06:00 hrs. Diciembre 30 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1246

 

 

 

 

 

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FÍSICOS UNIVERSITARIOS DESARROLLARON VIDRIO 40% MÁS RESISTENTE

 

·        Mediante un tratamiento se proporciona al vidrio una textura resbalidiza que evita que se rompa en su transportación

·        Nada lo moja y todo se le resbala: Rodríguez Talavera, del Departamento de Física Aplicada y Tecnología Avanzada

 

Gracias al trabajo de investigadores universitarios se incrementó el 40 por la resistencia del vidrio a los impactos mediante un endurecedor y un recubrimiento de baja fricción, informó Rogelio Rodríguez Talavera, quien explicó que es un tratamiento que proporciona al vidrio una textura resbaladiza, muy lisa, y evita que se rompa durante su transportación y manejo.

 

Rodríguez Talavera, quien desempeña su trabajo en el Departamento de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (FATA), del Instituto de Física de la UNAM, con sede en Juriquilla, Querétaro, mencionó que en los últimos años las vidrieras han competido contra los fabricantes de plástico, sobre todo porque prácticamente todos los refrescos que se venden se envasan en botellas irrompibles de plástico.

 

Ello se debe a que cuando una botella de vidrio cae se convierte en una ”granada” cuyos fragmentos saltan en todas direcciones, lo cual representa  gran peligro.

 

En tanto, las de plástico -además de ser irrompibles-, son ligeras, transparentes y tienen buen brillo. Es decir, poseen todas las ventajas del vidrio, sin sus desventajas, salvo una: que éste no se raya y el plástico sí.

 

Los envases de vidrio enfrentan el problema de que en las bandas y trenes de transporte se golpean e incluso se rompen y obstruyen el flujo del resto. Además, los contendiso, que podrían ser tóxicos o  caros, también se pierden o derraman.

 

Ante esos problemas, los investigadores del FATA trabajaron en el aumento de la resistencia del vidrio al impacto y desarrollaron un material para recubrimiento de materiales resbalosos (conocido como recubrimiento de baja fricción) para que provoca que cuando hay un golpe la fuerza que iba de frente se desvíe tangencialmente. De esa forma, aguanta mucho más a los impactos.

 

Rodríguez Talavera señaló que se trata de un recubrimiento antiadherente, para el cual se crearon nuevas moléculas de polímero con características hidrofóbicas y olefóbicas.

 

Es como el recubrimiento antigraffiti, pero es completamente transparente; su condición de antiadherente es tal, que incluso impide pegar cualquier etiqueta y tiene la ventaja de que se limpia fácilmente.

 

Es un material con adherencia muy baja, lo que se le ponga encima se  cae, nada lo moja y todo se le resbala; ese es el secreto de un antigraffiti, añadió. Si fuera un vidrio rasposo, al momento de recibir un golpe se atoraría y absorbería la energía de la colisión, pero este es tan resbaloso que el impacto sobre la componente normal o perpendicular no es tan grande, sino que se orienta a la tangencial.

 

Este vidrio, que ya ha sido presentado a la empresa Vitro, tardó alrededor de ocho meses en desarrollarse. El vidrio es un material con alta resistencia a la intemperie, transparente, con poca conducción del calor, pero frágil.

 

Hacerlo más resistente es difícil porque su modificación, de forma ideal, no debe ser superficial, sino en todo su volumen, empero es fundido a entre 800 y 1200 grados centígrados, temperaturas que no cualquier material soporta.

 

A esa temperatura cualquier plástico se convierte en carbón. Por eso, la modificación tuvo que ser superficial y la resistencia aumentó sólo 40 por ciento. Si pudiéramos hacer un polímero para modificar el interior del vidrio, la resistencia aumentaría por un factor de 10, es decir, mil por ciento; sin embargo, las temperaturas del procesado del vidrio son demasiado altas para cualquier plástico.

 

En tanto, en FATA se están desarrollando plásticos térmicamente estables, los cuales pueden resistir hasta 600 grados centígrados, empero, todavía están lejos de soportar las temperaturas requeridas en este caso.

 

Si se logra bajar la temperatura de fusión del vidrio, se podrían diseñar polímeros que la resistan para mezclarlos con él, y éste adquiriría elementos de absorción de impactos o choques, evitando que se rompiera. En caso de lograrse, el vidrio sería irrompible, pero esa posibilidad aún es lejana, concluyó Rodríguez Talavera.

 

 

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Rogelio Rodríguez Talavera, del Instituto de Física de la UNAM, dijo que para el recubrimiento antiadherente del vidrio se crearon nuevas moléculas de polímero con características hidrofóbicas y oleofóbicas.