Boletín UNAM-DGCS-1237
UNIVERSIDADES TECNOLÓGICAS, OPCIÓN EDUCATIVA PARA MEXICO
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Actualmente hay 44 en la República, que atienden entre 40 mil y 50 mil
jóvenes, indicó Lorenza Villa Lever
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No son instituciones de segunda, afirmó la investigadora del Instituto
de Investigaciones Sociales de la UNAM
Las universidades
tecnológicas son una opción educativa
importante, porque dan acceso a la
educación superior a miles de jóvenes, quienes sin éstas no podrían seguir sus
estudios, por su nivel socioeconómico bajo y la lejanía a sus zonas de origen,
afirmó Lorenza Villa Lever, del Instituto de Investigaciones Sociales de la
UNAM.
Atienden
actualmente entre 40 mil y 50 mil alumnos, en las 44 instituciones de este tipo
que hay en el país. Se estima que su crecimiento, para los próximos cinco años,
llegue hasta los 150 mil estudiantes.
Por ello, señaló,
que, aunque tienen puntos criticables, se debe acabar con la idea de que son de
segunda y hay que darle al técnico el
reconocimiento debido, pues dentro del mercado laboral su actividad es
indispensable para el buen funcionamiento de las empresas. Por tanto, agregó,
habría que apoyar este tipo de enseñanza.
Destacó que por ser
de dos años, los alumnos avanzan con pasos más cortos, y les da la ventaja de
que en seis cuatrimestres consiguen un título de técnico superior
universitario, tienen conocimientos
para ingresar al mercado de trabajo, en mejores condiciones, o continuar sus
estudios superiores, aunque esto no es una realidad en el país todavía.
Las universidades
tecnológicas, precisó, son intensivas: los alumnos cursan tres mil cien horas
en dos años, mientras que una licenciatura se estudia en alrededor de cuatro
mil horas. Esto, dijo, también es un problema, porque meten a los jóvenes en un
ritmo de estudio muy fuerte; tienen una carga muy pesada.
Dichas
instituciones, explicó, surgieron en México hace 10 años. Sin embargo, en
Europa y Estados Unidos datan de los años 60. Su objetivo es preparar mandos
medios técnicos, polivalentes y flexibles. Este tipo de instrucción es más
práctica que teórica, pues para la primera destina el 70 % del tiempo.
Estas
universidades, apuntó, no están en la zona metropolitana, sino en ciudades
medias o apartadas, lo que facilita el acceso de los muchachos, porque requiere
desplazamientos cortos. En esta medida –recalcó– son portadoras de cierta
equidad ante la educación superior.
Las principales
instituciones de este tipo son las más antiguas: la Universidad Tecnológica de
Aguascalientes, la de Tula Tepeji y la de Nezahualcóyotl. Ahora hay en casi
todos los estados de la República.
El mercado laboral,
sostuvo la experta, ha recibido bien a los egresados de estas universidades, de
ahí que encuentren trabajo con bastante rapidez, en promedio de tres a seis
meses, y muchos se quedan a trabajar en la empresa que hicieron su estadía.
Sin embargo, se han
visto dos problema con estos egresados: la frecuente rotación de empleo -aunque
no se saben las causas, la hipótesis es que en México no estamos acostumbrados
a una movilidad horizontal, sino a la vertical (pasar de un puesto a otro de
mayor jerarquía), y el tipo de estudios que tienen estos jóvenes llega a los
mandos medios-. “Queremos ser jefes todos, pero esto no es posible”, afirmó.
El otro
inconveniente es la eficiencia terminal: aproximadamente el 52 por ciento de
los que ingresan se titula o termina y el resto no lo hace porque comienzan a
trabajar o reprueban.