EXCLUYENTES LOS DERECHOS CULTURALES: IDALIA GARCÍA
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Los mexicanos no conocen sus leyes ni exigen sus
derechos ante las instituciones, señaló la investigadora de la UNAM
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Falta de voluntad, ausencia de infraestructura,
carencia de recursos humanos y financieros, principales obstáculos para el
disfrute de los bienes
En los últimos
tiempos, el derecho cultural se ha convertido en un motivo de exclusión, pues
no todos los ciudadanos pueden acceder a él, señaló María Idalia García
Aguilar, del Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas (CUIB),
al tiempo de resaltar la ignorancia de los ciudadanos en cuanto a las leyes del
ramo.
Durante su
conferencia “Acceso y disfrute al patrimonio documental como un derecho
cultural: libros antiguos y documentos históricos”, la investigadora
universitaria comentó que el derecho a la educación –plataforma idónea para el
disfrute de la cultura– tiene que ser analizado pues en México existe un gran
rezago.
Comentó que
revisar el derecho al desarrollo cultural significa también analizar las
condiciones de nuestro país y la manera de potencializarlo.
La investigadora
dijo que no sólo hay problemas de voluntad, sino también de garantías políticas
de continuidad, de una infraestructura bien diseñada, y de recursos humanos y
financieros bien sustentados.
Destacó, además,
que estos patrimonios culturales los cuidamos y conservamos para heredarlos, no
para usarlos y gastarlos. “Esta permanencia en el futuro es una preocupación
constante en todo lo que tenga que ver con objetos patrimoniales, por lo que
debemos tomar decisiones fáciles o soluciones prácticas que, en un momento
dado, nos resulten idóneas a futuro”.
García Aguilar
comentó que hay dos niveles de los derechos culturales: primero, informar a
través de un documento –llámese Ley o declaratoria-, y otro, con carácter
informal, que se involucra directamente con la aplicación y el ejercicio.
“Se habla del
derecho a la cultura pero no de la necesaria condición de financiamiento.
Además, no existe conocimiento en la sociedad, no forman parte de nuestras
prácticas cotidianas. La mayor parte de los mexicanos no suelen leer ni
consultar las leyes. No es una práctica común”, abundó.
Destacó además que
en términos generales, la sociedad mexicana no conoce cuáles son los derechos
que tiene y, en consecuencia, no puede ejercerlos. Si no los conoce, tampoco
puede demandar el cumplimiento a las instituciones o al Estado en su conjunto.
Éstos derechos no
derivan de la naturaleza humana, sino que las condiciones deben de ser creadas,
para lo cual debe haber infraestructura, recursos y, sobre todo, voluntad
política para garantizar el disfrute del patrimonio, dijo.
Apuntó que la
cultura es un problema que habla de identidad y de posición social: “nos
entiende semejantes de un lugar y un tiempo real”, dijo y advirtió: “Si nuestro
país se presenta en diversos foros para hablar de otros bienes que no sean los
arqueológicos, como son los libros antiguos y documentos históricos, no está
capacitado para dar información”.
Comentó que estos
documentos son un patrimonio social relegado, porque es parte de la cultura que
heredamos, sin embargo, son lamentables sus condiciones actuales.
Finalmente, García
Aguilar reconoció que es imposible legislar sobre derecho cultural general,
aunado a que no existe una demanda por parte de la sociedad.
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