Boletín UNAM-DGCS-1225
Pie de foto al final del boletín
·
El archivo más antiguo y grande, y con uno de los laboratorios más
importantes de AL
·
Algunas de las cintas son verdaderos hallazgos universales
·
A la fecha ha restaurado más de cinco mil películas nacionales y
extranjeras, señaló su subdirector, Francisco Gaytán
En 40 años de
historia la Filmoteca de la UNAM ha restaurado más de cinco mil películas,
tanto nacionales como internacionales, algunas de ellas auténticos
"hallazgos universales", lo que la hace el principal laboratorio de
restauración y conservación de América Latina, aseguró su subdirector,
Francisco Gaytán Fernández.
En nuestro país no
hay un archivo cinematográfico similar a la Filmoteca, "somos el más
antiguo, el más grande y el que tiene uno de los laboratorios más importantes
en conservación y restauración en Latinoamérica", dijo.
Reconoció que si
bien en el ámbito internacional el archivo no está mal, no se compara con los
de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, o con los de Inglaterra o
Francia, que cuentan con máquinas muy sofisticadas que además de copiar de una
película a otra, permiten observar en video lo que realizan.
La Filmoteca
resguarda la memoria fílmica del siglo XX, con más de 25 mil cintas de todos
los formatos. Por las condiciones de liderazgo de la UNAM, el archivo encabeza
a Latinoamérica en materia de restauración, sobre todo por el laboratorio tan
avanzado que posee y sus bóvedas, en las que se guardan los filmes en
inmejorables condiciones; además, se instruye e la materia a técnicos de diversos países, apuntó.
Ahora, se utilizan
modernos métodos de restauración digital que permiten escanear la imagen de las
películas y recomponerlas para quitarles rayas, mejorar la imagen que se ha
dañado por hongos o roturas. Después, con rayo láser se imprime lo restaurado,
se pasa a película cinematográfica y se hacen copias para su exhibición.
Gaytán explicó que,
por lo general, las imágenes que se restauran, para estudiarlas y exhibirlas,
están en un material viejo y único.
En el cine, todo lo
que se proyecta se destruye; por ello, no se pueden exhibir copias únicas
porque con el uso se destruirían y se perdería el objeto de la conservación. Se
debe tener un material de archivo.
Al realizar la
restauración, generalmente el material se traslada de un tipo de imagen a otro,
es decir, de negativo a positivo, y viceversa, lo que tiene sus bemoles ya que
se pierde calidad y la imagen se hace más contrastada.
Uno de los
principales problemas en la restauración es que los materiales antiguos son
inestables y presentan diferencias de tamaño. Una cinta vieja se encoge y no se
puede copiar de manera directa a una nueva, ya que ambas son de diferentes
dimensiones.
En ocasiones, la
copia es usada, vieja, rayada o sucia, pero es el único que existe, de ahí su
importancia. Entre éste existen "hallazgos universales", películas
consideradas desaparecidas, o que no se tenían informes de ellas.
La restauración se
hace de dos formas: mecánica y óptica. En la primera se debe arreglar en lo
físico, ya que tiene cuadros que pueden estar sucios, pegados, rotos y rayados,
por lo que se limpia y se busca volverla lo más posible a su estado original.
En cuanto a la
óptica, las imágenes se deben pasar a un material nuevo. Mediante una máquina,
las imágenes se calcan a una película nueva que se pega por contacto, se le
aplica luz a las imágenes hacia la cinta virgen, se revela y queda lista.
Las películas
llegan a la Filmoteca como depósito por todos los caminos: productores,
laboratorios y distribuidores entregan sus negativos o copias para que las
guardemos y nos permiten exhibirlas.
Asimismo, por
intercambio con otro archivo o con particulares, a quienes se les proporciona
un filme de su interés y ellos nos dan otro. Por repatriación, cuando un
archivo extranjero nos da copia de un filme mexicano. También por permiso de
copia, cuando el que posee los derechos de una cinta autoriza su copiado; o por
donativo.
También se han encontrado
en basureros u otros sitios. "Un día, tras los terremotos de 1985, una
persona trajo un pedazo de película, vi que era mexicana, silente y realizada
en nitrato de celulosa. La encontró entre los escombros. Fuimos al lugar, y los
pedazos de película estaban a primera vista, les había llovido, caído concreto
y tierra. Sacamos el material, lo limpiamos, copiamos y unimos, le dimos una
restauración editorial para tener la mejor continuidad posible. En él se
observa la construcción de una carretera en el campo mexicano.
En la Filmoteca
"hemos encontrado películas que no existen en otro lado, por lo que
nuestro trabajo es muy importante y gratificante, nos volvemos
descubridores".
Entre los
principales "hallazgos universales" de este archivo destacan: Quién
me quiere a mí, producida por Luis Buñuel durante la Revolución Española, que
estaba perdida en aquella nación. Aunque fue hecha en 35 milímetros, se
encontró un negativo en 16 milímetros, y se dio copia a España.
También Viva Madrid
que es mi pueblo (1927), copia única en perfecto estado de conservación. Se
hizo el internegativo y se está en proceso de copiarla y proporcionar un
ejemplar a España.
Hay materiales
italianos, como Muerte en vida, filme único del cual ya se proporcionó copia a
Italia que se exhibió en el pasado festival de Bolonia con gran éxito, porque
no se había visto antes.
Entre otros
hallazgos están segundos finales de películas, algunos de ellos no estaban
registrados como los de Los Olvidados o Vámonos con Pancho Villa, que cambian
por completo la visión del filme original. Además, hay cortos no documentados
en los catálogos.
"De seguro
tenemos más películas de éstas, pero hasta que se realice un análisis
exhaustivo del acervo se podrán conocer. Aún tenemos lagunas en él y materiales
sin clasificar", concluyó Gaytán.
– o0o
–
PIES DE FOTO
La Filmoteca de la UNAM ha restaurado más
de cinco mil películas en los 40 años que tiene de existir, indicó Francisco
Gaytán Fernández, subdirector de la misma