Boletín UNAM-DGCS-1222
Pie de foto al final del boletín
PERSISTEN EN JÓVENES MEXICANOS LOS VALORES DE AFECTO Y RESPETO, PERO AUMENTA LA DESOBEDIENCIA
El valor
fundamental para la juventud, en la actualidad, es el afecto, combinado con una
actitud hacia la diversidad y mayor desarrollo de la individualidad, señaló
Rogelio Díaz Guerrero, investigador emérito de la Facultad de Psicología (FP),
al tiempo que destacó la agudización de la falta de obediencia en los menores.
En entrevista,
Rogelio Díaz informó que, luego de diversos estudios, se constató también que
en muchos aspectos los jóvenes mexicanos aún son muy idealistas y que no
necesariamente requieren satisfacer sus necesidades para mantener vigentes sus
valores.
Sostuvo que a pesar
de que muchos preceptos conductuales o valores están en un proceso drástico de
cambio, hay uno que se sitúa hasta entre los estudiantes universitarios, el
amor por encima del poder. Mencionó que a través de diversas herramientas de
evaluación psicológica, se ha constatado que para afrontar los problemas de la
vida misma, más del 80 % de los estudiantes de nivel superior se pronuncian de
esa manera.
Bajo esta lógica,
el investigador advirtió que es importante para el futuro de país que en
aquellas áreas donde prevalezca la amistad o la familia sigamos con una actitud
amable, pero que en casos donde el poder predomina, como en los negocios, la
política o la industria, “debemos olvidar ser amables para ser
autoafirmativos”, es decir, los mexicanos teníamos un problema derivado de la
impotencia para ser autoafirmativos frente a los demás.
El investigador
emérito estableció que la premisa histórico-cultural de apoyar a la familia
impera en la sociedad mexicana en más del 80 %, de tal manera que la concepción
de unión familiar, así como el respeto a los padres, se mantiene muy férrea
pese a la pérdida, cada vez mayor, de obediencia por parte de los jóvenes.
Y es que, dijo, al
llevar a cabo estudios comparativos entre jóvenes de Canadá, Estados Unidos y
México, bajo la premisa de que los valores dependen, por un lado, del grado de
satisfacción de las necesidades, y por
otro, de la dificultad para alcanzarla, se encontró que entre más satisfechas
están, más importante es su valor.
Sin embargo,
explicó, la premisa no aplica en la población mexicana joven, toda vez que
éstos no requieren alcanzar determinadas necesidades para darle importancia a
los valores, como sucede con los
norteamericanos y los canadienses.
A manera de
ejemplo, resaltó que la demanda de poder o de amor, aunque sean difíciles de
alcanzar, son importantes como objetivos primordiales para los mexicanos y en
cambio, si es difícil obtener el amor para los canadienses o los
norteamericanos, entonces deja de ser primordial.
Por otra parte, el
profesor emérito apuntó que la sociedad mexicana está en un fuerte proceso de
cambio en su actitud conservadora, “que realmente era medieval en muchos
aspectos”; por ello la importancia, dijo, de que la psicología moderna estudie
qué cosas vale la pena conservar y cuáles deben cambiar con respecto al
desarrollo integral de la sociedad.
Se refirió a la
investigación realizada con jóvenes de ambos sexos en 1959, 1970 y 1994, donde
se observó el decremento en el grado de obediencia y en actitudes machistas ha llegado al 20 o 30 por ciento.
Lo mismo ocurre,
finalizó, con la sumisión a aquellos valores fundados en la idea de que las
mujeres deben conservar su virginidad hasta el matrimonio; en este caso, debido
a que ellas se han independizado en gran medida, han logrado adueñarse de su
propia libertad para decidir qué hacer con su persona.
-o0o-
PIE DE FOTO
En los jóvenes mexicanos aún prevalecen los
valores de afecto y respeto, así como una obediencia afiliativa con la familia,
señaló el profesor emérito Rogelio Díaz Guerrero.