06:00 hrs. Diciembre 22 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1222

 

 

 

 

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PERSISTEN EN JÓVENES MEXICANOS LOS VALORES DE AFECTO Y RESPETO, PERO AUMENTA LA DESOBEDIENCIA

 

 

El valor fundamental para la juventud, en la actualidad, es el afecto, combinado con una actitud hacia la diversidad y mayor desarrollo de la individualidad, señaló Rogelio Díaz Guerrero, investigador emérito de la Facultad de Psicología (FP), al tiempo que destacó la agudización de la falta de obediencia en los menores.

 

En entrevista, Rogelio Díaz informó que, luego de diversos estudios, se constató también que en muchos aspectos los jóvenes mexicanos aún son muy idealistas y que no necesariamente requieren satisfacer sus necesidades para mantener vigentes sus valores.

 

Sostuvo que a pesar de que muchos preceptos conductuales o valores están en un proceso drástico de cambio, hay uno que se sitúa hasta entre los estudiantes universitarios, el amor por encima del poder. Mencionó que a través de diversas herramientas de evaluación psicológica, se ha constatado que para afrontar los problemas de la vida misma, más del 80 % de los estudiantes de nivel superior se pronuncian de esa manera.

 

Bajo esta lógica, el investigador advirtió que es importante para el futuro de país que en aquellas áreas donde prevalezca la amistad o la familia sigamos con una actitud amable, pero que en casos donde el poder predomina, como en los negocios, la política o la industria, “debemos olvidar ser amables para ser autoafirmativos”, es decir, los mexicanos teníamos un problema derivado de la impotencia para ser autoafirmativos frente a los demás.

 

El investigador emérito estableció que la premisa histórico-cultural de apoyar a la familia impera en la sociedad mexicana en más del 80 %, de tal manera que la concepción de unión familiar, así como el respeto a los padres, se mantiene muy férrea pese a la pérdida, cada vez mayor, de obediencia por parte de los jóvenes.

 

Y es que, dijo, al llevar a cabo estudios comparativos entre jóvenes de Canadá, Estados Unidos y México, bajo la premisa de que los valores dependen, por un lado, del grado de satisfacción  de las necesidades, y por otro, de la dificultad para alcanzarla, se encontró que entre más satisfechas están, más importante es su valor.

 

Sin embargo, explicó, la premisa no aplica en la población mexicana joven, toda vez que éstos no requieren alcanzar determinadas necesidades para darle importancia a los valores,  como sucede con los norteamericanos y los canadienses.

 

A manera de ejemplo, resaltó que la demanda de poder o de amor, aunque sean difíciles de alcanzar, son importantes como objetivos primordiales para los mexicanos y en cambio, si es difícil obtener el amor para los canadienses o los norteamericanos, entonces deja de ser primordial.

 

Por otra parte, el profesor emérito apuntó que la sociedad mexicana está en un fuerte proceso de cambio en su actitud conservadora, “que realmente era medieval en muchos aspectos”; por ello la importancia, dijo, de que la psicología moderna estudie qué cosas vale la pena conservar y cuáles deben cambiar con respecto al desarrollo integral de la sociedad.


 

Se refirió a la investigación realizada con jóvenes de ambos sexos en 1959, 1970 y 1994, donde se observó el decremento en el grado de obediencia  y en actitudes machistas ha llegado al 20 o 30 por ciento.

 

Lo mismo ocurre, finalizó, con la sumisión a aquellos valores fundados en la idea de que las mujeres deben conservar su virginidad hasta el matrimonio; en este caso, debido a que ellas se han independizado en gran medida, han logrado adueñarse de su propia libertad para decidir qué hacer con su persona.

 

 

 

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En los jóvenes mexicanos aún prevalecen los valores de afecto y respeto, así como una obediencia afiliativa con la familia, señaló el profesor emérito Rogelio Díaz Guerrero.