Boletín UNAM-DGCS-725
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SIN SUBSIDIOS, LA CONSTRUCCIÓN DE VIVIENDA
DE INTERÉS SOCIAL EN MÉXICO NO TIENE FUTURO
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Beatriz García, del Instituto de
Investigaciones Sociales, dijo que es indispensable mejorar ingresos de la población
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Al año se construyen 280 mil viviendas
nuevas de interés social, pero se requieren 700 mil
Mientras la construcción de viviendas de interés social en nuestro país
no reciba subsidios y no mejoren los ingresos de la población, difícilmente
tendrá futuro este sector, aseguró Beatriz García Peralta, del Instituto de
Investigaciones Sociales (IIS).
De acuerdo con cifras preliminares, en el año 2000 se construyeron
alrededor de 280 mil viviendas de interés social. No obstante, se requieren 700
mil más, esto sin tomar en cuenta factores como deterioro, hacinamiento, entre
otros.
El sector, dijo, debe ser reactivado mediante un amplio programa de
desarrollo que incluya el mejoramiento de la vivienda, programas de
financiamiento para grupos populares, subsidios, mejoras salariales, y realizar
un análisis de la vivienda en el centro y en la periferia.
Aclaró que la principal alternativa es el subsidio para que el derecho
habiente pueda pagar su hipoteca, e impulsar con ello una cultura de ahorro. En
Amsterdam, Holanda, por ejemplo, el 50% de la vivienda ha recibido subsidios,
mientras que en Zurich, Suiza el porcentaje es del 25%.
En México, quienes recibieron vivienda de Infonavit y FOVI obtuvieron
un fuerte subsidio entre 1970 y 1980. No obstante, en la actualidad el bajo
subsidio otorgado no proviene de fondos públicos, sino del generado por los
propios trabajadores.
García Peralta puntualizó que otra opción sería establecer un programa
que determinara la utilización de un porcentaje del Producto Interno Bruto para
la construcción de vivienda de interés social, pues son cantidades muy pequeñas
las que se destinan.
La urbanista universitaria comentó que una queja frecuente del sector
de la construcción es el referido a la burocracia, aunque aclaró que no se debe
eliminar completamente la regulación, porque sin ésta y la planificación
adecuada, la ciudad podría ser un caos.
Reconoció que la baja edificación de viviendas, así como el bajo número
de créditos afectan en términos generales la estabilidad social, esencialmente
en las zonas urbanas.
Beatriz García puntualizó que no contamos con programas de vivienda
basados en el diagnóstico y análisis de lo que se puede hacer en México y
agregó que "aún somos dependientes de modelos estadounidenses, como es la
creación de paquetes con las hipotecas y enviarlos a la Bolsa de Valores para
que sean comprados por los inversionistas a largo plazo".
En la última década el sector productor de vivienda se ha hecho más
dinámico, no obstante, junto a eso tienen que presentarse otras alternativas
porque "no se está resolviendo el problema de la población de menores
recursos, o si ésta llega a obtener un crédito lo paga muy caro".
Lo más importante para impulsar el crecimiento de la construcción de
vivienda es que haya recursos para otorgar créditos hipotecarios, porque por lo
caro del dinero es poca la gente que tiene acceso a éstos. La falta de
préstamos hipotecarios impide imprimir cierta dinámica al sector.
Por ello, la propuesta es bursatilizar la cartera hipotecaria para
tener recursos financieros y haya más hipotecas. El problema es que con la
situación económica del país es difícil que ésta sea una salida adecuada.
Calificó esta opción como buena, siempre y cuando haya otro tipo de
economía, porque en este momento no es una opción viable para nuestro país. Se
necesitaría una estabilidad financiera y económica perdurable, un crecimiento
real del salario que no se ha dado, para que la gente pudiera pagar con
seguridad las hipotecas.
La investigadora del IIS apuntó que algunas alternativas para impulsar
el sector, como los programas de vivienda en alquiler, no se han contemplado
debido a la satanización de algunas de ellas.
En conjuntos habitacionales, como la Unidad Independencia –el ejemplo
más claro de este tipo de vivienda– los departamentos se vendieron a precios
tan bajos, que ni siquiera cubrían las necesidades de mantenimiento. "Si
la utilización no hubiera sido tan política ni tan clientelista, y se
continuara con ese programa la ciudad habría mejorado mucho.
Los primeros conjuntos edificados por el Infonavit contemplaban
elementos necesarios para el desarrollo de la comunidad que se establecía en
ellos, y se negociaban con el municipio los servicios. En la actualidad, zonas
como Iztapalapa están saturadas y carecen de escuelas, comercios, agua y
transporte colectivo.
En Aguascalientes el modelo ha funcionado: donde hay oferta de
vivienda, de suelo, no se tienen asentamientos irregulares como en otras
ciudades y no se ha encarecido la vivienda; además de que han atraído inversionistas.
La diferencia es que Aguascalientes es una sociedad con mayores ingresos y un
mayor equilibrio, concluyó.
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FOTO 1
En el 2000 se construyeron alrededor del 280 mil
viviendas nuevas de interés social, informó Beatriz García Peralta, del
Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
FOTO 2
El sector de la vivienda social debe ser reactivado
mediante un amplio programa de desarrollo, aseguró Beatriz García Peralta, del
Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.