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Sostiene el investigador universitario que es necesario renegociar el
endeudamiento externo
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Incremento del desempleo, principal impacto de la reducción del gasto
gubernamental
El recorte en el gasto
fue causado por el endeudamiento público afirmó Arturo Ortiz Wadgymar, del
Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM, quien agregó que la
reducción en el presupuesto de algunas dependencias, anunciado por el gobierno
federal la semana pasada, fue provocado por la insuficiencia presupuestal. Esta
medida, comentó, tendrá su mayor impacto en el incremento del desempleo.
Alrededor de un 25 % del
presupuesto, afirmó, se destina a cubrir el costo financiero de la deuda
pública, razón por la cual el presupuesto del Estado mexicano ha sido y será
siempre insuficiente.
Además, indicó, este
costo financiero de la deuda es intocable y no se puede reducir, por lo cual
los recortes siempre afectan a otros sectores, como salud y educación, lo que
hace necesaria la mayor recaudación fiscal propuesta por el gobierno.
Ortiz Wadgymar,
presidente de la Academia Mexicana de Economía, sostuvo que los últimos
gobiernos de nuestro país prefieren pedir prestado a los organismos financieros
internacionales, en lugar de iniciar una renegociación de la deuda para
demostrarles que su monto ya ha sido cubierto y sus intereses son lesivos.
Esto no lo han querido
hacer, precisó, ya que de antemano lo rechazan los acreedores y crearía, por
otra parte, una postura de indisciplina ante los organismos internacionales.
Por tal motivo, continuó
0rtiz Wadgymar, el gobierno necesita recortar el presupuesto en más de 300 mil
millones de pesos, medida que afectará sobre todo al personal de confianza del
sector público, que carece de contratación definitiva.
A esto se suma, agregó,
que en el sector privado, principalmente las industrias maquiladoras y las
empresas de gran tecnología, también realizan actualmente recortes de personal,
todo lo cual agravará el problema del desempleo en nuestro país.
En consecuencia, dijo,
será más difícil atacar otros problemas como el de la inseguridad, el
ambulantaje y el tráfico de drogas, así como la mayor recesión en sectores como
el de la construcción, uno de los que más mano de obra absorbe.
Calificó de demasiado
ortodoxa la posición de los últimos gobiernos mexicanos sobre el equilibrio de
las finanzas públicas.
Desde hace muchos años
esta situación financiera se convirtió en un fetiche, porque podría ser más
flexible y permitir pequeños aumentos del déficit público para poder atender
los rezagos sociales que tiene México, puntualizó.
Lo mismo podría decirse
en relación con el combate a la inflación, añadió, ya que convertir su
abatimiento en objetivo central de la política económica, a costa de deprimir
la actividad económica, tampoco es sano.
Ortiz Wadgymar aseguró
que México se enfrenta a otra crisis transexenal, agravada por el declive de la
economía norteamericana, ante la cual es preciso establecer un proyecto
económico que obedezca a los intereses de la nación y busque renegociar el
endeudamiento externo.
Se trata, en primer
lugar, de exigir mejores condiciones para el pago de la deuda externa, reducir
su monto y los intereses que genera, con el propósito de destinarle un
porcentaje menor del presupuesto federal y así lograr su equilibrio.
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