Boletín UNAM-DGCS-751
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En algunos litorales del mundo hay
explotación excesiva del crustáceo, particularmente en México, dijo el director
del ICMyL
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Por su alto potencial de reproducción su
recuperación se alcanzaría en menos de cinco años
Por su alto valor económico, el camarón es uno de los recursos
pesqueros más importantes de México y del mundo, sin embargo, por su gran
demanda en los mercados y la sobrepesca se registra un déficit mundial afirmó
el titular del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL), Adolfo
Gracia Gasca.
Apuntó que la elevada demanda de este recurso pesquero se ha tratado de
solventar mediante la acuicultura; no obstante –añadió– en el mundo las
poblaciones de este crustáceo están sobre el máximo de explotación y, en
algunos litorales, muestra signos de explotación excesiva, particularmente en
México.
Tal dinámica, además de impactar los ecosistemas marinos, ocasiona
fuertes repercusiones económicas y sociales para aquél sector de la sociedad
que depende de la pesca del camarón.
Gracia Gasca
indicó que en el país existen 10 especies importantes de camarón, cuatro de las
cuales presentan problemas de deterioro de esta población. “Las otras están
sobre el máximo de explotación”, y de continuar las tendencias de sobrepesca,
en especial de las poblaciones deterioradas, las especies no podrán
recuperarse, incluso, se mantendrán en un estado debajo de lo óptimo, lo que
implicaría a largo plazo, quizá, el término de la pesca industrial de este
recurso, por no ser rentable.
Indicó que el
instituto a su cargo realizó estudios relacionados con la situación de esta
especie que demuestran que tiene un potencial de recuperación alto en el corto
plazo. “Estos crustáceos tienen un alto potencial reproductivo, si damos
oportunidades a estos recursos, la recuperación de las poblaciones naturales
podría darse en menos de cinco años”.
El problema, dijo, es que se trata de una actividad económica de la
cual depende un gran número de pescadores, ello ocasiona que no puedan tomarse
medidas drásticas. “Cuando hablamos de una pesquería, un elemento importante es
el hombre y debe ser considerado dentro de su manejo”.
Para la solución de este problema, puntualizó, es necesario adoptar
estrategias de conservación y equilibrio de las poblaciones naturales para
estar en posibilidad de mantener su óptimo manejo.
Por otra parte, destacó que la concepción de que el mar es fuente
inagotable de recursos, en su forma tradicional –pesca– “ya no es válida porque
la mayor parte de los recursos pesqueros, no sólo en México sino en el mundo, o
están sobreexplotados o varias de sus especies se encuentran colapsadas”.
Esto se
atribuye a la explotación continua del océano, al incremento de la
contaminación, producto de la interacción con el hombre, a la utilización de
hábitat, crítico para pesquería, lo que causa que 70% de los recursos pesqueros
en el orbe alcancen el máximo de su explotación.
La técnica más
viable para incrementar los niveles de producción pesquera es la acuicultura.
Mediante este método, la producción de alimento de origen acuático en el mundo
ha registrado alrededor de 25 millones de toneladas, sin embargo, de no
emplearse métodos adicionales a éste se llegará también a un límite.
Aseveró Gracia
Gasca que existe una amplia zona de los océanos que aún tiene una gran
biodiversidad marina, potencialmente utilizable por medio de técnicas como la
biotecnología la cual, en combinación con la acuicultura, podría ser útil para
incrementar el volumen de recursos alimenticios con mayor biomasa de los
organismos.
También pueden obtenerse otros productos que no han sido explotados o
explorados para uso farmacéutico (sustancias o productos bioactivos).
Indicó que en la actualidad se desarrollan diversas investigaciones
para identificar productos que podrían ser útiles en las industrias
farmacéutica y de la construcción, o emplearse como adhesivos, cosméticos,
incluso como alimentos. En este aspecto, México tiene un gran potencial por la
gran biodiversidad que posee en sus mares, situados en áreas tropicales y
subtropicales.
El mar siempre ha sido generador de recursos tanto renovables como no
renovables para la sociedad, ambos mantienen actividades sociales y económicas
importantes; sin embargo, los primeros pueden tener mayor futuro si se
aprovechan en forma sustentable.
Para afrontar el reto de conservar los ecosistemas marinos y costeros
como fuentes de vida y riqueza, Gracia Gasca señaló la necesidad de un sistema
de observación continua e integral de aquéllos.
Los recursos pesqueros proveen alimentos suficientes y otros generan
una gran cantidad de satisfactores por su derrama económica. Si éstos llegaran
a agotarse habría serias repercusiones no sólo para el hombre sino para los
propios ecosistemas marinos. “Ahí, la información científica es importante como
base a los encargados de administrar los recursos”, apuntó.
Los científicos contribuyen con la
sociedad a través del establecimiento de límites y aporte de elementos sobre el
comportamiento de las poblaciones, de tal forma que puedan diseñarse
estrategias para el manejo y conservación de los niveles óptimos de explotación
y puedan regenerarse continuamente, finalizó Gracia Gasca.
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