decir, “los sectores de punta,
los de alta tecnología, son espacios masculinos y los menos calificados son
femeninos”.
En
América Latina, indicó, la participación de las mujeres en el sector económico
se ha incrementado, no obstante dicha aún es baja en comparación con los países
desarrollados. Es decir mientras que en la región alcanza el 40%, en Canadá y
Estados Unidos es de 50%, y en la Unión Europea es del 70%.
En
el Seminario Perspectiva de Género, organizado por la Escuela Nacional de
Trabajo Social, López Amador mencionó que la protección social para las mujeres
es menor a la de los hombres. Ello implica que todas aquellas políticas de
Estado para proteger a la sociedad se han desmantelado y las mujeres se han
visto mayormente afectadas.
“Han
desaparecido guarderías, cocinas públicas, lecherías, etcétera, toda una serie
de aspectos que permitían a las mujeres no traducir ese esfuerzo en sus
escenarios privado y público”.
La
seguridad social se ha visto desmantelada y son esas mujeres, las que no tienen
seguro social ni una ley laboral que las proteja las más afectadas no sólo por
el desempleo sino por la carencia de seguridad social.
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Pies de foto
Continúa la segregación femenina: María de Jesús López, académica del
Instituto de Investigaciones Económicas
María de Jesús López, del Instituto de Investigaciones Económicas,
durante su participación en el seminario Perspectiva de Género
Pese a la globalización y al incremento de oportunidades para las mujeres, el género femenino sigue marginado afirmó María de Jesús López, del IIEc