Boletín UNAM-DGCS-709
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LA MUJER Y EL NIÑO, PRINCIPALES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR
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Adriana Carmona López, de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la
UNAM, señaló que el 89.9% de los casos denunciados son de agravios contra
mujeres
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Para erradicar este problema se deben impulsar políticas públicas
integrales, precisó
El 89.9% de los casos
denunciados de violencia familiar son relacionados con agravios a mujeres,
debido a que dentro de ese núcleo se ejerce el abuso de poder por parte del
varón, sobre todo por el esposo. Sin embargo, el fenómeno se vuelve una espiral
porque, como consecuencia, la madre agrede a los hijos y éstos al padre cuando
es adulto mayor, aseguró la académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social
(ENTS) de la UNAM, Adriana Carmona López.
A pesar de que siempre
ha existido violencia familiar, explicó, fue hasta los años 90 cuando en México
se empezó a tratar el tema, tanto por la legislación como por las políticas
públicas. Recalcó que a pesar de que los esfuerzos deben ser constantes,
amplios e integrales, todavía no se dan.
En entrevista, resaltó
que se deben impulsar políticas públicas integrales mediante diferentes
servicios, sobre todo psicológicos, de trabajo social y legales para erradicar
la violencia familiar. Sin embargo, afirmó, no habrá justicia mientras no se
generen ni respeten medidas de protección y asistencia adecuadas y se aplique
la ley.
Informó que de acuerdo
con cifras del Consejo de Asistencia y Prevención de Violencia Familiar (CAVI),
agencias especializadas de menores y delitos sexuales, así como de las Unidades
de Atención a Violencia Familiar, las mujeres son las más agredidas. El
Servicio Médico Forense (Semefo) reportó que el 90% de mujeres mueren como
consecuencia de la violencia.
Le siguen los niños y
los adultos mayores. Estos últimos son golpeados por sus hijos de más de 40
años: el 5% de los agredidos son mujeres y el 13% hombres. Ello refleja,
precisó la investigadora, la raíz cultural: "la madre es sagrada" y se
le agrede menos, mientras al padre se le ataca con mayor facilidad cuando se
vuelve vulnerable y deja de tener el poder.
Adriana Carmona
subrayó que los menores son los que viven más el drama de la violencia familiar
por estar indefensos y en manos de su agresor. La única defensa, en el caso de
presentarse la denuncia, es la sanción penal.
La especialista en
violencia familiar mencionó que de acuerdo con cifras de Niñotel -línea
telefónica a través de la cual se denuncia el maltrato infantil y su tipo y que
clasifica quién reporta la llamada- el mayor registro es la agresión física,
por golpes.
Así, se reportaron 103
llamadas de maltrato a niños de 0 a 4 años de edad; 86, de infantes de 5 a 9
años; 77 telefonemas, de menores de 10 a 14, y 177 llamadas, de adolescentes de
15 a 19 años. Es decir, la mayor agresión la sufren los más pequeños y los
mayores.
Carmona López comentó
que se debe romper el mito de que a la mujer le gusta que la golpeen, pues
entre los principales obstáculos se encuentran la formación de roles
estereotipados como la obediencia, la sumisión y la abnegación. El hombre, por
su parte, es el agresor, proveedor y protector de la familia.
El 90% de hechos de
violencia contra la mujer tiene que ver con su pareja: esposo, concubino, amante,
o ex; las edades entre las que empiezan a tener la relación afectiva son entre
18 y 45 años. En la mayoría de los casos se trata de personas que fueron
golpeadas por sus padres, hermanos o madres. El maltrato se da en cualquier
estrato social, pero las que tienen recursos económicos no denuncian y asisten
a instituciones de salud privadas.
Aclaró que también
existen situaciones donde la mujer maltrata a su pareja. El 5% de los casos
recibidos en las Unidades de Atención a Violencia Familiar son de este tipo.
Las esposas golpean a sus maridos con el sartén, los encierran en una
habitación o abusan sexualmente de ellos. Pero la peor agresión es la
psicológica mediante amenazas, o el silencio.
De acuerdo con
distintas investigaciones, sostuvo la especialista, los niños que sufren de
violencia familiar, cuando son adultos se convierten en hombres golpeadores y
mujeres maltratadas. Esto es: la situación se vuelve costumbre.
El mayor número de
mujeres víctimas de violencia familiar tienen como ocupación principal el
hogar. De acuerdo con información recabada en las Unidades, el 19% de los casos
recibidos estudiaron primaria completa y el 8%, incompleta; otro 8% nivel medio
superior completo y 6% incompleto; 13% cursaron el grado técnico completo y 4%
incompleto; el 24% secundaria completa y 7% incompleta; 6% licenciatura
completa y 2% incompleta, y 3% no tuvo instrucción.
La catedrática de la
ENTS planteó que la ley contempla dos tipos de maltrato: uso de la fuerza por
parte de un miembro de la familia o persona con la que convive y la agresión
física, sexual o emocional, que se desarrolla dentro o fuera del domicilio.
La agresión física y
sexual por lo general es consecuencia de la celopatía, es decir, de los celos
excesivos de la pareja lo que lo puede llevar a cometer graves acciones de
violencia. Entre el 80 y 90% de los casos son por esta causa.
La especialista en
derecho procesal penal expuso que en el encuentro para prevenir, sancionar y
erradicar todas las formas de violencia hacia la mujer, conocido como la Convención de Belén de Pará, realizada
en Brasil, se estableció la obligación del Estado de prevenir este fenómeno, el
cual se desarrolla en los ámbitos privado y público.
En un intento por
acatar el ordenamiento internacional, agregó, México elaboró la Ley de
Asistencia y Prevención para la Atención de la Violencia Familiar, pero omite
referirse en forma específica a la mujer y amplía la cobertura a todas las
personas.
Al mismo tiempo,
abundó, se empiezan a crear tipos penales específicos para atender este
problema. Es a partir de 1997 cuando se realiza la modificación al Código Civil
del Distrito Federal, donde se establece como causal de divorcio la violencia
familiar y se crea el delito de violencia como tal.
Además de la del
Distrito Federal, dio a conocer que sólo en 16 entidades federativas se cuenta
con una legislación en materia de violencia familiar. Entre ellos sobresalen
Querétaro, Guerrero, Morelos y Jalisco. En éste último era la Iglesia la que se
oponía con la excusa de que tratar el tema era terminar con la integridad de
los hogares.
La encargada de las
Unidades, informó que en más del 80% de los casos recibidos se resolvieron por
convenio, mientras el 20% fueron situaciones salvables.
Pero, no siempre se
tiene la oportunidad de intervención para lograr resultados óptimos. También
hay casos donde la situación de violencia es tan alta que ya no tiene solución,
indicó.
Debido a que este
problema tiene dimensiones de todos los niveles, consideró que el reto es
generar leyes que permitan a la autoridad competente intervenir según el índice
de violencia detectado, además de políticas públicas que complementen esta
medida.
Comentó que aun cuando
ya existen Unidades en las 16 delegaciones políticas, es necesario
fortalecerlas para lograr que sean eficientes.
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El 89.9% de los casos denunciados de
violencia familiar lo realizan mujeres, pues dentro de ese núcleo hay abuso de
poder por parte del varón, aseguró Adriana Carmona López, académica de la
Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM
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Adriana Carmona López, académica de la
Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, señaló que como consecuencia de
la violencia familiar que sufre la mujer, ésta agrede a sus hijos y éstos al
padre cuando es adulto mayor