06:00 hrs. Diciembre 29 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1244

 

 

 

 

 

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EL CONSUMO DE CHILE AYUDA A CONTROLAR EL DOLOR EN LA BOCA

 

·        La capsaicina, sustancia irritante contenida en el vegetal, tiene un efecto analgésico que permite controlar el dolor

·        El alcaloide también se ha aplicado para aliviar neuropatías, artritis, rinitis, prurito y úlcera péptica

 

Una vez más se demuestra que comer chile tiene muchas ventajas para la salud. Odontólogos de la UNAM encontraron un nuevo uso para la capsaicina –sustancia que contiene el chile–, ya que permite aliviar el dolor neuropático, artritis, rinitis, prurito o úlcera péptica, además se puede utilizar para tratar a personas con síndrome de boca dolorosa, con un 80% de éxito.

 

El alcaloide, derivado del chile pimienta de cayene, tiene efecto analgésico, que permite controlar el dolor provocado por la sustancia P (asociada al inicio de transmisión del estímulo doloroso), misma que se ha empleado para aliviar también dolores posherpéticos.

 

Los especialistas de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Odontología (FO), encabezados por Beatriz Aldape Barrios, utilizan dicha sustancia como terapia dessensibilizante en pacientes con síndrome de boca dolorosa.

 

Beatriz Aldape, especialista en patología bucal, afirmó que la capsaicina se emplea desde 1966 para aliviar dolores, principalmente en piel.

 

Investigadores de la Facultad de Química de la UNAM elaboraron una pomada con base en capsaicina, denominada Capsidol, la cual alivia dolores artríticos, y que antes no se había empleado para mitigar el dolor en la boca, dijo.

 

Explicó que en la escala de uno a 10, la intensidad del picor de la especie de chile utilizada para este tratamiento ocupa el séptimo sitio, mientras que el habanero se sitúa en el décimo lugar. Por ello, en consideración a los que no consumen este vegetal se eligió  pimienta de cayene.

 

En cuanto al síndrome crónico de boca dolorosa, la especialista explicó que es una experiencia sensitiva emocional desagradable que se presenta con mayor frecuencia en las mujeres y está asociada con alguna lesión real o potencial de un tejido.

 

Agregó que en la primera fase de la investigación, los especialistas trataron a 10 mujeres mayores de 50 años de edad sin enfermedad sistémica.

 

Indicó que en muchas ocasiones las pacientes pueden ser mal diagnosticadas y derivadas al psiquiatra porque los dentistas no encuentran causa aparente del dolor.

 

Las pacientes tratadas acuden con una mucosa sana, por lo que es importante realizar un diagnóstico adecuado para descartar enfermedades sistémicas como diabetes o neuropatías periféricas. La boca no debe presentar enrojecimiento, úlceras o inflamación.

 

Para medir la intensidad del dolor en pacientes con síndrome de boca dolorosa, se utiliza una escala análoga visual de uno a 10. Las pacientes, de acuerdo con los estudios realizados, manifestaron dolor de entre ocho y nueve grados de intensidad, el cual luego de la aplicación directa de capsaicina en las mucosas disminuye a dos o tres.

 

Señaló que al colocar el polvo de la capsaicina en la mucosa bucal de las pacientes, éstas experimentaron una sensación de calor y picor y, posteriormente, un alivio provocado por la pérdida de la sensibilidad  (terapia desensibilizante) durante 24 horas.


Por último, destacó que aún cuando los pacientes se vuelven adictos a la capsaicina, porque les alivia el dolor, no daña el epitelio ni hace a los pacientes más susceptibles a padecer cáncer bucal, ya que se trata de una sustancia natural que no provoca reacciones adversas o problemas secundarios.

 

 

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El polvo de la capsaicina en la mucosa bucal de las pacientes, les provoca una sensación de calor y picor que ocasiona un alivio durante un lapso de 24 horas, indicó Beatriz Aldape, de la Facultad de Odontología de la UNAM