Boletín UNAM-DGCS-1236
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Judit Bokser Misses, coordinadora del Posgrado de la FCPyS, señaló que
ese proceso permite superar la visión endógena predominante en las ciencias
sociales y redefinir al Estado
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La memoria histórica y el juicio al pasado son producto de un mundo
global, indicó
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Acierto importante la construcción del orden jurídico democrático de
partidos políticos
El proceso de globalización ha abierto
oportunidades inéditas para el cambio social y político, así como para superar
la visión endógena predominante en las ciencias sociales, aseguró la
coordinadora del Posgrado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
(FCPyS), Judit Bokser Misses.
La académica
universitaria explicó que la visión del Estado o la sociedad, como única figura
del pensamiento sociopolítico, se ve superada en la dinámica actual en la que
tiempo y espacio juegan un nuevo papel en la determinación de las relaciones
sociales y las instituciones, así como en la concepción del aparato estatal.
El tiempo y el
espacio generan, gracias a la tecnología, la posibilidad de una simultaneidad
antes inexistente. Asimismo, indicó, se facilita la constitución de redes
sociales internacionales mediante el redescubrimiento que de sí misma hace una
sociedad al entrar en contacto con otra.
Por lo que respecta
al Estado y la soberanía nacionales, Bokser Misses señaló que se trata de
conceptos que, aun cuando en términos generales se mantienen vigentes, resultan
de alguna manera cuestionados en su versión tradicional.
Es precisamente en
este contexto, dijo, que es posible explicarse el que los dictadores
latinoamericanos puedan ser juzgados en otro país. El hecho de que la memoria
histórica y el juicio al pasado sean producto de un mundo global, pone en duda
la idea de soberanía nacional.
La coordinadora del
posgrado de la FCPyS afirmó que gran cantidad de los procesos políticos de los
últimos años en Europa y América Latina son resultado de la globalización. Son
fenómenos que inician en valores políticos que se universalizan y forman parte
de un patrimonio humano más allá de las fronteras nacionales, precisó.
En lo que se
refiere a México, continuó, es un acierto importante la construcción del orden
jurídico democrático de partidos políticos. A ello se suma el despertar de la
propia sociedad, que amplía la posibilidad de construir nuevas alternativas.
Parte de la
conciencia sobre la complejidad social, sostuvo, implica reconocer que más allá
de grandes dificultades y soluciones, existe el esfuerzo compartido por
construir acercamientos progresivos a problemas diversos, lo cual no puede
hacerse, subrayó, al margen de la sociedad.
Este es el momento,
enfatizó, de edificar la ética cívica y la conciencia republicana, así como el
ordenamiento ciudadano que signifique el compromiso con valores, muchos de los
cuales son universales.
Judit Bokser
reconoció que el de la globalización es un proceso criticable en ciertos
aspectos, pero consideró que como fenómeno social debe ser analizado desde
todas las ópticas. No se trata de ver en él solamente los defectos, sino
también las opciones que ofrece.
En esta nueva fase
en la convivencia social, concluyó, sería insuficiente mantenerse dentro del
ámbito de las ciencias sociales, por lo que resultaría más oportuno llamar al
diálogo más amplio, en donde las ciencias exactas y naturales aporten
conocimientos y experiencias al debate sobre temas tan trascendentes como el
medio ambiente, para repensar así el sentido del crecimiento y el desarrollo
económicos.
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La globalización facilita la construcción
de redes sociales internacionales, aseguró Judit Bokser Misses, jefa de la
División de Estudios de Posgrado en la FCPyS de la Universidad Nacional