06:00 hrs. Diciembre 15 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1202

 

 

 

 

Pies de foto al final del boletín

LA COMERCIALIZACIÓN, PRINCIPAL PROBLEMA DEL SECTOR ARTESANAL DEL PAÍS

 

·        La mayoría de los artesanos provienen de grupos indígenas o campesinos, señaló Hernán Salas Quintanal, investigador del IIA.

·        Es necesario mejorar las condiciones de vida de los artesanos para mantener la tradición cultural, advirtió.

 

La falta de capacidad de las autoridades para promover la comercialización de las artesanías es la causa de la situación desfavorable que viven los artesanos del país, lo que les impide mejorar su calidad de vida y no les permite alcanzar el reconocimiento de sus productos como bienes culturales, afirmó Hernán Salas Quintanal, del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA).

 

El investigador universitario comentó que para realizar su actividad este sector de trabajadores mexicanos necesita mayor apoyo del Estado y que la regulación de la comercialización de sus artículos redunde en mejor calidad de los artesanos. Si carecen de ello se corre el riesgo de que desvirtúen su trabajo, mediante la elaboración de productos en serie.

 

Hernán Salas apuntó que la mayoría de los artesanos pertenecen a grupos indígenas o campesinos que no viven de esa actividad, sino que tienen una multiplicidad  de labores, lo cual les impide dedicarse  completamente a la artesanía y, por ende, a fortalecerla.

 

Los artesanos, como la mayoría de la población rural, tienen condiciones muy precarias de vida y serias dificultades para desarrollar su actividad productiva, pues ésta es costosa en términos de materias primas, herramientas y mano de obra, por el tiempo y especialización que requieren.

 

Otro problema de los artesanos, explicó Hernán Salas, ligado al de los pequeños productores del país, son los intermediarios, ya que les compran sus productos a muy bajos costos y lo revenden en mercados nacionales o internacionales a cantidades muy superiores.

 

Sin embargó, aclaró, debe reconocerse la labor de diversas instituciones gubernamentales, tanto estatales como federales, que intentan crear fondos para apoyar a los mismos artesanos vía créditos, capacitación o materias primas, aunque el fin primordial es que continúen con su actividad.

 

Hernán Salas reveló que los artesanos que no están agrupados en una cooperativa o vinculados con alguna institución de gobierno están completamente desprotegidos, lo que significa que no tienen mercados seguros. El Estado, consideró, debe preocuparse de que su actividad sea rentable.

 

Asimismo, subrayó que es lamentable que el mercado no reconozca la creatividad que hay en la artesanía. En general, dijo, es muy difícil valorarla, toda vez que no sólo se trata de un producto que implica cierto  tiempo de trabajo, sino que además existe el factor imaginación, creatividad, así como la historia. Por ello, el consumidor no paga el valor real de una pieza artesanal.

 

Puntualizó que existen grandes dificultades para realizar un censo confiable de los artesanos, ya que su labor no la consideran como su actividad principal, aunque cualitativamente lo sea.

 

Por ejemplo, dijo, el Programa de Fonart-Sedesol apoya aproximadamente a cuatro mil artesanos de escasos recursos, pero seguramente hay muchos más que no se encuentran en esas circunstancias.

 

Desde hace algunos años la sociedad mexicana reconoce esta labor, que si bien es cierto representa para muchos una moda, para otros ha cobrado relevancia de gran envergadura a raíz del movimiento indígena, en términos culturales.

 

El investigador del IIA precisó que las áreas indígenas no son sólo turísticas y las artesanías no son sólo para un consumidor turístico, son parte de la tradición, de la historia del propio país.

 

En cuanto a la introducción a México de productos extranjeros, el investigador señaló la necesidad de definir la artesanía, a fin de no confundirla, toda vez que muchas de las piezas de importación son industriales, como es el caso de la mercancía oriental.

 

Las artesanías son objetos culturales, por lo que es menester valorarlos en esa medida y promoverlos con publicidad masiva, enfatizó.

 

Al abordar la llamada artesanía urbana, Hernán Salas destacó el problema de la innovación y calificó de primordial el análisis de hasta qué punto una artesanía se puede innovar sin perder sus rasgos tradicionales, aunque, señaló, las tradiciones siempre se van a modificar debido a las circunstancias históricas y de vida de la gente.

 

“Es tan artesano el que está aislado en una comunidad como el que está en un taller de la ciudad, ya que en su producto hay un espíritu cultural de tradición, de valores y de pensamiento. La innovación y la tradición pueden ir de la mano sin contraponerse”, concluyó.

 

 

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PIES DE FOTO

 

Es necesario un mayor apoyo a la comercialización de las artesanías mexicanas por parte del gobierno: Hernán Salas Quintanal, investigador de la UNAM.

 

El investigador universitario Hernán Salas Quintanal se pronunció por la necesidad de brindar mejores condiciones de vida a los artesanos del país.