6:00 hrs. Junio 22 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-618

 

 

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Pies de foto al final del boletín

 

MÉXICO PERDIÓ UNA OPORTUNIDAD HISTÓRICA AL NO APROBARSE LA INICIATIVA DE COCOPA: OSCAR GONZÁLEZ

 

·        El presidente de la AMDH sostuvo que la actual legislatura desconoció los consensos alcanzados por los poderes Ejecutivo y Legislativo con los pueblos indígenas del país

·        La investigadora Olivia Gall-Sonabend aseguró que las políticas indigenistas en México han tenido perfil racista

 

México perdió la oportunidad de realizar un cambio en su rumbo histórico, al no aprobar la iniciativa de ley en materia de derechos y cultura indígena elaborada por la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA), que consensaron en su momento los poderes Ejecutivo y Legislativo con la totalidad de los pueblos indígenas del país, afirmó el presidente de la Academia Mexicana de Derechos Humanos (AMDH), Oscar González César, al participar en la mesa redonda Racismo, xenofobia e intolerancia, realizada en la Facultad de Derecho de la UNAM.

 

El ex diplomático consideró desafortunado que los miembros de la actual Legislatura del Congreso de la Unión desconocieran los acuerdos suscritos en 1996 en San Andrés Larráinzar, Chiapas, por el gobierno federal y el EZLN.

 

Numerosas organizaciones civiles, expuso, hemos lamentado este retroceso ya que impide un cambio pacífico y cierra las posibilidades para una negociación jurídica, política y económica entre los pueblos indígenas y el resto de la sociedad mexicana.

El titular de la AMDH consideró que en los países latinoamericanos la desigualdad estructural de las etnias que habitan la región se agrava por la negación a sus culturas y el crecimiento de la pobreza y la miseria, derivado de la concentración de la riqueza.

 

Preservar y promover las culturas autóctonas latinoamericanas, indicó, supone crear las bases materiales para su desarrollo y combatir la discriminación que se incrementa como consecuencia de un proceso racista de globalización. Para remediar esta situación es preciso exigir a los gobiernos de la región que reconozcan la autonomía de los pueblos indígenas.

 

En México, sostuvo González César, la población indígena es el grupo que sufre con mayor gravedad las consecuencias del racismo y la discriminación, y la mayoría de los foros regionales donde se ha discutido el problema del racismo en los países latinoamericanos “se caracterizan por la ignorancia acerca de las secuelas de la conquista, los siglos de régimen colonial y los procesos migratorios”

 

En la mesa redonda participó también la académica del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM Olivia Gall-Sonabend, quien afirmó que el punto de vista de las organizaciones sociales sobre el problema del racismo es muy importante, ya que es un tema que en nuestro país no se ha debatido en profundidad pues es complejo y hiere susceptibilidades.

 

La académica expresó que en nuestro país las políticas del indigenismo se establecieron con el propósito de construir una identidad nacional inexistente, pues lo que siempre hubo en México fue una pluralidad de identidades y culturas.

 

Estas políticas, comentó, partían de la lógica del asimilacionismo, cuyo fin era disolver las diferencias. Se trata, dijo, de un modelo incapaz de reconocer las diferencias al suponer el sometimiento de las minorías a un orden social determinado por las leyes del mercado.

 

El asimilacionismo, acotó, tiene un perfil racista ya que exige a las minorías que, para su integración al resto de la sociedad, abandonen sus identidades y desaparezcan.

 

La investigadora del IIA manifestó que uno de los aportes más importantes del surgimiento del EZLN en la escena nacional es el planteamiento sobre el problema del racismo en el debate nacional. La postura del grupo guerrillero no consiste en la enemistad con quienes no son indígenas, sino en la exigencia de que se reconozca su igualdad en la diferencia. Este argumento, apuntó, es la consigna del movimiento antirracista a nivel mundial.

 

Gall-Sonabend señaló que tanto las identidades el racismo y la discriminación son procesos sociales. La exclusión, dijo, es un fenómeno más universal de lo que se cree, producto del encuentro de pueblos y culturas diferentes que ante la posibilidad de considerar al otro superior, igual o inferior, optan por esto último que constituye, añadió, una proclividad natural de los hombres.

 

La investigadora universitaria sostuvo que el racismo es una de las formas más extremas de intolerancia. Constituye, expuso, una ideología que en la actualidad ha perdido sustento, gracias a los descubrimientos científicos que permiten afirmar que la humanidad tiene prácticamente la totalidad de sus características genéticas iguales.

 

No obstante, continuó, como construcción social el racismo tiene vigencia ya que muchas estructuras sociales están fundadas sobre la base de las diferencias fenotípicas entre las personas. Según diversas teorías, puntualizó, esta ideología es la que inspiró las declaraciones sobre la igualdad de los sujetos que surgieron en los comienzos de la modernidad, para justificar un orden social que en los hechos no era igualitario.

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Olivia Gall-Sonabend, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, aseguró que las políticas indigenistas en México tienen perfil racista.

 

 

Francisco Olguín Uribe y Oscar González César, durante la mesa redonda “Racismo, xenofobia e intolerancia” en la Facultad de Derecho de la UNAM.

 

 

Olivia Gall-Sonabend, investigadora de la UNAM, y Francisco Olguín Uribe, de la CNDH, en la mesa redonda “Racismo, xenofobia e intolerancia”, realizada en la Facultad de Derecho de la UNAM.