Boletín UNAM-DGCS-686
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Carlos Chanfón Olmos, Guillermo
Boils Morales y Jaime Ortiz Monasterio destacaron la importancia de que todos
los sectores participen en su rescate
·
Dijeron que es fundamental
el aporte de recursos del sector privado para llevar adelante esta tarea
El abandono del Centro Histórico es el problema
más grave de la ciudad de México por falta de voluntad política, convicción de
la sociedad y recursos económicos, lo que propició para el año 2000 el éxodo
del 13.4% de sus habitantes, es decir, 80 mil personas, quienes se establecieron
en la periferia, aseguraron investigadores de la UNAM.
Los académicos Carlos Chanfón Olmos,
catedrático emérito de la Facultad de Arquitectura (FA); Jaime Ortiz
Monasterio, profesor de la misma dependencia, y Guillermo Boils Morales, del
Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), coincidieron en que es positiva la
convocatoria a todos los sectores sociales para rescatar esa zona capitalina,
en particular a la iniciativa privada, por los recursos que pueda aportar.
Chanfón Olmos afirmó que uno de los problemas
que más afectan al Centro Histórico es la carencia de mantenimiento de buena
parte de sus edificios. Las rentas congeladas, aunadas al incremento en el
valor de los terrenos imposibilitaron contar con dinero suficiente para
conservar en buen estado esos inmuebles.
Al descender la calidad de vida, explicó, las
viviendas fueron abandonadas y las ocuparon grupos económicamente más débiles,
esto provocó que los propietarios buscaran la forma de acelerar el deterioro de
sus construcciones para deshacerse de ellas rapidamente.
En la actualidad hay una gran masa de edificios
en condiciones inadecuadas que pueden ser rehabilitados, pero nadie se atreve a
invertir por lo dudoso que resulta destinar fondos a una zona que no está
rescatada, puntualizó.
El académico emérito sostuvo que un ejemplo de
restauración exitosa de un área urbana con valor histórico es La Habana vieja.
Aún en condiciones económicas desfavorables, profesionales, autoridades y
obreros lograron restaurarla. Por ello, consideró que la única vía para
remediar el estado deplorable en que se encuentra el Centro Histórico de la
capital del país, es poner en práctica programas integrales en los cuales
participen especialistas con apoyo gubernamental.
En su intervención, el investigador del IIS, Guillermo
Boils Morales, resaltó la importancia de reforzar el carácter de la zona
céntrica como espacio habitacional.
Son lugares, dijo, inhóspitos al oscurecer con
el cierre de comercios y retiro de empleados de las oficinas y empresas ahí
establecidas, lo que vuelve riesgoso ese perímetro para las personas y sus
propiedades. No obstante, precisó, la delincuencia no es la causa principal del
éxodo poblacional del Centro Histórico. Se trata de un factor más que agrava
esta situación. A ello se suma el ambulantaje, el insuficiente servicio público
y la falta de planeación.
Informó que las zonas más dañadas del Centro
Histórico son el oriente del zócalo capitalino: La Lagunilla, Tepito y la
Merced. Los motivos, indicó, son la presencia de comercios de menores ingresos
y la violencia existente.
Finalmente, Jaime Ortiz Monasterio advirtió que
la iniciativa de instalar la universidad del Distrito Federal en la calle de
Gante es un despropósito, ya que la zona no tiene la capacidad para satisfacer la
demanda de estacionamiento. Además, subrayó, se agudizaría el ambulantaje y la
contaminación de las vías públicas.
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PIE DE FOTO UNO
Jaime Ortiz Monasterio y Carlos Chanfón Olmos, catedráticos de la
Facultad de Arquitectura de la UNAM.
PIE DE FOTO DOS
Los académicos universitarios Jaime Ortiz Monasterio y Carlos
Chanfón Olmos, de la Facultad de Arquitectura, y Guillermo Boils Morales, del
Instituto de Investigaciones Sociales.
PIE DE FOTO TRES
Jaime Ortiz Monasterio, Carlos Chanfón Olmos y Guillermo Boils
Morales, de la UNAM, señalaron que el rescate del Centro Histórico compete a
toda la ciudadanía.