15:30 hrs. marzo 30 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-327

 

Arnaldo Córdova

INMENSO E INCONTROLABLE TODAVÍA EL PODER PRESIDENCIAL: ARNALDO CÓRDOVA

 

 

·        Consideró necesario discutir y profundizar en el tema, ahora que empezamos a tener democracia

·        El Congreso de la Unión debe comportarse como un poder que ya no está bajo la tutela del Ejecutivo, señaló

 

 

El poder que ostenta el presidente de la República aún es inmenso e incontrolable aseguró Arnaldo Córdova, investigador emérito de la UNAM, al dictar la videoconferencia La ideología de la Revolución Mexicana y el desarrollo de México.

 

En el aula magna Jesús Silva Herzog de la Facultad de Economía, el investigador dijo: “desconozco si en el futuro nos plantearemos ese problema, pero es indudable que se deberá quitar ese poder extraordinario y permanente que tiene el presidente de la República".

 

Destacó que algunos especialistas aseguran que sin el presidencialismo no se habría llevado a cabo la Reforma Agraria, la expropiación petrolera ni el país hubiera sido capaz de defender su soberanía.

 

"Lo que nadie se pregunta es ¿qué habría sucedido si en lugar de un régimen autoritario hubiéramos tenido uno democrático desde entonces. El mismo desarrollo económico del país sería de otra forma?", acotó.

 

Por eso, destacó Córdova, valdría la pena discutir y profundizar en el tema, ahora que empezamos a tener democracia y ver de qué forma nos ayudará a impulsar el progreso nacional.

 

En la democracia se pueden tratar los asuntos relacionados con el desarrollo económico, mientras que con el régimen autoritario presidencialista no se tomaban en cuentas las discusiones.

 

Para ello, comentó el integrante del Instituto de Investigaciones Sociales, hay un foro fundamental para el debate nacional como es el Congreso de la Unión, el cual debe comportarse como un poder que ya no está bajo la tutela del Ejecutivo.

 

Asimismo, se debe revisar la política en México, los modos como ésta se lleva a cabo en diversos asuntos tales como otorgarle al Congreso una nueva perspectiva de acción e intervención.

 

En un gobierno con la división de poderes como el de nuestro país se necesitan renovadas fórmulas para que el desarrollo sea un tema de interés general. “Con ello habremos dejado atrás todas las etapas surgidas de la Revolución”, aseveró.

 

Hasta hoy no se ha dado ninguna reforma a la Constitución, pero el simple hecho de que el presidente ya no sea priísta cambia de manera radical la situación.

 

Además, el actual mandatario no cuenta con los apoyos políticos que tenían los anteriores, y cada vez es más cuestionado sobre las propuestas que presenta al Congreso.

 

Por último, aseguró que en la Constitución Mexicana de 1917 sí había un proyecto claro de desarrollo, pero en la actual no por las múltiples reformas.

 

 

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