06:00 hrs. Diciembre 26 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1234

 

 

 

 

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CRECIMIENTO ANÁRQUICO DE ASENTAMIENTOS HUMANOS EN ACAPULCO

 

·        Eurosia Carrascal e Irasema Alcántara, del IG, hablaron en entrevista sobre los resultados del proyecto La Influencia del turismo en la dinámica espacio temporal de los riesgos naturales

·        Aseveraron que esa actividad económica incide de manera directa sobre la vegetación

 

En Acapulco, la inexistencia de planeación en la distribución y uso del suelo ha motivado sistemas inadecuados de ocupación del espacio y, por ende, el crecimiento anárquico de los asentamientos humanos, afirmó Eurosia Carrascal, del Instituto de Geografía (IG).

 

En entrevista, la investigadora señaló que al ocupar determinadas superficies de suelo para la construcción de hoteles y viviendas, esta actividad económica incide de manera directa sobre la vegetación, lo cual podría causar también riesgos para la población, en caso de presentarse algún fenómeno natural.

 

Ejemplo de ello, precisó, es la extensión denominada Acapulco Diamante, donde dichos asentamientos han ocasionado la disminución de buena parte de su superficie forestal.

 

Al explicar algunos de los resultados obtenidos del desarrollo del proyecto  La Influencia del turismo en la dinámica espacio temporal de los riesgos naturales, el cual realiza en colaboración con Irasema Alcántara, del IG, la académica advirtió que de continuar este fenómeno podría disminuir el turismo internacional.

 

Es evidente, dijo, que el éxodo rural ha incidido sobre el medio ambiente, al construir de manera desordenada y espontánea en lugares inadecuados o inclusive hostiles, donde la urbanización marginal, además de contener su particular problemática social, está expuesta al peligro potencial de la naturaleza.

 

La opulencia y el lujo de ese centro turístico constituyen un espejismo que ofrece la atracción de un espacio geográfico hacia el cual emigran aquellos sectores de la población cuya esperanza es mejorar su nivel de vida, acotó.

 

El turismo, refirió, es una actividad aleatoria, de temporada, razón por la cual genera empleo y desempleo entre quienes emigran a los centros turísticos, es decir, vendedores ambulantes ubicados en la zona costera y que construyen sus viviendas en lugares como pendientes pronunciadas, laderas, zonas inundables o barrancas.

 

Por su parte, Irasema Alcántara destacó que la bahía de Acapulco es una zona susceptible a la concurrencia de los sismos, inundaciones y procesos de remoción en masa o bien problemas de inestabilidad de ladera, los cuales en combinación con la vulnerabilidad de las comunidades podrían ocasionar riesgos en la región, como es el caso de los desastres provocados por el huracán Paulina.

 

Sin embargo, enfatizó, por su importancia económica, este desarrollo turístico ha fomentado la migración de la gente de escasos recursos.

 

Al llegar a este centro turístico, abundó, estas personas no cuentan con bases sólidas para establecerse y lo hacen en las zonas peligrosas, lo cual se agrava cuando existen fenómenos como huracanes y lluvias torrenciales.

 

En este contexto, subrayó,  es necesario instrumentar acciones que prohiban o eviten el establecimiento de más asentamientos, tanto irregulares como regulares.

 

Además, se debe reforzar la educación de la gente en el área de prevención de desastres, con lo cual estará informada y sabrá como actuar ante los fenómenos naturales que puedan presentarse en su localidad.

 

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Eurosia Carrascal e Irasema Alcántara, del IG, hablaron en entrevista sobre los resultados del proyecto La influencia del turismo en la dinámica espacio temporal de los riesgos naturales.