Boletín UNAM-DGCS-269
MÉXICO, PAÍS DE AMÉRICA QUE MENOS RECURSOS
DESTINA A LA SALUD: JAIME SEPULVEDA
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Afirmó Jaime Sepúlveda, director general del Instituto Nacional
de Salud Pública, que falta investigar más sobre el impacto de las decisiones
en el campo de la salud pública
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Dictó el Seminario Institucional Investigación y
evidencia para la toma de decisiones en salud
México
es el país que destina menos recursos al área de salud a nivel continental, el
4.2 por ciento de su Producto Interno Bruto, de acuerdo con cifras de la
Secretaría de Hacienda; y no sólo eso: “estamos gastando mal”, afirmó Jaime
Sepúlveda, director general del Instituto Nacional de Salud Pública.
Al ofrecer el
Seminario Institucional Investigación y evidencia
para la toma de decisiones en salud, en el Instituto de Investigaciones
Biomédicas, añadió que buena parte de esos problemas se deben a que falta
investigar más sobre el impacto de las decisiones en el campo de la salud.
Algunas de ellas, enfatizó, “son muy tontas, insuficientes o francamente
incorrectas”
Hemos fallado a la
hora de convertir en decisiones los problemas de investigación de la salud, en
buena parte porque existe un sesgo en los especialistas de nuestro país: hay
quienes señalan que la investigación científica en materia de salud del área
biomédica es “buena”, y ven a la realizada en salud pública como de menor
rango.
Sin embargo,
indicó, el hecho de que la investigación en salud pública esté enfocada a
resolver problemas no significa que tenga menos importancia. “La excelencia no
está reñida con la pertinencia”, aseguró.
Destacó también
que los problemas nacionales de salud requieren una agenda nacional. Consideró
que “no se vale que veamos simplemente al norte para copiarlo acá”.
En el Auditorio Francisco Alonso de Florida del
Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm), agregó que, en su opinión, hay
tres tipos de problemas de salud en los que nuestro país debería enfocarse: los
“rezagos”, como son los padecimientos de la pobreza; las “emergencias”, como el
cólera, el dengue y las enfermedades emergentes, y las “bombas de tiempo”.
El último, señaló,
es el caso de la diabetes, la hipertensión, el tabaquismo y la obesidad, “las
cuales, si no las controlamos ahora, lo lamentaremos en el futuro”.
Antes de dar
ejemplos de padecimientos que en México se han podido controlar gracias a la
investigación en salud pública, como la diarrea, el paludismo y el sida
transmitido por donadores profesionales, destacó también que en nuestro país
tenemos ahora “la oportunidad de hacer alianzas” entre los mejores y mayores
talentos, para que la ciencia pinte en el mapa mundial.
Lamentablemente,
explicó, “hemos tenido una fragmentación, atomización de presupuestos y
proyectos que hacen que cada quien se dedique nada más a lo suyo”. Pero, si
fuéramos más inteligentes, destacó, se podrían unir los talentos y recursos
económicos de diversas instituciones para hacer una ciencia más trascendente y
que impacte más a los problemas nacionales.
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