Boletín UNAM-DGCS-676
POBREZA
Y CON MENOS DE UN SALARIO MÍNIMO POR PERSONA EL SETENTA POR CIENTO DE LOS
MEXICANOS
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Raúl Benítez Zenteno, investigador emérito
de la UNAM, dijo que por el control de la fecundidad en el 2020 será un país
envejecido y pobre
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Habló con motivo del Día Mundial de la
Población
Más de 73 millones de
mexicanos, alrededor del 70% de la
población, vivían en condiciones de pobreza en 1996, con un ingreso familiar por persona inferior a un salario mínimo.
Los indicadores señalan que desde entonces esta situación ha aumentado, aseveró
el investigador emérito de la UNAM Raúl Benítez Zenteno.
El especialista en demografía
del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) advirtió que con el control de
la fecundidad y el aumento de la población de adultos mayores –de más de 60
años de edad-, en el año 2020 México será un país envejecido y pobre, con gran
desigualdad social.
Señaló que en materia laboral
hasta el año pasado la participación masculina fue del 70% y la femenina del
30%. Mientras, de la población activa asalariada el 32% no recibió
prestaciones; el 52% percibió hasta dos salarios mínimos o menos. De los
adultos mayores de 65 años sólo el 18% tuvo prestaciones, lo cual reafirma las
grandes desigualdades que hay en país.
En conferencia de prensa con
motivo del Día Mundial de la Población que se celebrará mañana, el investigador
manifestó la necesidad de desarrollar un gran debate que contemple los
distintos escenarios posibles que llevarían a la población mayor de 60 años a
llegar al nivel de la pobreza.
Expuso que en el año 2000 eran
99.5 millones de mexicanos, cifra que hubiera sido mayor en 22 millones de
personas de no haberse contado con el control natal y utilización de métodos
anticonceptivos. Se espera, añadió, que para el 2020 sean 122.1 millones.
Recalcó que si no se hubiese
reducido la fecundidad se tendrían que agregar por lo menos 28 millones más de
nacimientos en el territorio nacional, es decir, dentro de 20 años el país
tendría aproximadamente 150 millones.
Para el 2020 la población
menor de 15 años se reduciría el 32% y la mayor de 60 años aumentaría a 28
millones de personas, de la cual el 70% viviría en condiciones miserables.
Las cifras censales muestran
movimientos de población interestatales cuantiosos, son personas que cambiaron
de domicilio: en 1950 eran 3.5 millones; en 1990, 15.4 millones, y en el 2000
llegaron a 18 millones.
En cuanto a educación, comentó
que de acuerdo con el censo del año 2000 hay 6.1 millones de analfabetas, la
mayoría de edad avanzada, así como 32.6 millones de 15 años y más con estudios
inferiores a secundaria completa.
Cerca de 1.5 millones de niños
de 6 a 14 años no asisten a la escuela y 7.5 millones de personas de 7 a 29
años desertaron para cubrir alguna necesidad de ingreso.
Al desglosar la situación en
materia de población en la que se encuentra México, el demógrafo –pionero en el
país en esa disciplina- informó que las últimas proyecciones parten de 1995,
con una esperanza de vida al nacimiento de 73.6 años; para el 2000 fue de 75.3,
y para el año 2020 se espera sea de 80.4 años.
Agregó que las esperanzas de
vida más altas se registraron en 1995 en el Distrito Federal y en Nuevo León,
con 75.7 y 75.2 años respectivamente; y las bajas corresponden a Oaxaca con
70.4 años, y Chiapas, con 70.3, en el mismo año.
Respecto a la fecundidad, dijo
que en 1995 era de 2.81 hijos por mujer en edad fecunda; de 2.40 en el 2000 y
se espera sea de 1.74 hijos en el 2020. Esto muestra un importante proceso de
reducción del crecimiento poblacional.
Las causas son el uso de
métodos anticonceptivos, que pasó de 68.4% en 1997 a 70.8% en el 2000 y se
espera sea el 73.5% en el 2020
Benítez Zenteno subrayó que el
cambio demográfico fundamental del país es el de actitud sobre el número de
hijos que se desea tener. Para los años 80 en general se determinó posponer el
primer descendiente para después de los 35 y 38 años.
Luego, se generó la modalidad
de tener dos hijos lo más rápido posible para que al cumplir los 17 y 18 años
sus madres se incorporaran en la actividad económica; el aumento de la edad
para casarse fue lenta y la media al matrimonio sólo se elevó 1.5 años en los
últimos 40 años.
En materia de migración,
indicó que permanecerán constantes las tasas de migración interestatal, aunque
la internacional tendrá una tasa de pérdida neta que disminuirá hasta
estabilizarse en un valor cercano a 1.5 por mil anual en el largo plazo.
De acuerdo con el censo del
año 2000, en el último quinquenio del siglo XX el éxodo neto de mexicanos al
extranjero fue de 250 mil personas al año. Opinó que el fenómeno migratorio
afecta a todo el territorio, pero es mayor en los estados del sur.
El investigador emérito del
IIS –instituto pionero en la investigación demográfica- dijo que en el 2000 la
población en el mundo era de seis mil 55 millones de personas. La esperanza de
vida en el quinquenio 1995-2000 fue de 65.4 años y para el 2045-2050 se espera
sea de 76.3 años en promedio.
Consideró fundamental la
inclusión de la cultura en la población, así como la incorporación del
conocimiento demográfico como disciplina general en los libros de texto, porque
será fundamental en la toma de decisiones de cuándo y cuántos hijos se deseen
tener.
Raúl Benítez apuntó que las
“brutales” tasas de desocupación de la población económicamente activa
propician que México no pueda disfrutar del “bono demográfico”. En cambio, se
incrementa la migración a Estados Unidos.
Al referirse en forma
específica a la ciudad de México, señaló que está saturada desde los años 70.
Con los sismos de 1985 bajó un poco la población del Distrito Federal, pero se
incrementó en la zona conurbada. Esto significa que la zona metropolitana
continúa igual.
Ante la desigualdad y
marginación de la capital del país, la migración deberá orientarse hacia las
ciudades intermedias como Querétaro, Guanajuato e Irapuato, entre otras.
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Pies de foto
Raúl Benítez Zenteno, investigador emérito de la UNAM, dijo que de
1996 a la fecha ha aumentado la población mexicana en condiciones de pobreza
Para el año 2 mil 20 se prevé que México será un país envejecido,
pobre y con mayor desigualdad social: Raúl Benítez Zenteno, del Instituto de
Investigaciones Sociales