06:00 hrs. Diciembre 28 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1239

 

 

 

EL ASMA PUEDE DESAPARECER EN LOS ADOLESCENTES

 

·        El por qué no se sabe, aunque se le considera ligado a los cambios hormonales que se presentan en esa edad, afirmó Luis Manuel Montaño Ramírez, profesor de la Facultad de Medicina

·        Se ha encontrado que antes de los 15 años, los hombres son los más sensibles a padecer esa enfermedad; después de esa edad, las mujeres

 

Si bien es cierto que el asma no se cura, durante la adolescencia en la mitad de los jóvenes que la padecen, puede revertirse y llegar a desaparecer; pero aún no se sabe con precisión el porqué de ello, destacó Luis Manuel Montaño Ramírez, profesor del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina.

 

Antes de comentar que una de las teorías que se postulan es que la cura tiene que ver con los cambios hormonales durante la adolescencia, aclaró que la enfermedad se puede controlar.

 

De acuerdo con investigaciones realizadas en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), prosiguió, "normalmente antes de cumplir los 15 años la población más sensible a padecer esta enfermedad son hombres; después de esa edad, son las mujeres. Tampoco se tiene explicación para ello".

 

El asma, indicó, es una enfermedad inflamatoria y crónica de las vías aéreas, cuya principal característica es la hiperreactividad. Ello significa que los sujetos que la padecen tienen vías aéreas muy sensibles a ciertas sustancias y agentes, por lo que fácilmente presentan dificultad para respirar (broncoespasmo).

 

De los dos tipos de asma que existen, la alérgica, que es hereditaria, y la no alérgica, y la padece cada una el 50 por ciento de la población enferma.

 

El polvo casero es el portador de los antígenos más comunes que provocan el primer tipo de asma, entre los  que se encuentra el ácaro, denominado Dermatophagoides pteronyssinus, principal responsable de producir la enfermedad; también la causa el polen, excretas de mascotas, cucarachas y algunos medicamentos, como la aspirina.

 

En cuanto al segundo tipo de asma, añadio  Montaño Ramírez, los no alérgicos los factores desencadenantes -los que producen las crisis asmáticas (broncoespasmo)- son casi los mismos. Un ejemplo de estos factores sería el ejercicio, infecciones virales, humo de tabaco, estrés y la misma aspirina.

 

Si la persona es atópica, tiene mucho riesgo de desarrollar asma tarde o temprano, dependiendo del medio ambiente que la rodea -conforme disminuye la altitud la incidencia de asma es mayor, y si sube es menor- y de qué tan rápido se haya expuesto a los antígenos que la desencadenan. Donde hay mucha humedad y polinización, por ejemplo, aumentan las posibilidades.

 

En algunos estudios se reporta que en Tabasco en niños escolares de 6 a 12 años es de 8.7 por ciento; en la ciudad de México es de 11.8 por ciento. En escolares de 6 a 12 años, en Mérida, Yucatán, es de 12 por ciento; en Coatzacoalcos, Veracruz, de 34 por ciento; en Guadalajara, Jalisco,  12 por ciento; en Cuernavaca, Morelos, 5.8 por ciento; y en Monterrey, Nuevo León, 2.7 por ciento.

 

En Australia y Nueva Zelanda la prevalencia es mucho más alta en la población infantil, 28.2 y 24.4 por ciento, respectivamente. En Estados Unidos es de 16.5 por ciento. También se ha incrementado en Francia (12.6 por ciento) e Inglaterra (20.7 por ciento).

 

Los porcentajes de aumento de la enfermedad son alarmantes en el orbe. En el Primer Mundo es un problema serio, porque se ha visto que entre mayor comodidad y grado de desarrollo este mal aumenta. Se piensa que uno de los factores es porque tienen alfombras, lo cual permite la acumulación de polvo. Además, existe un concepto general de que cuando la población de un país es sometida a menos infecciones la incidencia de asma es mayor; tiene que ver mucho con el estilo de vida occidental.


Si el niño es atópico y la casa donde vive está llena de muñecos de peluche y tiene muchas alfombras donde se acumula el polvo, más pronto presentará la enfermedad. Por eso, lo mejor es evitar cualquier cosa donde se pueda acumular el polvo y tener pisos de fácil limpieza, dijo.

 

Acerca de los medicamentos para controlar este padecimiento, comentó que los de primera elección son los broncodilatadores, los cuales actúan relajando las vías aéreas. Cuando hay un proceso inflamatorio un poco más severo, se recetan esteroides inhalados. Muchas veces se combinan, recalcó.

 

Sobre las investigaciones que realiza en el Laboratorio de Asma del INER, destacó que él y su grupo estudian los mecanismos responsables de producir la hiperreactividad de las vías aéreas. Para esto utilizan modelos experimentales de asma y el enfoque es global, es decir, se realizan estudios en el animal completo e incluso en nivel molecular. Actualmente, uno de los proyectos en los que están involucrados es el estudiar a uno de los mediadores químicos que más participación tienen en este padecimiento, los leucotrienos.

 

 

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