Boletín UNAM-DGCS-1246
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FÍSICOS UNIVERSITARIOS DESARROLLARON VIDRIO 40% MÁS RESISTENTE
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Mediante un tratamiento se proporciona al vidrio una textura resbalidiza
que evita que se rompa en su transportación
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Nada lo moja y todo se le resbala: Rodríguez Talavera, del Departamento
de Física Aplicada y Tecnología Avanzada
Gracias al trabajo
de investigadores universitarios se incrementó el 40 por la resistencia del
vidrio a los impactos mediante un endurecedor y un recubrimiento de baja
fricción, informó Rogelio Rodríguez Talavera, quien explicó que es un
tratamiento que proporciona al vidrio una textura resbaladiza, muy lisa, y
evita que se rompa durante su transportación y manejo.
Rodríguez Talavera,
quien desempeña su trabajo en el Departamento de Física Aplicada y Tecnología
Avanzada (FATA), del Instituto de Física de la UNAM, con sede en Juriquilla,
Querétaro, mencionó que en los últimos años las vidrieras han competido contra
los fabricantes de plástico, sobre todo porque prácticamente todos los
refrescos que se venden se envasan en botellas irrompibles de plástico.
Ello se debe a que
cuando una botella de vidrio cae se convierte en una ”granada” cuyos fragmentos
saltan en todas direcciones, lo cual representa gran peligro.
En tanto, las de
plástico -además de ser irrompibles-, son ligeras, transparentes y tienen buen
brillo. Es decir, poseen todas las ventajas del vidrio, sin sus desventajas,
salvo una: que éste no se raya y el plástico sí.
Los envases de
vidrio enfrentan el problema de que en las bandas y trenes de transporte se
golpean e incluso se rompen y obstruyen el flujo del resto. Además, los
contendiso, que podrían ser tóxicos o
caros, también se pierden o derraman.
Ante esos
problemas, los investigadores del FATA trabajaron en el aumento de la
resistencia del vidrio al impacto y desarrollaron un material para
recubrimiento de materiales resbalosos (conocido como recubrimiento de baja
fricción) para que provoca que cuando hay un golpe la fuerza que iba de frente
se desvíe tangencialmente. De esa forma, aguanta mucho más a los impactos.
Rodríguez Talavera
señaló que se trata de un recubrimiento antiadherente, para el cual se crearon
nuevas moléculas de polímero con características hidrofóbicas y olefóbicas.
Es como el
recubrimiento antigraffiti, pero es completamente transparente; su condición de
antiadherente es tal, que incluso impide pegar cualquier etiqueta y tiene la
ventaja de que se limpia fácilmente.
Es un material con
adherencia muy baja, lo que se le ponga encima se cae, nada lo moja y todo se le resbala; ese es el secreto de un
antigraffiti, añadió. Si fuera un vidrio rasposo, al momento de recibir un
golpe se atoraría y absorbería la energía de la colisión, pero este es tan
resbaloso que el impacto sobre la componente normal o perpendicular no es tan
grande, sino que se orienta a la tangencial.
Este vidrio, que ya
ha sido presentado a la empresa Vitro, tardó alrededor de ocho meses en
desarrollarse. El vidrio es un material con alta resistencia a la intemperie,
transparente, con poca conducción del calor, pero frágil.
Hacerlo más
resistente es difícil porque su modificación, de forma ideal, no debe ser
superficial, sino en todo su volumen, empero es fundido a entre 800 y 1200
grados centígrados, temperaturas que no cualquier material soporta.
A esa temperatura
cualquier plástico se convierte en carbón. Por eso, la modificación tuvo que
ser superficial y la resistencia aumentó sólo 40 por ciento. Si pudiéramos
hacer un polímero para modificar el interior del vidrio, la resistencia
aumentaría por un factor de 10, es decir, mil por ciento; sin embargo, las
temperaturas del procesado del vidrio son demasiado altas para cualquier
plástico.
En tanto, en FATA
se están desarrollando plásticos térmicamente estables, los cuales pueden
resistir hasta 600 grados centígrados, empero, todavía están lejos de soportar
las temperaturas requeridas en este caso.
Si se logra bajar
la temperatura de fusión del vidrio, se podrían diseñar polímeros que la resistan
para mezclarlos con él, y éste adquiriría elementos de absorción de impactos o
choques, evitando que se rompiera. En caso de lograrse, el vidrio sería
irrompible, pero esa posibilidad aún es lejana, concluyó Rodríguez Talavera.
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PIE DE FOTO
Rogelio Rodríguez
Talavera, del Instituto de Física de la UNAM, dijo que para el recubrimiento
antiadherente del vidrio se crearon nuevas moléculas de polímero con
características hidrofóbicas y oleofóbicas.