Boletín UNAM-DGCS-1244
EL CONSUMO DE CHILE AYUDA A CONTROLAR EL
DOLOR EN LA BOCA
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La
capsaicina, sustancia irritante contenida en el vegetal, tiene un efecto
analgésico que permite controlar el dolor
· El alcaloide también se ha aplicado para aliviar neuropatías, artritis, rinitis, prurito y úlcera péptica
Una vez más se demuestra que comer chile
tiene muchas ventajas para la salud. Odontólogos de la UNAM encontraron un
nuevo uso para la capsaicina –sustancia que contiene el chile–, ya que permite
aliviar el dolor neuropático, artritis, rinitis, prurito o úlcera péptica,
además se puede utilizar para tratar a personas con síndrome de boca dolorosa,
con un 80% de éxito.
El alcaloide,
derivado del chile pimienta de cayene, tiene efecto analgésico, que permite
controlar el dolor provocado por la sustancia P (asociada al inicio de
transmisión del estímulo doloroso), misma que se ha empleado para aliviar
también dolores posherpéticos.
Los especialistas
de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Odontología (FO),
encabezados por Beatriz Aldape Barrios, utilizan dicha sustancia como terapia
dessensibilizante en pacientes con síndrome de boca dolorosa.
Beatriz Aldape,
especialista en patología bucal, afirmó que la capsaicina se emplea desde 1966
para aliviar dolores, principalmente en piel.
Investigadores de
la Facultad de Química de la UNAM elaboraron una pomada con base en capsaicina,
denominada Capsidol, la cual alivia dolores artríticos, y que antes no se había
empleado para mitigar el dolor en la boca, dijo.
Explicó que en la
escala de uno a 10, la intensidad del picor de la especie de chile utilizada
para este tratamiento ocupa el séptimo sitio, mientras que el habanero se sitúa
en el décimo lugar. Por ello, en consideración a los que no consumen este
vegetal se eligió pimienta de cayene.
En cuanto al
síndrome crónico de boca dolorosa, la especialista explicó que es una
experiencia sensitiva emocional desagradable que se presenta con mayor
frecuencia en las mujeres y está asociada con alguna lesión real o potencial de
un tejido.
Agregó que en la
primera fase de la investigación, los especialistas trataron a 10 mujeres
mayores de 50 años de edad sin enfermedad sistémica.
Indicó que en
muchas ocasiones las pacientes pueden ser mal diagnosticadas y derivadas al
psiquiatra porque los dentistas no encuentran causa aparente del dolor.
Las pacientes
tratadas acuden con una mucosa sana, por lo que es importante realizar un
diagnóstico adecuado para descartar enfermedades sistémicas como diabetes o
neuropatías periféricas. La boca no debe presentar enrojecimiento, úlceras o
inflamación.
Para medir la
intensidad del dolor en pacientes con síndrome de boca dolorosa, se utiliza una
escala análoga visual de uno a 10. Las pacientes, de acuerdo con los estudios
realizados, manifestaron dolor de entre ocho y nueve grados de intensidad, el
cual luego de la aplicación directa de capsaicina en las mucosas disminuye a
dos o tres.
Señaló que al
colocar el polvo de la capsaicina en la mucosa bucal de las pacientes, éstas
experimentaron una sensación de calor y picor y, posteriormente, un alivio
provocado por la pérdida de la sensibilidad
(terapia desensibilizante) durante 24 horas.
Por último, destacó
que aún cuando los pacientes se vuelven adictos a la capsaicina, porque les
alivia el dolor, no daña el epitelio ni hace a los pacientes más susceptibles a
padecer cáncer bucal, ya que se trata de una sustancia natural que no provoca
reacciones adversas o problemas secundarios.
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PIE DE FOTO
El polvo de la capsaicina en la mucosa
bucal de las pacientes, les provoca una sensación de calor y picor que ocasiona
un alivio durante un lapso de 24 horas, indicó Beatriz Aldape, de la Facultad
de Odontología de la UNAM