Boletín UNAM-DGCS-693
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LA SEGURIDAD NACIONAL EN MEXICO, SÓLO UN
PROYECTO: JOSÉ LUIS PIÑEYRO
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Raúl Benítez, del CISAN, señaló que los esquemas de seguridad de México,
Estados Unidos y Canadá no se acoplan
·
Priva aún la desconfianza y la falta de comunicación oportuna en
cantidad y calidad suficiente entre México y Estados Unidos en el combate al
narcotráfico: Silvia Vélez
Hablar de seguridad
nacional en México hoy es más bien un proyecto a obtener que una realidad o un status quo a mantener, afirmó José Luis
Piñeyro, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Al participar en el
Seminario Internacional Los nuevos
actores en el espacio de América del Norte, organizado por el Centro de
Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, dijo que la
seguridad nacional es una situación donde la mayoría de los sectores sociales
de la nación tienen garantizadas sus necesidades morales y materiales vitales a
través de las decisiones del gobierno nacional en turno y de las acciones del
conjunto de las instituciones del Estado.
En ese sentido,
explicó que en términos de soberanía alimentaria México es deficitario. De
acuerdo con los reportes más recientes, en términos de producción de granos
básicos es casi de cero: 89% del arroz que se consume a nivel nacional es
importado, principalmente de Estados Unidos, al igual que el 75% del maíz, el
80 de sorgo y el 70 de frijol.
En cuanto a la
soberanía comercial, dijo, más del 80% de nuestro comercio exterior, o sea
importaciones y exportaciones, se hace con Estados Unidos, lo que significa
“que somos dependientes del mercado y de las ventas e importaciones de aquél
país”. Lo mismo ocurre en la inversión extranjera directa, que proviene en 60%
de esa nación.
Es evidente que estos
aspectos de la soberanía nacional impactan la seguridad de nuestro país en
términos de proporcionar satisfactores básicos al grueso de la población.
José Luis
Piñeyro, afirmó que la globalización es un dilema falso
porque no estamos “globalizados” sino “norteamericanizados”. Se ha planteado
que el gran ausente en el proceso de integración de nuestro país vía el TLC fue
una política económica de compensaciones similar a la que hubo por parte de los
grandes países de la Unión Europea frente a los países pobres de la región,
como España, los cuales recibieron políticas de compensación económica.
Frente a eso planteó
la necesidad de renegociar el tratado y recurrir al uso de vulnerabilidad
estratégica recíproca, es decir, a aquellos aspectos en que los dos países son
vulnerables de forma recíproca para llevar adelante su estrategia general de
tipo político, militar, económico y comercial.
En este caso los tres
aspectos más notables en donde ambos países presentan una vulnerabilidad
estratégica específica son: petróleo y gas natural y suministro de
electricidad, combate al narcotráfico, y a la inmigración mexicana y
centroamericana.
Mencionó las novedades
en materia de seguridad nacional en el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006,
como son una prospectiva al año 2025, más allá del sexenio; se reconoce que la
seguridad nacional debe tener un
carácter preventivo y que tiene que resguardar la integridad física de la
nación y de las instituciones del Estado.
Se menciona que
"las verdaderas amenazas a las instituciones y a la seguridad nacional son
pobreza, desigualdad, vulnerabilidad de la población frente a los desastres
naturaleza, destrucción ambiental, crimen, delincuencia organizada y tráfico
ilegal de drogas", y se plantea la necesidad de que exista una legislación
específica sobre los servicios de inteligencia y en donde deba tener mayor no
sólo el Poder Ejecutivo sino también el Poder Legislativo.
Por su parte, Raúl
Benítez Manaut, investigador del CISAN, señaló que México, por razones
constitucionales, de cultura e ideología políticas, sostiene un concepto de
soberanía absoluta y nacionalista de la política exterior y en el planteamiento
de esquemas de seguridad.
Canadá, parte de la
Commonwealth, tiene una vocación
trasnacional para los aspectos de seguridad, es decir, representa la antitesis
de nuestro país. El primero, siguiendo la doctrina británica de seguridad,
acepta tropas de la comunidad británica de naciones para la defensa de su
territorio. Es completamente abierto y trasnacionalizado.
Estados Unidos, tiene
una política mezclada de ambos conceptos, entre abierta y nacionalista; en
materia de auto defensa es autosuficiente al ciento por ciento y no acepta la
entrada de un sólo soldado en su territorio y ejerce la práctica de ser garante
de la seguridad internacional.
Estos esquemas, abundó, no se acoplan uno a otro y cuando
comienza el proceso de integración entre los tres países en los años 90, en materia de seguridad
estas tres estructuras, completamente diferentes, se enfrentan. Acoplarlas es
un proceso difícil.
Mencionó que en esa década las tres naciones pasaron a tener
enemigos comunes a su seguridad nacional: narcotráfico, crimen organizado y
terrorismo. Empero, no hay acuerdos macro en esa materia.
El debate sobre seguridad en América del Norte y en
México está abierto, y falta definir una política hemisférica de seguridad, así
como la posición que adopte cada país
En su intervención, Silvia Vélez Quero, también
investigadora del CISAN recordó que el asesinato en México del agente de la
DEA, Enrique Camarena, mezclado con algunos incidentes diplomáticos, convirtió
al narcotráfico en el elemento más “cáustico” de la relación bilateral,
situación alargada durante las presidencias de Reagan y Bush.
Con la llegada de Clinton y de las negociaciones para firmar
el TLC, ambos gobiernos evadieron el tema narcotráfico, sin embargo, era
imperativo tener mayor certidumbre y certeza al respecto y subrayar la
corresponsabilidad en el problema, así como la disposición de México para
cooperar y llegar a consensos en términos de reciprocidad.
Así se planteó la
creación del Grupo de Contacto de Alto Nivel, significativo porque por primera
vez en la historia de las relaciones bilaterales se incluía a expertos de ambos
países para diagnosticar y analizar el fenómeno en la relación bilateral.
A pesar de la
existencia del Grupo, “es notable que existen límites en la cooperación
antidrogas con Estados Unidos. Es cierto que se obtuvieron avances en varios
terrenos y creció la capacidad del gobierno mexicano para hacerse oír ante su
par estadounidense, sin embargo, priva aún la desconfianza y la falta de
comunicación oportuna en cantidad y calidad suficiente. La unilateralidad es
una realidad presente.”
Las asimetrías de
poder presente en asuntos de seguridad entre México y Estados Unidos se
vislumbran como un componente difícil de resolver, finalizó la investigadora.
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Raúl Benítez,
investigador de la UNAM (a la derecha), dijo que por razones constitucionales y
de cultura e ideología políticas, México, es un país con un concepto de
soberanía absoluta y nacionalista.
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La soberanía
alimentaria, comercial y financiera impacta la seguridad nacional de nuestro
país, aseguró José Luis Piñeyro, catedrático de la UAM
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Silvia Vélez,
investigadora del CISAN, destacó que el asesinato del agente de la DEA, Enrique
Camarena, en nuestro país, mezclado con incidentes diplomáticos, convirtió al
narcotráfico en el elemento más “cáustico” de la relación bilateral
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Raúl Benítez y
Jose Luis Piñeyro participaron en el seminario internacional Los nuevos actores
en el espacio de América Latina, organizado por el Centro de Investigaciones
sobre América del Norte de la UNAM