Boletín UNAM-DGCS-1233
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TRASTORNOS
EMOCIONALES, PROBLEMA DE SALUD FRECUENTE
EN LOS NIÑOS
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Mara Ampudia, profesora
de la Facultad de Psicología de la UNAM, consideró que son altos los índices en
niños y adolescentes con este tipo de reacción
·
Fayne Esquivel, también
académica de esa facultad, comentó que aun cuando los suicidios en niños no son
frecuentes, sí se presentan entre jugo y broma
Los trastornos emocionales son uno
de los problemas de salud que con mayor frecuencia se manifiesta en la
población infantil señalan especialistas de la Facultad de Psicología (FP) de
la UNAM.
Al respecto, Amada Ampudia, académica del
área de posgrado de la FP, consideró que en los últimos años se ha advertido un
incremento en el número de casos de niños y adolescentes con intentos suicidas
o suicidios consumados motivados por problemas económicos y escolares,
violencia intrafamiliar, incomprensión y situaciones de vacío existencial.
Señaló que aun cuando no existen cifras
exactas, los índices de niños y adultos con este tipo de reacción son bastante
altos. Problema cuyo manejo ha empezado a ser considerado en los sistemas de
salud, añadió la especialista.
Mara Ampudia indicó
que en muchas ocasiones los niños con este tipo de conducta son atendidos en
los hospitales o clínicas por otros trastornos de salud y no precisamente por
intentos suicidas.
Se trata, dijo, de
un aspecto conductual relevante al cual no se le ha brindado la atención
debida. Se ha encontrado que las condiciones generadas por cuestiones sociales
o de estructura no sólo familiar, sino social, han generado muchas reacciones
de este tipo en niños y adolescentes.
La psicóloga
universitaria puntualizó que en México 60 por ciento de la población es de
adolescentes y adultos jóvenes, a
quienes no se les están creando los espacios para que éstos se desarrollen,
situación que calificó de preocupante.
“No se están
generando espacio y lugares para que ellos tengan realmente una salida. Son una
gran cantidad de niños, adolescentes y adultos jóvenes que no tienen qué hacer
ni a dónde ir, lo que causa otro tipo de problemas sociales, como la
delincuencia, el rezago y la deserción escolar, entre otros”, explicó Mara
Ampudia.
Explicó que, por lo
general, cuando un individuo recurre al suicidio, es porque ha perdido la
perspectiva de lo que él es con respecto a los demás. No sólo la depresión
conduce a los sujetos a atentar contra su vida, también están implícitas otras
características como el enojo y la pérdida de control.
La depresión en
adolescentes, añadió, suele manifestarse por considerar que sus padres no los
entienden, porque se sienten rechazados, porque los regañan, porque quieren ser
adultos y no niños.
A su vez, Fayne
Esquivel, también académica de la Facultad de Psicología, consideró que los
suicidios en niños no son frecuentes, pero sí se presentan. Entre juego y
broma, con armas de fuego, ahorcamiento, incluso imitando actitudes o bien
maquinando cómo suicidarse; por ejemplo, al comer las cabecitas de los cerillos.
Se trata de conductas de riesgo que deben atenderse.
Indicó que
cualquier intento suicida en niños o adolescentes hace del sujeto un suicida
potencial cuando menos por un tiempo, por ello, cuando actúan de esa manera, es
necesario tratarlos con fármacos.
Advirtió que en los
adolescentes es peligroso recurrir a ese tipo de tratamientos ya que la mayoría
de las ocasiones se les prescriben antidepresivos, los cuales no deben ser
manejados por los individuos en tratamiento, ya que son sujetos de riesgo y podrían
tragarse una sobredosis del medicamento y quitarse la vida.
Indicó que los
niños y adolescentes recurren también a la anorexia como un método para
alcanzar su objetivo suicida. Se trata, indicó, de una alerta en una situación
de depresión y una forma de suicidio lento.
Fayne Esquivel
comentó que a pesar de existir variantes en la conducta de los niños, no se
debe confundir a un niño tímido y retraído con uno deprimido. Por medio de su
conducta demuestran mucho.
Señaló que el bajo
rendimiento escolar está ligado a factores emocionales y cuando un niño
presenta una fase de baja autoestima o incluso es rechazado empieza a estar
solo o manifiesta hostilidad podría tratarse de niños depresivos que atentan
consigo mismos: hay quienes se golpean o se arrancan el cabello, concluyó.
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En los últimos años se ha advertido un
incremento en el número de casos de niños y adolescentes que se suicidan o
intentan hacerlo, afirmó Amada Ampudia, especialista de la Facultad de
Psicología de la UNAM
Fayne Esquivel, académica de la Facultad de
Psicología de la UNAM, advirtió que cualquier intento suicida en niños o
adolescentes hace del sujeto un suicida potencial