Boletín UNAM-DGCS-238
NUEVAS
FORMAS DE DISCRIMINACIÓN POR CRISIS ECONÓMICAS Y DE LEGITIMIDAD
· La comunidad lésbico-gay y grupos vulnerables
víctimas de xenofobia: Enrique
Contreras, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y
Humanidades
· Aseguró
que estas ideologías se propagan con mayor fuerza en el mundo por el racismo de
Estado
En el
marco de la globalización, las crisis económicas y de legitimidad son factores
determinantes en la aparición de nuevas formas de discriminación, afirmó
Enrique Contreras, especialista en políticas sociales del Centro de Investigaciones
Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH).
Indicó
que en la actualidad también se acentúa la xenofobia y el racismo no sólo hacia
los grupos considerados vulnerables, sino a otros como la
comunidad
lésbico-gay.
Estas
formas discriminatorias ya no son de tipo racial, “las diferencias se inventan,
porque quienes integran esos sectores no comparten la misma forma de vida de la
demás gente”, dijo en entrevista.
Enrique
Contreras habló sobre la existencia del racismo viejo y nuevo en el mundo. El primero incorpora elementos como la
apariencia, con lo cual degrada la posición de los grupos excluidos e impone
una serie de relaciones sociales muy desiguales.
En
cambio, detalló, el nuevo racismo presenta un alto grado de ocultamiento y
eufemismo, es subjetivo e incluso llega a producir reacciones raciales, descréditos
culturales y prejuicios.
Asimismo,
refirió que en el debate sobre esta problemática hay avances importantes:
reconocer a esos grupos como objeto de estudio; tratar de encontrar el tipo de
racionalidad de las acciones étnicas con dosis racistas; identificar a los
actores sociales y cuál es su sentir respecto de la discriminación.
Sin
embargo, los logros cuentan con un enemigo: el racismo de Estado, porque cuando
los movimientos étnicos aparecen en el
escenario político de una nación, la ideología racista se propaga con mayor
fuerza, externó.
De
esta manera, advirtió, el panorama se presenta negro porque pueden vislumbrarse
guerras de identidad relacionadas con otro modelo de sociedad humana.
Asimismo,
se producen actitudes de rechazo a las diferencias y miedo entre las culturas
que consideran a sus contrapartes nocivas o enemigas, especificó Enrique
Contreras, también profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
En
este contexto, definió los tres tipos de políticas para frenar estas prácticas:
la asimilacionista, que trata de incorporar con fuerza o violencia a la sociedad
que por tener su propia cultura y derechos se resiste a perder su identidad; de
exclusión, la cual niega la existencia del pluralismo étnico, y de pluralismo
cultural, donde hay más libertad de grupos hegemónicos hacia los grupos
minoritarios y otras culturas que viven dentro del mismo territorio.
En
este último caso, aclaró, se establecen nuevas leyes que defienden la cultura,
las tradiciones y los derechos de los pueblos. Es la más aconsejable para
reducir los conflictos violentos, además de que abarca programas de desarrollo
para disminuir la desigualdad, finalizó.
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