14:30 hrs. Diciembre 13  de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1197-2

 

Pies de foto al final del boletín

 

LOS ÓRGANOS INTERNACIONALES DE DERECHOS HUMANOS DEBEN INFLUIR EN LA LEGISLACIÓN Y JURISPRUDENCIA DE AL

 

·        La importancia y eficacia de estas normas deberá  medirse por su potencialidad y virtud transformadora

·        Así lo afirmó Sergio García Ramírez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, al participar en la mesa El futuro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos

·        Importante que la sociedad civil sea rescatada como una entidad de seres humanos sujetos de derecho: Cancado Trinidad

 

 

Las mejores aportaciones de los organismos internacionales a cargo de la promoción y protección de los Derechos Humanos se deben manifestar no sólo en su ejercicio profesional y en la calidad y novedad de la jurisprudencia que producen, sino también en su influencia sobre la legislación y práctica de estas garantías en los países de América Latina, afirmó Sergio García Ramírez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ).

 

Es decir, sostuvo, la importancia y eficacia de estas normas deberá  medirse por su potencialidad y virtud transformadora, por su capacidad para generar un nuevo marco normativo y una práctica renovada, así como la mejor y más penetrante cultura de los derechos humanos y no sólo por el acierto o la novedad de las resoluciones que emita.

 

Al participar en la mesa redonda El futuro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, realizada en el auditorio Héctor Fix-Zamudio del IIJ, el también miembro de la Junta de Gobierno señaló que en materia de derechos humanos es necesaria una fluida recepción de la correspondencia de la jurisprudencia internacional de parte de las jurisdicciones nacionales.

 

En ese sentido, indicó, un tratado en este rubro no limitaría el horizonte de las libertades, sólo contribuiría a ensancharlo. “Otras disposiciones pueden introducir nuevas ampliaciones en un sistema democrático caracterizado por crecientes libertades humanas”.

 

Por otra parte, dijo que la víctima es el centro de los intereses del derecho internacional de los derechos humanos; por ello, la jurisprudencia debe moverse en esta dirección, tal y como lo está haciendo la Corte Interamericana.

 

Asimismo, añadió, preocupa también el tiempo que debe mediar entre la violación cometida y la última resolución de la Comisión Interamericana o peor todavía, el último caso de reparación que cumple el Estado, porque si no hay reparaciones adecuadas, oportunas y suficientes, la justicia es un símbolo, un trasunto o una sombra de lo que debiera ser.

 

El agravio debe ser reparado, y con esto se prestigiará la justicia internacional, si no, caerá en el descrédito que abunda en otros métodos de solución de los conflictos, advirtió el también juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

 

En su oportunidad, Augusto Cancado Trinidad, presidente de dicha Corte, destacó la importancia de que la sociedad civil sea rescatada como una entidad de seres humanos sujetos de derecho.

 

Los derechos sustantivos de las personas, subrayó, deben ser preservados y para ello, la Corte debe hacer algunas reformas como evitar que el nombramiento de sus funcionarios sea realizado por el secretario General de la OEA, para garantizar la autonomía de este organismo.

 

Además, agregó, es necesario definir el ámbito de competencia de la Corte, así no se pondría en letra muerta sus resoluciones y serían acatadas por los Estados de la región.

 

Por su parte, Héctor Fix-Zamudio, investigador emérito del IIJ, comentó que actualmente es posible llevar a cabo un protocolo por medio del cual dicho organismo podría incrementar de 9 a 11 el número de jueces; con ello se agilizarían la revisión y solución de los procesos.

 

También se deben uniformar los criterios sobre la naturaleza, corte, trámite y formulación de las recomendaciones emitidas por la Corte Interamericana.

 

Sería deseable, manifestó, que la Corte se instituyera como un organismo al cual tengan acceso las víctimas, cuyas denuncias puedan traducirse en recomendaciones cada vez más atendidas, aceptadas y cumplidas por los Estados.

 

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Pie de foto 1

 

Héctor Fix-Zamudio, investigador emérito de la UNAM, participó en la mesa redonda El Futuro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, realizada en el Instituto de Investigaciones Jurídicas

 

 Pie de foto 2

 

Sergio García Ramírez, del IIJ de la UNAM, durante su participación en la mesa redonda El Futuro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos

 

Pie de foto 3

 

Sergio García Ramírez, del IIJ, Augusto Cancado y Enrique Lagos, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y Héctor Fix-Zamudio, investigador emérito de la UNAM, durante su participación en la mesa redonda El Futuro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos