Boletín UNAM-DGCS-1248
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DEPRESIÓN, AGRESIVIDAD Y BAJO RENDIMIENTO ESCOLAR, EFECTOS DEL DIVORCIO EN LOS NIÑOS
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María de Lourdes Sánchez y Araceli Pedroche, especialistas de la Escuela
Nacional de Trabajo Social, dijeron que durante la separación de los padres,
los menores se enfrentan a graves conflictos
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Ambas laboran en el Bufete Jurídico de la UNAM, el cual otorga apoyo a
familias de escasos recursos
Los niños hijos de
padres divorciados se enfrentan a un grave conflicto durante el proceso de
separación, porque no se les explica la situación que se vive ni lo que
ocurrirá a futuro. Como consecuencia, sufren depresiones, actúan con
agresividad y, en el caso de los que están en edad escolar, tienen bajo
rendimiento, informaron las especialistas de la Escuela Nacional de Trabajo
Social (ENTS) María de Lourdes Sánchez Islas y Araceli Pedroche Cruz.
Las trabajadoras
sociales del Bufete Jurídico de la UNAM –el cual está en funcionamiento desde
1968 y desde el 2000 cuenta con tres oficinas, en el Centro Histórico, la Facultad
de Derecho y Xochimilco–, precisaron que en materia familiar en doce meses
atendieron 477 casos, lo que representa 60 por ciento del total de servicios
brindados en esa área.
Las abogadas del
Departamento de Trabajo Social del Bufete Jurídico explicaron que las causas
por las que se origina el divorcio son violencia intrafamiliar, relacionada con
el alcoholismo y la drogadicción, y las diferencias económicas entre los
cónyuges.
Los infantes,
señalaron las especialistas, resultan afectados porque los padres los utilizan
como mensajeros, instrumentos para agredirse uno al otro y de “chivos
expiatorios” para saber qué hace la pareja o con quién sale. Incluso,
investigan con los niños sobre el destino que la otra parte le da a los
recursos económicos que le proporciona, ya sea como pensión alimenticia o en
efectivo.
Araceli Pedroche
explicó que en el Bufete Jurídico se atienden, entre otros rubros, los de
índole familiar o civil. Los primeros se canalizan al Departamento de Trabajo
Social, el cual registra la mayor incidencia en los casos de divorcios
necesarios y voluntarios, pensiones alimenticias, guarda y custodia, pérdida de
patria potestad y régimen de visitas. En todos ellos están involucrados los
menores.
Dio a conocer que
del total de la población registrada en los doce meses de referencia, 171 casos
fueron por divorcios necesarios, 28 voluntarios y 160 pensiones alimenticias,
así como 45 por guarda y custodia, 13 por régimen de visitas y seis de pérdida
de patria potestad.
En cuanto a la pensión
alimenticia, argumentó, por lo regular las demandas son contra los hombres,
quienes con frecuencia se niegan a cubrir los gastos de los infantes y, en el
momento en que interviene la ley, piden permiso para ausentarse del empleo o lo
abandonan a fin de no entregar de manera obligatoria ningún porcentaje de su
salario. Los motivos son: falta de compromiso con los hijos, irresponsabilidad
o haber formado otra familia a la que le dan prioridad.
Los casos en que la
mujer tiene que cubrir pensión alimenticia al ex marido, son pocos y se dan, principalmente, cuando
el ex esposo tiene alguna discapacidad.
María de Lourdes
Sánchez explicó sobre el régimen de visita que por lo regular la madre le niega
al progenitor la posibilidad de verlos, lo cual se considera utilización del
infante. Por ello, los varones acuden a un medio legal para que se les permita
ver a los niños.
Indicó que en los
casos de guardia y custodia la pérdida de la patria potestad se da en pocas
ocasiones, porque es muy difícil comprobar que los niños peligran con algún
padre. Sólo cuando hay pruebas contundentes,
donde se muestra de que está en
riesgo la integridad física y emocional del infante, es cuando se aplica esta
ley.
La trabajadora
social expuso que como resultado del proceso de separación, en los niños entran
en conflicto, porque en la mayoría de los casos no se les explica que sucede
entre los padres, a pesar de que la situación es percibida hasta por los
infantes de poca edad.
En esos momentos,
los menores saben que algo ocurre porque los padres no se hablan o sé agreden
mutuamente. El ambiente familiar es tenso y tienen repercusiones: bajo
rendimiento escolar y en múltiples casos, incluso, presentan depresiones o
actúan con agresividad.
Al acudir al área
de Trabajo Social del Bufete Jurídico de la UNAM, las especialistas dan
orientación social a los padres sobre cómo explicarle a sus hijos la situación
en forma clara y concreta, de acuerdo con la edad que tienen.
María de Lourdes
Sánchez consideró fundamental que los infantes no sean utilizados y se les
aclare que aunque estén separados los padres continuarán cerca de ellos para
protegerlos y apoyarlos.
Los progenitores,
dijo, deben tener una relación cordial y, por lo menos, no discutir frente al
niño; además es conveniente que lleguen
a acuerdos sobre los límites y las normas que se aplicarán, aunque también
sobre cómo funcionarán las reglas dependiendo si están con el padre o con la
madre.
En los casos en que
los menores fueron abusados sexualmente, los padres son canalizados a la
instancia especializadas para su atención. El seguimiento del Departamento de
Trabajo Social consiste en buscar los medios para que al niño no le falte esta
atención y los padres no dejen de llevarlos a las instituciones donde se les
brindará ayuda para superar el problema.
Araceli Pedroche
informó que de acuerdo con la ley los menores deben estar al cuidado de la
madre hasta los siete años. A partir de esa edad el padre puede pedir la guarda
y custodia.
Sin embargo, hay casos
en los que se demuestra que la conducta de la madre o quien tenga la guarda y
custodia del menor afecta su integridad física y emocional, lo que puede
ocasionar la pérdida de ese derecho.
Con el tiempo,
dijeron las especialistas, los menores aceptan la separación de sus padres y
que deben convivir con ambos de manera distinta. También los hace madurar.
En 90 por ciento de
los casos registrados en el Bufete Jurídico de la UNAM la madre es la que tiene
la responsabilidad de los hijos. En el restante diez por ciento lo tiene el
padre porque la progenitora se fue de la casa o los abandonó por tener
compromiso con otra pareja, entre otros argumentos.
El Bufete Jurídico
apoya a familias de escasos recursos económicos, es decir, que perciban de uno
a cuatro salarios mínimos, y atiende con mayor frecuencia a personas de
Iztapalapa, Iztacalco y Gustavo A. Madero.
PIE DE FOTO
María de Lourdes
Sánchez Islas y Araceli Pedroche Cruz, de la Escuela Nacional de Trabajo
Social, señalaron que los hijos de padres divorciados se enfrentan a un grave
conflicto psico–emocional durante el proceso de separación