06:00 hrs. Diciembre 18 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1211

 

 

 

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DEBE REPLANTEARSE EL CONFLICTO EN CHIAPAS

 

·        Carlos Antonio Aguirre Rojas, académico del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, dijo que puede darse la coyuntura para discutir el tema

·        El EZLN está replegado en sus bases para crear nuevas estrategias de acción, señaló

 

 

Luego del silencio de casi un año del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y del interés del Ejecutivo federal porque la nueva ley indígena sea rediscutida en el Congreso de la Unión, el grupo armado podría volver a manifestarse, a estar más en la atención de la población y a discutir el tema, comentó el académico del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, Carlos Antonio Aguirre Rojas.

 

Ahora, argumentó, los zapatistas actúan en forma similar a como la hacían dos años atrás: están replegados en sus bases, probablemente para crear  estrategias que les permitan volver a incluir en la agenda nacional el tema de Chiapas, además de revincularse con la sociedad civil y el movimiento social de todo el país.

 

Vislumbró que los zapatistas están en proceso de análisis del escenario político creado a partir del "golpe de Estado parlamentario" en el cual, mediante un arreglo cupular, tres o cuatro personas decidieron sobre un problema fundamental para todos los mexicanos.

 

El especialista en historiografía del siglo XX advirtió que debido a que el Presidente de la República permitió a un pequeño grupo de legisladores actuar sin consensos e imponer una salida regresiva al problema de Chiapas, se creó una situación poco usual en la política nacional.

 

Sin embargo, dejó en claro, los zapatistas rechazan al sector político y apuestan más a la fuerza de un amplio movimiento social, capaz de apoyar sus demandas, como ya lo ha hecho.

 

Es a partir de la cohesión de este movimiento ciudadano, que el Poder Legislativo debe escuchar esos reclamos y el Ejecutivo tratar de resolverlos para lograr la paz en Chiapas, subrayó.

 

Aguirre Rojas consideró urgente "desempantanar" este problema por medio de su replanteamiento, porque si la sociedad civil reacciona a otra convocatoria de los zapatistas, éstos podrían volver a aceptar la negociación o el debate con los poderes Ejecutivo y Legislativo.

 

El EZLN, planteó, no ha perdido toda la confianza o credibilidad en los representantes populares. Hay un sector importante de perredistas que se manifiestan en contra de la posición de la coordinación del Partido de la Revolución Democrática en el Senado de la República,  que apoya la salida de endurecimiento y restricción de los derechos indígenas. Incluso, hay una fuerte pugna interna con el sector del instituto político que se pronuncia por una solución negociada, racional y pacífica.

 

Comentó que los zapatistas están en una etapa de espera, pues a partir de la marcha realizada a principios de año, demostraron el apoyo social que tienen a nivel nacional.

 

El investigador del IIS recalcó que al no respetarse los acuerdos de San Andrés –signados hace más de cinco años–, y el que la nueva ley indígena fuera resultado de arreglos cupulares, complican el escenario porque sólo se trata de una solución parchada, limitada y poco seria, lo cual se interpreta como un doble juego del Primer Mandatario.


Esta posición gubernamental, sin embargo, no es consciente, reflexionó. Falta un proyecto claro capaz de determinar hacia dónde va el destino de la nación en el mediano plazo.

 

El gobierno, indicó, resuelve los problemas con una lógica inmediatista y conforme se le presentan, situación que "es terrible para el país porque da lugar a malentendidos".

 

El asunto es que los tiempos de los zapatistas nunca son los de los políticos mexicanos, debido a que para éstos últimos todo se define por el patrón de un sexenio y nunca más allá. En cambio, el EZLN tiene proyectos de largo plazo, con la lógica de defender determinadas demandas y dispuestos a esperar varios años más, pues ya lo han hecho 500 años.

 

"Si no entendemos esto –precisó–, tampoco entenderemos por qué lo que parece un silencio extraño y se presta a hipótesis de posibles crisis internas, es simplemente discutir su posición. Cuando encuentren la respuesta adecuada la harán pública y volverán a convocar a la sociedad civil para que los apoye".

 

 

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Carlos Antonio Aguirre Rojas, académico del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, consideró que debe replantearse el conflicto en Chiapas en busca de una solución