Boletín UNAM-DGCS-1234
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CRECIMIENTO ANÁRQUICO DE ASENTAMIENTOS HUMANOS EN ACAPULCO
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Eurosia Carrascal e Irasema Alcántara, del IG, hablaron en entrevista
sobre los resultados del proyecto La Influencia del turismo en la dinámica
espacio temporal de los riesgos naturales
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Aseveraron que esa actividad económica incide de manera directa sobre la
vegetación
En Acapulco, la
inexistencia de planeación en la distribución y uso del suelo ha motivado
sistemas inadecuados de ocupación del espacio y, por ende, el crecimiento
anárquico de los asentamientos humanos, afirmó Eurosia Carrascal, del Instituto
de Geografía (IG).
En entrevista, la
investigadora señaló que al ocupar determinadas superficies de suelo para la
construcción de hoteles y viviendas, esta actividad económica incide de manera
directa sobre la vegetación, lo cual podría causar también riesgos para la
población, en caso de presentarse algún fenómeno natural.
Ejemplo
de ello, precisó, es la extensión denominada Acapulco Diamante, donde dichos
asentamientos han ocasionado la disminución de buena parte de su superficie
forestal.
Al
explicar algunos de los resultados obtenidos del desarrollo del proyecto La Influencia del turismo en la dinámica
espacio temporal de los riesgos naturales, el cual realiza en colaboración con
Irasema Alcántara, del IG, la académica advirtió que de continuar este fenómeno
podría disminuir el turismo internacional.
Es evidente, dijo,
que el éxodo rural ha incidido sobre el medio ambiente, al construir de manera
desordenada y espontánea en lugares inadecuados o inclusive hostiles, donde la
urbanización marginal, además de contener su particular problemática social,
está expuesta al peligro potencial de la naturaleza.
La opulencia y el
lujo de ese centro turístico constituyen un espejismo que ofrece la atracción
de un espacio geográfico hacia el cual emigran aquellos sectores de la
población cuya esperanza es mejorar su nivel de vida, acotó.
El turismo,
refirió, es una actividad aleatoria, de temporada, razón por la cual genera
empleo y desempleo entre quienes emigran a los centros turísticos, es decir,
vendedores ambulantes ubicados en la zona costera y que construyen sus
viviendas en lugares como pendientes pronunciadas, laderas, zonas inundables o
barrancas.
Por su parte,
Irasema Alcántara destacó que la bahía de Acapulco es una zona susceptible a la
concurrencia de los sismos, inundaciones y procesos de remoción en masa o bien
problemas de inestabilidad de ladera, los cuales en combinación con la
vulnerabilidad de las comunidades podrían ocasionar riesgos en la región, como
es el caso de los desastres provocados por el huracán Paulina.
Sin embargo,
enfatizó, por su importancia económica, este desarrollo turístico ha fomentado
la migración de la gente de escasos recursos.
Al llegar a este
centro turístico, abundó, estas personas no cuentan con bases sólidas para
establecerse y lo hacen en las zonas peligrosas, lo cual se agrava cuando
existen fenómenos como huracanes y lluvias torrenciales.
En este contexto,
subrayó, es necesario instrumentar
acciones que prohiban o eviten el establecimiento de más asentamientos, tanto
irregulares como regulares.
Además, se debe
reforzar la educación de la gente en el área de prevención de desastres, con lo
cual estará informada y sabrá como actuar ante los fenómenos naturales que
puedan presentarse en su localidad.
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Eurosia Carrascal e Irasema Alcántara, del
IG, hablaron en entrevista sobre los resultados del proyecto La influencia del
turismo en la dinámica espacio temporal de los riesgos naturales.