11:00 hrs. Febrero 21 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-167

 

AGREDEN GRUPOS A LA UNIVERSIDAD

 

 

ˇ        Por un lado, vándalos ajenos a la institución acuden a los planteles y agreden a la comunidad

ˇ        Por el otro, minorías del CGH simulan asambleas e interrumpen clases contra la voluntad mayoritaria

ˇ        La Universidad combate el vandalismo: ha expulsado a una treintena de seudoestudiantes en los últimos meses

 

Hoy, la UNAM enfrenta el asedio de algunos grupos que, aunque antagónicos en apariencia, convergen en lo que parece ser su propósito fundamental: atraer la atención de los medios de información mediante la provocación y la violencia, para intentar afectar el desarrollo de las actividades académicas de la institución.

 

Por un lado, han aparecido con singular frecuencia y descaro grupos totalmente ajenos a la Universidad que se presentan armados con diversos proyectiles ante las puertas de los planteles universitarios y, sin el menor recato, agreden a estudiantes, profesores y trabajadores, para luego desaparecer tranquilamente, con el mismo desenfado con el cual llegaron.

 

Y por el otro, se manifiestan también grupos auténticamente minoritarios de lo que queda del Consejo General de Huelga que ven en la provocación externa tierra fértil que les permite capitalizar políticamente. Simulan asambleas e interrumpen clases de manera arbitraria, bajo el argumento de que se solapa a los vándalos. Nada más falso.

 

El secretario general de la Universidad y el director general del Colegio de Ciencias y Humanidades, informaron ayer que en los últimos meses han sido expulsados de la institución más de una treintena de seudoestudiantes, de los cuales al menos 18 estaban matriculados en el plantel Naucalpan del CCH.

 

Apenas ayer, también, ambos funcionarios anunciaron la expulsión de tres vándalos más del referido plantel, derivado de los ataques sufridos por esa comunidad el lunes pasado.

 

La Universidad Nacional ha mostrado en repetidas ocasiones su decisión de combatir y erradicar la violencia y el vandalismo de sus planteles, haciendo uso, hasta el límite, de las herramientas que la legislación universitaria le confiere; sin embargo, la UNAM insiste en que esta lucha debe ser compartida y concertada entre todas las instituciones educativas que padecen el problema y las autoridades responsables de la seguridad pública.

 

 

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