Boletín UNAM-DGCS-1249
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CADA DÍA SON MÁS URBANOS LOS MUNICIPIOS DEL
CENTRO DEL PAÍS
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El
gradual crecimiento urbano de la región central del país altera su naturalidad,
señaló Adrián Guillermo Aguilar, del Instituto de Geografía de la UNAM
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No
se sabe dónde termina la ciudad ni dónde empieza el campo, porque el paisaje es
bastante similar
De los poco más de 500 municipios
que conforman la región central del país, al menos 80 -de naturaleza rural y
mixta- se transformaron en urbanos, lo que ocasionó una especie de realidad
urbano-rural en la que no se sabe dónde termina una ciudad ni dónde empieza el
campo, porque el paisaje es bastante similar.
Como consecuencia del crecimiento
de las ciudades, de 1970 a 1990, las periferias metropolitanas de la región
central, conformada por Querétaro, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Morelos, Distrito
Federal y Estado de México, se expandieron a las áreas rurales y espacios
vacíos, rezagados y pobres, afirmó Adrián Guillermo Aguilar Martínez,
investigador del Instituto de Geografía (IG) de la UNAM.
Señaló que el gradual crecimiento
urbano de la región central altera la naturalidad de ésta y todo parece indicar
que el principal fenómeno que caracterizará el futuro desarrollo urbano-rural
será el predominio de un territorio megaurbano con una estructura política que
tendrá como núcleo principal la Zona Metropolitana de la Ciudad de México.
Instituciones como la Secretaría de
Desarrollo Social, los gobiernos del Distrito Federal y del Estado de México
-encargados de elaborar políticas de desarrollo urbano y regional- están
sumamente interesadas en conocer cuáles son las nuevas tendencias del
crecimiento de las ciudades en la región central en términos de
desconcentración y reconcentración, indicó el geógrafo universitario.
Se preguntó: ¿Cómo va la entidad
gubernamental responsable a reconciliar los objetivos nacionales de equidad
territorial, con la desigual distribución de la riqueza y recursos que una
región megaurbana de este tipo tiende a originar?
Explicó que en el
área central del país, integrada por seis estados y el Distrito Federal se
encuentra la ciudad más grande e importante, donde se concentra la actividad
económica de más trascendencia. Un rasgo importante de la urbanización es el
crecimiento y expansión de las megaciudades y, en consecuencia, del proceso de
megaurbanización.
Las megaciudades se
definen en términos demográficos por la gran concentración de población que
existe en ellas: a partir de ocho millones. En la primera mitad de la década de
los 90 existían 20 ciudades con poblaciones mayores a esa cantidad, seis de las
cuales se ubicaban en países desarrollados; del resto sólo una estaba en Africa
(El Cairo) y cuatro en América Latina (México, Río de Janeiro, Sao Paulo y Buenos
Aires).
En términos
económicos, por ser los nodos más importantes, dichas megaciudades concentran
funciones de nivel superior: dirección corporativa, poder político y medios de
información. En términos sociales presentan rápido crecimiento demográfico,
migración, altos niveles de pobreza, infraestructura deficiente y deterioro
ambiental, explicó Aguilar Martínez.
En el aspecto
territorial, agregó, las megaciudades reestructuran su espacio inmediato y dan
lugar a transformaciones reflejadas en una nueva relación con los espacios
regionales inmediatos. En este sentido se habla de un nuevo orden territorial
alrededor de las grandes metrópolis.
Por ello, más que
estudiar a la ciudad en términos de límites urbanos o metropolitanos, se ha
hecho necesario hacerlo desde la perspectiva de región, es decir, del
reordenamiento de la población y de la actividad productiva, sobre todo
alrededor de la región inmediata de la gran urbe.
El investigador
universitario precisó que cada vez más, en este paisaje urbano-regional, se ve
una concentración de parques industriales y grandes empresas ubicadas a lo
largo de carreteras. También se observan flujos interurbanos más intensos,
tanto de personas como de mercancías, así como un rápido crecimiento de
ciudades pequeñas. Otro fenómeno que ocurre es la llegada de actividades
manufactureras a la periferia, como la maquila.
Desde la década de
los 80 se ha visto una desaceleración de las grandes metrópolis y cómo el
crecimiento urbano se traslada a las ciudades secundarias. Las concentraciones
más altas de población en los últimos años se dan en la periferia de ciudades
como Toluca, Puebla, Tlaxcala y San Juan del Río, concluyó.
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PIE DE FOTO
Adrián Guillermo
Aguilar, del Instituto de Geografía de la UNAM, dijo que 80 de poco más de 500
municipios del centro del país se convirtieron en urbanos.