Boletín UNAM-DGCS-783
Pies de foto al final del boletín
EL MACHISMO, UNA RESPONSABILIDAD SOCIAL: CAROLINA GRAJALES
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Al participar en el seminario Perspectiva de Género, la académica de la
ENTS dijo que las mujeres han sido educadas en una sociedad reproductora de
valores machistas
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Es mediante la educación formal y no formal como se reproduce y
transmite, de una generación a otra, la concepción de género
Hasta hoy, hay quienes
todavía piensan que el machismo es culpa de las mujeres, con lo cual se pretende
deslindar la responsabilidad social, afirmó Carolina Grajales Valdespino, de la
Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS).
Sin embargo, es un
hecho que generación tras generación las mujeres hemos sido educadas en una
sociedad que reproduce los valores machistas, afirmó.
Al participar en el
seminario Perspectiva de género,
organizado por el Centro de Estudios de la Mujer de la ENTS, la académica dijo:
“si aceptamos que el género es histórico y no natural, entonces se trata de
algo aprendido. El instinto materno no existe, nos lo enseñan desde que
nacemos”.
Así,
mientras a las mujeres se les educa y condiciona para jugar un rol pasivo, de
atención a los demás, de dependencia económica y emocional, de sumisión,
seducción y utilización del afecto para interrelacionarse, a los hombres se les
ha condicionado y educado en un papel activo de busca de metas, independencia,
autoridad, capacidad de decidir, conquistar y reprimir sus expresiones de
afecto, ternura, miedo, dolor, etcétera, señaló.
Esa construcción
social, puntualizó, es la que indica la manera de ser, pensar y comportarse de
una mujer y un hombre en su interacción con la sociedad.
Entonces, refirió, es
a través de la educación formal y no formal, recibida en la familia, la
escuela, las religiones, los medios masivos de comunicación, como se reproduce
y transmite, de una generación a otra, esa concepción de género.
La coordinadora de
Promoción de Servicios de Salud y Educación Popular AC agregó: “la sexualidad
que se nos enseña, más bien está enfocada a la genitalidad; por ello, en una
sociedad como la nuestra se cree que debe realizarse de manera privada, a
escondidas, incluso ha llegado a verse como algo vergonzoso, cargado de
culpabilidad”.
Así, el comportamiento
sexualmente aceptado para los hombres y las mujeres, condiciona en gran medida
las visiones femeninas y masculinas del mundo, mencionó.
A las mujeres, abundó,
se les ha educado para ser buenas madres, esposas y amas de casa. “Su cuerpo,
es un cuerpo social entrenado para otros, algo que le ha sido expropiado”.
En ese contexto,
manifestó, la sexualidad no reproductiva se ha mantenido en el silencio y un
tanto olvidada. Por ejemplo, el siglo XX estuvo marcado por el rechazo social
hacia prácticas como la prostitución, la homosexualidad o el aborto, porque
éstas dejaron ver relaciones cuyo único fin era el placer y por lo tanto fueron
consideradas antinaturales y pecadoras.
Estas posiciones,
destacó, tienen sus orígenes en la influencia judeo-cristiana, donde la única
sexualidad aceptada es la que se da en el marco del matrimonio, cuyo fin es
tener hijos e hijas.
El conocimiento de
nuestra sexualidad apenas empieza, por ello, para ambos géneros esta práctica
debe incluir sentimientos, sentidos, pensamientos y acciones.
La sexualidad,
concluyó, debe expresase en múltiples formas y actitudes, con todo nuestro
cuerpo y no sólo ser vista como algo privativo de una parte de nuestro cuerpo.
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PIE DE FOTO UNO
Responsabilizar a la mujer por el machismo es
pretender deslindar la responsabilidad social dijo Carolina Grajales
Valdespino, académica de la UNAM.
PIE DE FOTO DOS
La educación que ofrece la sociedad a la mujeres
reproduce los valores machistas aseguró la catedrática de la UNAM Carolina
Grajales Valdespino.
PIE DE FOTO TRES
Carolina Grajales Valdespino, profesora de la UNAM, al
participar en el seminario “Perspectiva de Género” en la Escuela Nacional de
Trabajo Social.